VALÈNCIA (EFE). Talgo es una de las enseñas de referencia de España en el diseño, fabricación y mantenimiento de trenes gracias a una tecnología propia que le ha abierto las puertas de medio mundo y que ha hecho del cambio de ancho automático una de sus señas de identidad.
El consorcio húngaro Ganz-MaVag Europe ha confirmado este viernes que mantiene "conversaciones y negociaciones" sobre la posibilidad de presentar una opa sobre todo el capital de Talgo a 5 euros por acción, sin que hasta la fecha se haya alcanzado un acuerdo ni se haya tomado una decisión definitiva al respecto.
La compañía, fundada por Alejandro Goicoechea y José Luis Oriol Urigüen, tiene su origen en 1942 con la constitución de Patentes Talgo (Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol).
El grupo dio el salto internacional en 1968 con el primer viaje de un tren entre Madrid y París sin transbordo de viajeros en la frontera, un camino que no ha dejado de recorrer hasta estar presente en numerosos países, entre ellos, Alemania, Kazajistán, Uzbekistán, Arabia Saudí, Egipto y EEUU.
La historia de la compañía está plagada de hitos. En 1974 lanzó su primer tren cama; en 1978 marcó el récord mundial de velocidad con tracción diésel a 230 km/h; en 1988 dio su salto a EEUU y en 1991 realizó su primer viaje oficial por la primera línea de alta velocidad de España, la que discurre entre Madrid y Sevilla.
En 1996 su ancho variable conquistó el norte de Europa, en 2014 entró a formar parte del conocido como "AVE" del desierto que conecta las ciudades saudíes de Medina y La Meca y en 2015 debutó en bolsa, un estreno que sin embargo cerró su primera sesión con una caída superior al 9 %.
El grupo, principal suministrador de trenes de alta y muy alta velocidad de Renfe, ha visto en la liberalización ferroviaria de pasajeros de España una gran oportunidad, que encarará próximamente su segunda fase.
Talgo, que tiene a la empresa guipuzcoana CAF como competidor en España, cuenta con oficinas y centros de producción y mantenimiento en países como Alemania, Estados Unidos, Rusia, Kazajistán o Arabia Saudí y más de 400 equipos de mantenimiento que funcionan actualmente en 44 países de todo el mundo.
La rodadura desplazable es una de las señas de identidad más fuertes de Talgo gracias a su tecnología de cambio de ancho automático, usada en miles de operaciones desde su lanzamiento hace varias décadas y que convierte sus trenes en la única solución capaz de adaptarse a cualquier red ferroviaria y superar con ello las fronteras.
Además es el único fabricante que ofrece una rodadura independiente y guiada (las ruedas de cada eje pueden girar a diferentes velocidades, lo que reduce el desgaste de la vía).
Asimismo, cuando no hay opción de renovar la infraestructura, la tecnología pendular de Talgo permite aumentar un 25 % la velocidad en las curvas sin inversiones adicionales.
Sus puntos fuertes también pasan por coches más ligeros y más anchos y un piso bajo continuo que permite reducir el tiempo de carga y descarga.
La gama de productos de Talgo abarca trenes de muy alta velocidad (hasta 330 km/h), donde atesora una gran experiencia en las redes más avanzadas del mundo, así como trenes de alta velocidad (hasta 250 km/h), una opción para operadoras que buscan un material para una rotación acelerada tanto en redes que han sido adaptadas a la alta velocidad como en líneas convencionales sin adaptar.
Estos trenes cuentan con la posibilidad de equipar sistemas de cambio de ancho e incluso de operar en líneas sin electrificar, lo que los convierte en una solución muy versátil.
El Intercity es otro de los éxitos de Talgo para servicios de larga distancia en infraestructuras convencionales que ayuda a obtener costes de operación y mantenimiento más reducidos y que ha sido certificado para operar en Norteamérica, Europa y decenas de países asiáticos.
La oferta de Talgo también se extiende a trenes regionales y de cercanías, uno de los segmentos que más crecen en el mercado internacional, así como a las locomotoras.