‘Hagamos Arquitectura’ es el taller que se realiza todos los domingos de 11.30 a 13.30 horas en el patio del Ambaixador Vich sin necesidad de reserva previa
VALÈNCIA. El Museo de Bellas Artes de València tiene talleres infantiles todos los domingos por la mañana dirigidos al público con edades comprendidas entre los 3 y los 6 años.
Hagamos Arquitectura se inicia este domingo, dia 1 de marzo, hasta el 12 de julio, de 11.30 horas a 13.30 horas, es gratuito, requiere que los niños estén acompañados de un adulto y no necesita reserva previa, aunque el aforo está limitado.
El taller consiste en que los participantes dispondrán, a modo de juego de construcción, de las distintas formas geométricas que conforman los elementos del patio del Ambaixador Vich: columnas, capiteles, arcos... Con las piezas de tamaño grande se creará en este singular espacio del Museo de Bellas Artes de València un paisaje de construcciones realizadas por el público infantil con su propia visión arquitectónica.
Hacer el taller infantil y visitar las salas del Museo de Bellas Artes es un buen plan de domingo. Además de la colección permanente, en estos momentos hay abiertas al público cuatro exposiciones temporales.
El inicio de la pintura moderna en España: Sorolla y su tiempo se recrea en la figura del pintor valenciano, Joaquín Sorolla, con el que se inició la pintura moderna en España, y con los pintores de su tiempo que le influyeron, fueron coetáneos o discípulos.
La matanza de los inocentes, de José Ginés, es una exposición de esculturas de diferentes escenas del pasaje evangélico de la degollación de niños por orden de Herodes.
Ni clásicos ni modernos. Buscando la verdad en el Museo de Bellas Artes de València ofrece un recorrido sobre la pintura valenciana y española entre los años cincuenta y ochenta del siglo XIX, periodo de la historia del arte que no se muestra actualmente en la colección permanente.
Y Teste Grottesche, una exposición que se cierra el próximo domingo sobre aguafuertes de los siglos XVI y XVII basados en los dibujos sobre cabezas grotescas que realizaba Leonardo da Vinci.
Dentro de la colección, comprendida por más de 73 piezas, se encuentra Yo soy el pan de la vida, el Sorolla más grande que ha salido a la venta (415cm x 532cm sin marco) sin tener en cuenta las obras del catálogo de la Hispanic Society