Teatro y danza

Como el micelio brotando: Sara Manente y Santiago Ribelles tejen una red de arte viva en València

Varios espacios de la ciudad han continuado la propuesta escénicas 'MOLD' a través de propuestas de más de una decena de artistas y colectivos

  • Mold en La Mutant, el pasado fin de semana.
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VALÈNCIA. Un entramado de artistas, colectivos y pensadores como el micelio, esa red subterránea de hongos que interconecta ecosistemas. Una metáfora perfecta para el fondo, pero sobre todo para la forma. Es lo que proponen Sara Manente y Santiago Ribelles desde la escena y hacia todas partes: creerse el micelio y aplicarlo a las escenas artísticas de la ciudad de València. La Mutant, Espai LaGranja y la Sala 7 del Rialto son las sedes del proyecto Mold/Unmold. Hacer desde los restos, una ampliación -una multiplicación- de una propuesta de artes vivas a través de talleres y mediaciones.

"El proyecto nace cuando Sara Manente empezó a investigar cómo las artes vivas, que son efímeras por naturaleza, pueden relacionarse con otras prácticas culturales que también trabajan con lo vivo, como la fermentación en las artes culinarias", explica Santiago Ribelles. Ahí llegó hasta el mundo de la fermentación, explorando cómo se hace el pan, cómo funcionan las levaduras... Hasta llegar al mundo de los hongos y el micelio: "El micelio es una red extensa, sin un centro definido, y eso le pareció fascinante. Empezó a ver paralelismos entre esta red biológica y las redes de colaboración artística".

El primer gran hito en este proceso fue la creación de la publicación ROT, un proyecto editorial que Manente desarrolló como una especie de revista que mezclaba arte, ciencia y pensamiento. "ROT es como un magazine de moda o de mujer, pero contaminado por artículos que vienen de la micología, la fermentación, la arquitectura y el pensamiento filosófico", explica Ribelles.

  • Taller comunitario de trenzado de paja de arroz por Estelle Jullian y Balikypopoy -

El siguiente paso en este proceso fue la creación de la pieza escénica MOLD, que se pudo ver en La Mutant el pasado fin de semana. "MOLD es una pieza que aborda la máquina teatral como una granja, un entorno en el que la danza, los objetos, el público, la luz, la música, los aromas y el vestuario interactúen como culturas vivas", resume Ribelles. Ya sobre el escenario, restos y objetos acumulados, llegados desde lugares diferentes. El proyecto lleva fermentando desde enero, cuando empezaron algunos de los talleres que han acompañado al montaje y que se han ido sumando como sustrato de la propuesta.

"El micelio no tiene un centro, es una red que se extiende y conecta sin jerarquías". Este es el punto de partida de lo que ha sucedido a partir de entonces. Manente y Ribelles han generado brotes por toda la ciudad a lo largo de esta semana: "Mold/Unmold lo tomamos como un espacio, un jardín, una ruina. Queremos desplegar más aún el trabajo, las formas de su descomposición, sus posibles contaminaciones. No dejarlo morir sino considerar su decadencia como una forma de compostaje de la que pueden surgir otras formas".

Desde el pasado lunes y hasta mañana viernes, en Espai LaGranja, la Sala 7 del edificio Rialto y La Mutant, se ha conformando una comunidad efímera alimentada por los residuos de experiencias previas. Y a través de él, la propuesta ha tejido red donde había abismo, conectando disciplinas, públicos e instituciones. Talleres de fermentación, conferencias performáticas, prácticas tradicionales... Más de una decena de creadores han ido pasando por los espacios para aportar su punto de vista. Y de todo esto surgen preguntas sobre la materia, pero también sobre el descanso, sobre la creación, y en su forma, invita a cuestionar los límites entre disciplinas tanto al artista como al público.

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Hacer posible el micelio

En clave valenciana, este proyecto también está cuestionando las fronteras establecidas por las diferentes escenas y disciplinas; tal vez demostrando lo que ya sucedía: las artes, sus públicos y sus creaciones están conectadas. La clave para hacer brotar este micelio ha sido la mediación: "Normalmente las mediaciones están más enfocadas al mundo de las artes visuales, pero hay cada vez más gente de las artes escénicas que reclama este agente externo que va a acompañar a la creación. Y, en efecto, también en las artes escénicas esto genera un cambio en la forma de hacer. Y esto es lo que me parece muy rico".

Para Ribelles, la mediación no es solo un puente entre el artista y el público, sino una herramienta que transforma el proceso creativo. "En este proyecto la mediación prácticamente se plantea como un fin, y esto me parece interesante porque nos desubica un poco a todas nuestras disciplinas y nos pone en relación sin esperar que vaya a suceder, simplemente porque estamos unos al lado de otros. Creo que cada vez va a haber más y va a haber más profesionales que puedan proponer y propongan ese tipo de cosas".

Es estar al lado unos de otros también sucede con las instituciones culturales, a las que estamos más acostumbrados a ver en el abigarramiento de las programaciones y la dictadura de la exhibición tradicional: "Es necesario generar estos espacios donde vayamos más allá de las disciplinas. Espai La Granja son puertas que se abren; La Mutant es como el último reducto que va más allá de ser una sala de programación; y me parece interesante abrir esa puerta en el Rialto y que el IVC se abre a otro tipo de programación".

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