VALÈNCIA. La ‘vuelta al cole’ cultural todavía espera a que algunos de sus principales espacios inicien temporada, entre ellos el Teatre Rialto y Principal, en los que el Institut Valencià de Cultura (IVC) desplegará su 'menú' a partir de octubre en el primer caso y noviembre en el segundo. Esta será, además, la segunda temporada para María José Mora como directora adjunta de artes escénicas del IVC, que accedió al cargo tras años al frente del festival Dansa València y que en este curso ha sumado a su 'cartera' la dirección de Sagunt a Escena. Sobre la nueva programación, el balance de su gestión, la críticas del sector o la 'custodia compartida' de Teatre Principal, en el que opera el IVC y la Diputació de València -dueña del inmueble-, hablamos con la directora adjunta de artes escénicas del IVC.

- Esta es la segunda temporada que inicia como directora adjunta de artes escénicas del IVC, ¿dónde quiere ahondar?

- Después de esta primera etapa, en la que se ha dado continuidad a los programas que se han estado desarrollando y creado otros nuevos, como Inèdits, tenemos que seguir trabajando para aumentar la visibilidad de los creadores y creadoras valencianas, de la propia producción que nace desde IVC y también para acompañar, en la medida lo posible, las creaciones de las compañías y artistas. Ahí es donde quiero trabajar. La difusión de las producciones es complicada porque genera un coste elevado, por eso tenemos que continuar trabajando en hacer buenas producciones, siempre con calidad e innovación para que generen también interés fuera de nuestro territorio. 

En este sentido, es muy importante que nosotros también seamos una institución receptora. Cuando nosotros recibimos a la Compañía Nacional de Teatro Clásico o al Centro Dramático Nacional queremos demostrarles que aquí somos capaces de acoger esas grandes producciones, que llenamos los teatros y que hay mucho talento para ponerlas en conexión con nuestra propia creación. Acoger estas compañías significa generar lazos. Este es uno de los objetivos de esta nueva etapa. 

- La temporada del IVC en el Teatre Principal comenzará en noviembre, ¿qué podremos ver?

- Las primeras piezas que se verán en los teatros de IVC son una buena representación de lo que es la programación que se está tejiendo para el resto de la temporada. En el Teatro Principal empezamos el segundo fin de semana de noviembre con una compañía valenciana, Bambalina Teatre, y el estreno del espectáculo de títeres Goya, que nos presenta una investigación sobre el proceso creativo del pintor y las pinturas negras que están en las paredes de la Quinta del Sordo. Después podemos ver Viejos tiempos de Harold Pinter, un texto universal que se mueve entre qué es verdad y qué no lo es, en una versión de Pablo Ramón, al que pudimos ver en la anterior temporada, y dirección de Beatriz Argüello. Además, entre el elenco estará Marta Belenguer, que es una actriz valenciana. 
 

- ¿Qué novedades traerá el Teatre Rialto? 

- En el Rialto arrancamos el primer fin de semana de octubre, también con una compañía valenciana, Crit, que realiza el espectáculo Pobres con la compañía italiana Montalto & Lobrutto. Es una pieza que habla de la existencia humana y las contradicciones en clave de comedia. Además, tendrá su recorrido tanto aquí como en Italia. Creo que esto es una buena señal, que las propias productoras valencianas tejan sus relaciones y se les dé impulso desde el Institut Valencià de Cultura. Tras Pobres llega la danza con Baile Sonoro de Olga Pericet, una renovación del recital flamenco desde la contemporaneidad y desde su personalísimo estilo. Llega, además, gracias al acuerdo con el programa Danza Escena. Luego tendremos La fortaleza de Lucía Carballal, que es teatro clásico renovado, una versión que dialoga con El castillo de Lindabridis de Calderón de la Barca dirigida por Ana Zamora, que estuvo en la programación del Principal la temporada pasada, en este caso con la colaboración de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Estas conexiones van generando también un relato de los propios teatros que va calando en el público y la profesión. El mes terminará con Postals de Horta Teatre, una pieza en la que veremos un recorrido de lo que ha sido la experiencia turística desde los años 70 hasta su desbordamiento en el siglo XXI. 

- En el ámbito de la producción propia, ¿qué propuestas podremos ver? 

- En noviembre estrenaremos el espectáculo Los días lentos, escrito y dirigido por Lola Blasco, en el marco la Muestra de Autores Contemporáneos de Alicante, en el Teatro Arniches, y luego vendrá a València. Esta pieza hace una reflexión sobre hacerse mayor y envejecer en nuestra sociedad. En enero llegará al Principal Los locos de València, con dramaturgia de Vicent Moltant y dirigido por Jorge Picó. El teatro clásico es uno de esos pilares importantes de mi proyecto y en este caso lo hacemos con una pieza de Lope de Vega y en conexión con València. En estos días, además, se está desarrollando una nueva audición para una pieza que se podrá ver en febrero. Continuamos trabajando en las producciones propias, no hemos dejado de hacerlo. El año pasado vimos La mancha, Plenamar o Prometeo, en coproducción con Les Arts, y este año continuamos igual.

- El proyecto con el que accedió a la dirección adjunta planteaba menos producción propia y más acompañamiento, algo que generó alguna crítica entre los profesionales, ¿qué balance hace de este cambio de rumbo?

- Para el IVC, por el momento, esta es la dinámica de trabajo oportuna, porque nosotros nos basamos en los presupuestos y el personal que tenemos y hacemos equilibrios para desarrollar todas las actividades. En este momento estamos trabajando entre tres y cuatro funciones propias por temporada. En la temporada 2021/2022 y en la 2022/2023 hubo cuatro producciones, con lo que no nos estamos alejando tanto de lo que se hacía anteriormente. Además, la contratación de intérpretes, de actores y actrices, se ha mantenido, que es una de las inquietudes del sector. Creo que se está respondiendo a la demanda del sector. Por otro lado, el IVC también realiza una contratación muy extensa de compañías valencianas, que generan propio trabajo en el sector en distintos ámbitos. 

- Las asociaciones profesionales han sido muy críticas con la gestión de la Conselleria de Cultura, llegaron a escenificar ese 'hartazgo' en la rueda de prensa de Sagunt a Escena, con críticas por el retraso en las ayudas o las contrataciones de equipos valencianos, ¿qué análisis hace?

- En primer lugar, las asociaciones tienen una función principal que es reclamar mejoras para el sector y eso se ha de respetar, son libres de manifestarse. Por otro lado, considero que todas las acciones tienen sus lecturas y hay que mirarlo con objetividad. Las quejas vienen de determinados ámbitos o profesionales pero luego, en lo que respecta al trabajo que se desarrolla desde IVC Artes Escénicas, también hay satisfacción porque hemos sostenido lo que se estaba realizando y creado nuevos proyectos, incidiendo en la mediación, y la programación continúa siendo diversa y atendiendo a las compañías valencianas. Hay compañeros y compañeras que también me destacan que ahora pueden ver en nuestra ciudad obras que antes tenían que viajar para verlas. Se están haciendo muchas cosas que, a mi parecer, están bien realizadas y que nos sitúan en un lugar de prestigio dentro del panorama nacional. Precisamente, hace unos días Dansa València ha recibido la Medalla de Oro de la Academia de las Artes Escénicas de España. El público, además, también está respondiendo, ha aumentado la venta de entradas. Las críticas están ahí, pero también se está realizando un buen trabajo. 

- Parece que el escenario que dibuja y el que dibujan algunas asociaciones del sector es distinto, ¿desde el IVC se asume alguna de las cuestiones planteadas o se hace autocrítica?

- Desde IVC Artes Escénicas hacemos autocrítica, revisamos nuestras acciones, vemos cómo podemos cubrir más las necesidades del sector y, sobre todo, escuchamos lo que se nos plantea desde las asociaciones. Evidentemente, en la gestión de algunos de los programas de IVC tenemos que seguir mejorando, sobre todo para que podamos ir en tiempos adecuados, como es el caso de las ayudas y del Circuit, que no se gestiona desde esta área directamente. Hay una voluntad enorme por parte de IVC en que esto pueda funcionar en tiempo y forma, se está trabajando para que así sea.

- La programación del IVC en el Teatre Principal comienza en noviembre porque tiene la 'custodia compartida' con la Diputació de València, que abre la temporada con el Escalante, ¿es satisfactorio el reparto o caben mejoras en el acuerdo?

- Bueno, al final una custodia compartida, como defines, tiene sus complicaciones. Para el IVC empezar la temporada el segundo fin de semana de noviembre significa que el público puede no entender muy bien qué está sucediendo en el Principal, porque si la programación comienza con propuestas familiares y luego pasamos a una programación distinta puede ser confuso. Es complicado, porque el Teatro Escalante tiene unos objetivos muy claros, con un proyecto muy necesario, y llega el IVC cubriendo otro espacio de teatro de texto, pero las instituciones deben trabajar por dar una identidad común al Teatro Principal. Por eso también estamos invirtiendo mucho en comunicación, mejorando las redes sociales, algo que no es baladí. Además esto nos llega a nuevos públicos, gente joven que se relaciona de otras maneras. 

- No sé si la futura apertura de la nueva sede del Escalante hará que el IVC gane terreno o no tiene tanto que ver con eso.

- Desconozco realmente cuál es la intención de la Diputación respecto al Teatro Principal cuando abra la nueva sede.

- Desde hace muchos años está sobre la mesa la necesaria rehabilitación del Teatre Principal, que es propiedad de la Diputación. Incluso se llegó a plantear un hipotético cierre por obras, ¿en qué escenario trabajan ahora con respecto a estas?

- En el último año se han ido realizando algunas mejoras. De momento las indicaciones que a mí se me transmiten es que continuemos programando. Creo que llegará ese momento, ya se ha dicho durante muchos años, de la renovación del teatro. Ya se hizo la renovación exterior, hay que valorar la interior. El teatro es propiedad de la Diputación de Valencia y será la Diputación la que tendrá que decidir al respecto.

- En enero, el conseller de Cultura, José Antonio Rovira, anunció una reformulación del IVC, pero todavía no la ha presentado ni conocemos el alcance, ¿sabe usted cómo afectará a su área?

- Este fue un anuncio del conseller de Cultura. En estos momentos, en la dirección de Artes Escénicas no hay más información. Hemos seguido trabajando como lo hemos hecho hasta el momento. 

- Tras acceder a la dirección adjunta ha continuado asumiendo la dirección de Dansa València y este 2025 ha sumado Sagunt a Escena. Tras este primer año gestionando ambas citas, ¿qué balance hace del cambio de modelo de gestión?

- Hago un balance positivo. Dansa València era un festival que yo ya dirigía desde 2021 y estaba mucho antes dentro del equipo. El festival funcionó bien en esta edición, tuvo una presencia de programadores muy amplia a nivel nacional e internacional y se celebró aquí la reunión de la Dance Festivals Network Europe. La programación es una buena representación del panorama de la danza de España, pero no tenemos que olvidar que de las 39 compañías programadas 17 eran valencianas, lo que permite que sean vistas por todos estos agentes culturales nacionales, que forman parte de comisiones, etc. A esto, además, hay que sumarle los programas de residencias. En el caso de Sagunt a Escena también hago un balance positivo. Hemos visto una programación muy variada que no atendía a relaciones que son extras al festival, una programación de calidad, con autorías contemporáneas y formatos atractivos para el gran público que no dejaban de ahondar en inquietudes y problemáticas actuales. Además, me gustaría destacar que por primera vez hemos hecho un programa de mediación con el barrio de Ciutat Vella, que ha sido una muy buena forma de acercarnos a los vecinos y vecinas. 

- En el ámbito de las artes escénicas, el IVC ha dejado de externalizar la dirección de Dansa València y de Sagunt a Escena, siendo en Espai LaGranja el único contrato de dirección que se ha ido ampliando, ¿prevé que continúe en la dirección de Guillermo Arazo y su proyecto o plantea algún cambio? 

- La voluntad es la misma para Espai LaGranja, que tenga una persona responsable del espacio. En este caso está Guillermo Arazo, que está trabajando con una prórroga de su anterior contrato. Sé que los equipos de gestión y administración de IVC están trabajando para darle una solución a nivel de contratación a este espacio.

- Cuándo habla de solución, ¿a qué se refiere?

- A la fórmula de contratación, que puede ser una licitación o no. Por eso están los equipos de administración y gestión trabajando. Pero en todo caso, una nueva contratación, un nuevo proceso de selección, para que ese espacio siga contando con una figura que coordine el proyecto. 

- En distintas ocasiones ha hablado de la necesidad de una mayor colaboración del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), ¿cómo está esa relación?

- Con el equipo del INAEM siempre hay diálogo y escucha. Lo que tenemos que seguir trabajando es para que ese apoyo sea mayor para la Comunitat Valenciana, porque entiendo que hay muchos frentes dentro del INAEM, pero nosotros también somos una comunidad con mucha actividad cultural y valemos ese apoyo del Ministerio de Cultura. Hay ya conversaciones avanzadas para que finalmente pueda haber un apoyo al trabajo cultural que se está haciendo aquí en el Institut Valencià de Cultura.