CVALÈNCIA. Telefónica ha afianzado finalmente su centro de ciberseguridad en el edificio de Innsomnia, en la Marina de València, a pesar de anunciarse en 2018 que se ubicaría en la base del Alinghi. Así se escenificaba este martes, donde la compañía daba por inaugurado su centro ubicado en València con más de un centenar de empleados y que ocupa 180 metros cuadrados en la base de la Marina Sur.
Cabe recordar que la base del Alinghi se erigía como sede pública de innovación en la Marina de València. La previsión del Consorcio Valencia 2007 era iniciar la reforma hace dos años, cuando la instalación del centro se anunció a bombo y plantillo por las administraciones públicas. Sin embargo, 'La Base' -nombre que se le dio al espacio- no ha sufrido reforma alguna y tan solo ha sido adecuada para albergar alguna exposición o evento.
En todo caso, la parálisis a nivel público y que se anunciaba como el primer inquilino no ha cambiado los planes de la empresa de telecomunicaciones, que puso en marcha el centro de desarrollo de tecnología, productos y servicios de ciberseguridad en Internet de las Cosa y Gobierno, Riesgo y Cumplimiento el pasado marzo.
El grueso del equipo esta división de Telefónica Tech viene de la compra de la consultora valenciana Govertis, adquirida el pasado mes de agosto. Un capital humano que espera doblar en los próximos tres años, tal y como explicaba el director del centro, David Prieto. Según señalaba Emilio Gayo, presidente de Telefónica, este centro "sitúa a Valencia como referente europeo en la vanguardia en este campo tan necesario en estos momentos.
Este centro está destinado al desarrollo de herramientas internas para todo el grupo, aunque tiene más de mil clientes en el área de cumplimiento y riesgo normativo, centrados en gran medida en España y Latinoamérica. Además, Prieto recordó la alianza con otras entidades como Lanzadera, a través de Wayra. Cabe recordar que cuando el centro fue anunciado inicialmente en el Alinghi -cuestión que la empresa se muestra abierta a estudiar de nuevo- apuntaba a una inversión de seis millones y un equipo de 20 ingenieros.