CASTELLÓ. Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, falleció el 23 de mayo de 1423, a los 94 años. Entonces cualquiera pensaría que lo suyo se trataba de un fenómeno sobrenatural. No solo porque en su época la esperanza de vida era muchísimo menor y raro era vivir tanto, sino porque además Pedro Martínez de Luna (su nombre verdadero) sufrió varios intentos de asesinato. "En aquella época el poder de un papa era absoluto, la religión determinaba casi todo lo que sucedía en el mundo", destaca la dramaturga Anna Marí. Por eso, pronto le salieron enemigos. Otros papas rivales no vieron bien que se mantuviera en el cargo y esto desembocó en la división de la Iglesia Católica y en su persecución.
El Papa Luna trasladó su sede a Peñíscola, donde gobernó hasta el día de su muerte. Desde aquí trató de poner fin al cisma y trabajó por conseguir la unidad de la Iglesia. Sin embargo, los conflictos nunca cesaron, al igual que él nunca dejó su mandato. A Benedicto XIII lo apodaron el 'antipapa' y suya es aquella expresión de "mantenerse en sus trece". Pero ahora, además, aquellos episodios que hace 600 años tuvieron lugar bajo el castillo de Peñíscola, inspiran un thriller psicológico sobre el ejercicio del poder, el dogmatismo y lo oscuro de la condición humana.
En El rey de la luna, la primera producción propia del Festival de Teatro Clásico de Peñíscola, la compañía valenciana Crit pondrá en escena la historia de un Papa Luna que refugiado tras su condena como hereje en el concilio de Constanza, sufrirá varios intentos de envenenamiento debido a la amenaza que suponía para el Papa de Roma.
"Todas las estrategias políticas e intereses que hubo en aquel momento; todos esos argumentos que se emplearon para determinar si Benedicto XIII debía ser o no Papa; todo nos recuerda, inmediatamente, a los conflictos territoriales del mundo actual. Es por ello que, aunque hay algo de ficción en la obra, los últimos años de vida del Papa Luna son lo suficientemente interesantes como para que no haga falta nada más", explica Anna Marí. La valenciana ha sido la encargada de dirigir la lectura dramatizada de El rey de la luna, un texto de Rafael Herrera que podrá verse representado, así, por primera vez en el Festival Clásico de Peñíscola. Más concretamente los días 1 y 2 de julio en el Salón Gótico del castillo.