Galiana atribuye las facturas injustificadas de taxi y gasolina a la "actividad especial" de la JCF

VALÈNCIA. Recientemente, el informe de la Intervención del Ayuntamiento de València afloró una serie de facturas no justificadas por parte de la Junta Central Fallera. Pagos que alcanzan el valor de los 55.000 euros y que se corresponden con carreras de taxi y gastos en gasolina aportados por personas externas a la entidad. En este sentido, el órgano auditor consideraba que los tickets no estaban suficientemente justificados ni motivados, al carecer de controles básicos como por ejemplo la identidad de quien emite la factura o el motivo del viaje. 

A este respecto, el presidente de la entidad, Carlos Galiana, ha explicado que las expensas se corresponden con los viajes que realizan tanto las Falleras Mayores de la ciudad como sus Cortes de Honor, que muchas veces son acompañadas por personas de su círculo cercano a todos los actos que tienen agendados dentro de sus funciones. Personas que, según señala, son voluntarias y en ningún caso trabajadoras de la propia Junta Central, que tan solo cuenta con cinco empleados en la plantilla.

Así, atribuye este tipo de gastos a la "actividad especial" que desempeña la Junta Central Fallera de València, y que en ningún caso se puede comparar con el ejercicio diario de cualquiera de las otras empresas u organismos públicos que dependen del Ayuntamiento, según su consideración. De este modo, relaciona la excepcionalidad de la entidad que preside con la realización de algunas tareas que tal vez no serían tan comunes en el seno de otras fracciones públicas.

En este sentido, Galiana también destaca que para la Junta Central Fallera trabajan más de 240 voluntarios procedentes de las comisiones de la ciudad, que además son elegidos por los propios falleros y no tanto desde la Junta Central. De este modo, considera "normal" que se compensen sus esfuerzos de acompañamiento con el pago, como mínimo, de las facturas relacionadas con el transporte. 

Además, también apunta que sí que hay conocimiento -al menos informal- de quiénes son las personas que acompañan a las Falleras Mayores y a la Corte de Honor en todo momento, una tarea que se compagina también con la agenda oficial que monitoriza sus actos. Aunque, sin embargo, esto no es suficientemente riguroso a los ojos del informe de la auditoría, quien considera que se podrían hacer más esfuerzos a la hora de controlar los desplazamientos y sobre todo los gastos que se desprenden de ellos. 

"Difícil alternativa"

"Este funcionamiento no es nuevo, ha sido así siempre", matizaba el presidente de la Junta Central Fallera al respecto. "Buscar cualquier otra alternativa es complicado, aunque si en algún momento nos ordenan cambiar el funcionamiento habrá que estudiar otras opciones". Opciones que, a su parecer, podrían comportar gastos incluso más elevados para la entidad.

"Todo sería sentarse y hacer un estudio, para saber cuándo nos podría costar contratar varios chófers oficiales que acompañen a las falleras a todos sus actos". Sin embargo, bajo su punto de vista, esto podría llevar no solo a presupuestos más elevados sino también a problemas logísticos y malestar entre el sector fallero. 

Para empezar, porque los acompañantes suelen ser del entorno de las falleras y por ende personas de su confianza, que las pueden asistir en cuanto a cuestiones de imagen y otros asuntos de índole personal. Y también, del mismo modo, porque desafía la dinámica tradicional del funcionamiento de la entidad, que se rige fundamentalmente por el voluntarismo y la inclinación por aportar a las celebraciones. 

Así con todo, por el momento, la Junta Central no se plantea cambiar sus dinámicas de control interno, no al menos de manera sustancial: "Se nos notifica en todo momento quién y dónde recoge a las Falleras Mayores y su Corte de Honor", aludía al respecto, a pesar de las reticencias que ha presentado el informe de la Intervención, quien anima a establecer un mecanismo reglado para este tipo de cuestiones.