VALÈNCIA. Las artes vivas son efímeras, es difícil acceder a piezas representativas que han constituido un hito en el género. La Mutant ha emprendido una labor de recuperación que fructifica este próximo 6 de diciembre con la reposición de una obra colectiva emblemática que se remonta a 2009, ‘Blue’. 

El espectáculo, cocreado por Juan Domínguez junto a Luis Miguel Felix, Maria Jerez, Arantxa Martínez, Naiara Mendioroz y Emilio Tomé, desmonta las convenciones del teatro para proponer una experiencia sensorial y abierta, donde no hay relato que seguir ni significados prefijados. 

La escena se convierte en un espacio de suspensión y posibilidad, habitado por cuerpos que no explican, sino que encarnan. La audiencia necesita entender: solo mirar, dejarse afectar e imaginar. Los intérpretes se presentan como dispositivos vivos, listos para sostener las proyecciones del público, a acoger deseos, delirios y preguntas sin respuesta.

‘Blue’ nos invita a observar sin buscar explicaciones, a permitir que la percepción y el sentido emerjan libremente desde la escena y desde cada cual.

Para llevar a cabo esta labor de recuperación, La Mutant ha tejido una alianza en colaboración con la plataforma IF Barcelona y el centro de creación La Caldera.

La maleabilidad del barro

La representación de ‘Blue’ se complementa los días 12 y 13 de diciembre, con un estreno de Juan Domínguez, quien acercará su instalación performativa ‘Dirty’, centrada en el trabajo con arcilla. La propuesta explora la maleabilidad y la capacidad de esta materia para grabar nuestras huellas táctiles. 

Los y las participantes intervienen en el proceso de modelado sin resultados predefinidos ni conocimientos técnicos, dentro de un paisaje auditivo dinámico. ‘Dirty’ ralentiza el ritmo de interacción, fomentando una relación más reflexiva con el tiempo, el trabajo y la presencia, animando a los participantes a plantearse qué tocan cuando escuchan y que escuchan cuando tocan. Entre todas y todos se generará una escultura. Según el artista vallisoletano, “este proyecto trabaja la idea de cambio de paradigma, tocar con el lenguaje, escuchar con el tacto”. 

Un payaso conceptual y un curador del placer escénico

Juan Domínguez se autodefine como un payaso conceptual, un vaquero mágico, un poeta modelo y un curador del placer dentro de las artes escénicas, danza y teatro y la performance. Reside y trabaja entre las ciudades de Madrid, Berlín y Bruselas. 

Formado en danza clásica, contemporánea y vídeo en España y Estados Unidos, introdujo el vídeo en su práctica escénica y cuestionó los códigos coreográficos. Pertenece a la generación de la danza española que debutó a finales de los años ochenta, junto a creadoras tan destacadas como Blanca Calvo, La Ribot, Olga Mesa y Ana Buitrago. 

Su trabajo explora la relación entre los diferentes códigos y aboga por la completa disolución entre la ficción y la realidad, utilizando la una para producir la otra y viceversa. Fue director artístico del Festival In-Presentable / La Casa Encendida (2003-12), codiseñador de Living Room Festival (2010-17) y cocurador de Picnic Sessions en C2M-Madrid (2013-15), entre otros.

Reconocido internacionalmente, sus propuestas tienen siempre un fuerte tono conceptual, a partir del cual, y con imaginación desatada, trabaja con especial foco en el tratamiento del tiempo, el trabajo del lenguaje, la teatralidad y la relación con el público.