VALÈNCIA. (EP) El estreno en castellano de Locas. Cae la noche abre en Teatro Off un espacio de reparación para aquellas mujeres que fueron anuladas en diversos momementos de la historia atribuyéndoles enfemedades mentales, según ha informado la sala en un comunicado.
En formato inmersivo e itinerante, el espectáculo muestra al público lugares del Teatro Off que suelen quedar ocultos en un emocionante recorrido por 1965, 1985 y 2015 en el que se muestran casos de féminas con falsos diagnósticos psiquiátricos y psicológicos, con los que su entorno las defenestró.
Amparo Vayá firma y dirige esta emocionante propuesta que forma parte de la Trilogía de las Mujeres Silenciadas, un proyecto de la creadora y Bramant Teatre con el que aspiran a visibilizar la perspectiva y problemática femenina en diferentes etapas de la historia.
A mediados de los años 70 cerró el Manicomio de Jesús, en València, y las internas pasaron al Hospital Psiquiátrico de Bétera. Entonces, quedó al descubierto que el 40% de ellas carecía de un diagnóstico real de enfermedad mental. Simplemente, habían sido internadas por sus familias, parejas o el entorno social porque, por algún motivo, eran mujeres incómodas.
La salida a la luz de este hecho gracias al libro Nueve nombres (María Huertas, Ed. Temporal 2021), fue el último empujón que Amparo Vayá necesitaba para escribir Locas. Cae la noche, una emocionante pieza cuya versión en castellano estrena el Teatro Off este sábado 26 de abril y mantiene en cartel hasta el 11 de mayo.
Sin haber tenido apenas tiempo de girar tras sus primeras funciones en el TEM, llega a la cartelera de la capital esta propuesta integrada en la Trilogía Mujeres Silenciadas, que Bramant Teatre y Vayá arrancaron con Un segle d'abismes, nominada a Mejor Texto, Dirección y Espectáculo en los Premis IVC d'Arts Escèniques de la Comunitat Valenciana (2022).
Al respecto, Vayá explica: "Me interesa mucho aportar la perspectiva femenina en temas como la Memoria Histórica. O, en este caso, poner el foco sobre un tipo de violencia muy concreta: la atribución de enfermedades mentales para anular a las mujeres".
Así, recuerda un oscuro listado en el que caben desde Juana 'La Loca', a la que su hijo arrebató el trono; a Camille Claudel, escultora y pareja de Rodin, que fue internada por su familia o Britney Spears, controlada por su padre hasta en sus posibilidades reproductivas.
Tras empaparse del tema gracias a entrevistas con personal psiquiátrico, libros y documentos históricos, la dramaturga y directora de escena ha creado unos personajes de ficción, pero inspirados en situaciones reales, que muestran extractos sociales, épocas y situaciones muy diversas.
Incluyen a una psiquiatra recién licenciada que en los años 60 descubre que abuela había sido internada; a una joven esposa de clase alta del primer tercio del siglo XX, encerrada por su marido al negarse a tener descendencia porque deseaba estudiar.
La marginalidad también está presente en una prostituta a la que la policía lleva a un psiquiátrico en los 80' y en su compañera de encierro, una lesbiana a la que el Patronato de Protección a la Mujer internó por su orientación sexual.
Además, la clase media y el siglo XXI están representados en la sesión de una terapeuta y una víctima de violencia de género, a quien está ayudando a librarse de la "camisa de fuerza química", el exceso de medicación para apagar emociones.
"Son circunstancias duras, pero de enorme belleza por el encuentro que se produce entre los personajes. De alguna manera, la comprensión que se produce entre ellas es la que nos gustaría que tenga el público sobre un tema del que se habla muy poco", explica Vayá acerca de la psicopatologización que históricamente han sufrido y siguen sufriendo las mujeres.
Función itinirante e inmersiva
La sutil escenografía creada por Reyes Pe y el vestuario que ha diseñado María Poquet se adaptan a la época y los tonos de la flor que simboliza cada una de las tres escenas en las que el público se adentra, literalmente.
El montaje en formato itinerante hace que los espectadores vayan pasando por espacios normalmente inaccesibles de Off Artes Escénicas: "van a estar dentro del escenario, pasarán por los camerinos, entrarán en aulas de ensayo" adelanta Vayá sobre un recorrido que va de las violetas de 1965 a las hortensias de 1985 para concluir en las margaritas y 2015, demostrando que hay cosas que han evolucionado poco.
"El público está muy cerca de las intérpretes, le llega la intimidad de las escenas, los sentimientos que van surgiendo, que circulan entre las actrices y los espectadores. Es una experiencia inmersiva muy potente, que puede cambiar la mirada que algunos tengan sobre mujeres que formaron parte de su historia familiar o de su círculo de conocidos", explica la dramaturga y directora de escena.
En este proyecto repiten algunas de las actrices que participaron en la primera parte de la trilogía, Un segle d'abismes. El elenco está compuesto por Laura Useleti (con sustitución de Victoria Salvador en algunas funciones), Ruth Lezcano, María Minaya, María Guerra, Teresa Crespo y la propia María Poquet.
"Es muy bonito trabajar con equipos intergeneracionales, donde ves a diferentes edades conviviendo en escena, encarnando a personajes diversos", comenta Vayá sobre una pieza que trata de romper con los estereotipos de 'histéricas' o 'locas' en los que se ha intentado encorsetar a las mujeres que estaban en lugares que se consideraban inapropiados, que decían lo que la sociedad no quería escuchar o que deseaban ampliar sus horizontes, más allá del rol social que se esperaba que cumplieran", señala.