La antigua Vossloh España recibió un encargo de 70 locomotoras valoradas en 250 millones por parte de la firma de leasing Swifambo que los nuevos gestores de la empresa pública sudafricana Prasa han llevado a los tribunales
VALENCIA. Stadler Valencia ha suspendido, al menos de forma temporal, la producción de la locomotora Afro4000 que se adjudicó para Sudáfrica, el mayor contrato en vigor con el que cuenta la firma -por un valor total de 250 millones de euros-.
Así lo detallan a Valencia Plaza diversas fuentes conocedoras del problema en el que se ha visto envuelta la antigua Vossloh España, que recibió el encargo por parte de la sociedad Swifambo -intermediaria en el leasing de locomotoras- procedente de la firma pública Prasa. La gestión de esta empresa estatal -la Renfe de Sudáfrica- ha sido llevada a los tribunales por parte de sus nuevos gestores, que denuncian un sinfín de irregularidades que se habrían cometido cuando estaba en manos del anterior gobierno.
Según detallan las mismas fuentes, del total de 70 locomotoras se habrían fabricado 20, de las cuales la mayoría ya se encuentran en su país de destino y el resto se conservan terminadas en las instalaciones de Stadler Valencia en Albuixech.
Las 50 máquinas restantes son las que, al menos por el momento, no se están fabricando, circunstancia que ha hecho saltar las alarmas en la industria por tratarse del pedido más importante que tiene en cartera.
No obstante, la mercantil presidida por Íñigo Parra en absoluto renuncia a que las firmas sudafricanas cumplan con el compromiso adquirido. Se trata -al parecer- de una medida preventiva para evitar sucesos como el que ocurrió con la sociedad pública española Feve, con la que Stadler Valencia tiene abierto un litigio por un contrato de 28 tranvías para León que la entidad suspendió cuando las máquinas ya habían comenzado a fabricarse. La empresa valenciana reclama una indemnización de 47 millones de euros por este agravio.
Lo cierto es que el negocio de Stadler en Sudáfrica parece tomar una deriva similar. Entre las irregularidades denunciadas por los nuevos gestores de Prassa se encuentra precisamente el contrato con Swifambo que terminó siendo adjudicado a la entonces Vossloh España, sobre el que la empresa estatal denuncia que las 13 locomotoras Afro4000 que ya han sido enviadas son incompatibles con la red ferroviaria del país al contar con una altura superior a la requerida.
La gestión de este contratiempo tiene lugar justo tras la formalización el pasado mes de enero del traspaso de la propiedad de Vossloh España a la suiza Stadler Rail. Preguntado al respecto, el presidente del grupo Peter Spuhler, indicó que "existen garantías" para cubrir "los riesgos que siempre existen cuando se adquiere una compañía". La planta valenciana ha preferido no pronunciarse sobre esta cuestión al ser preguntada por Valencia Plaza.