La nave de los locos
Encontré mi karma
Aconsejado por Rosalinda, mi maestra espiritual, me matriculé en cursos para crecer en sabiduría interior. Cada semana asistía a un taller de ‘mindfulness’. También iba a Pilates. Comencé a salir con gente que amaba a la Humanidad —no tanto a sus semejantes—, comía acelgas, bebía zumo de tomate y se duchaba dos veces a la semana. Me había convertido en un hombre nuevo