tribuna libre / OPINIÓN

Teoría de los puntos de inflexión, memoria democrática y totalitarismo

Este presidencialismo ha desplegado sus poderes ampliados para imponer acuerdos forzosos sobre cuestiones muy controvertidas y de amplia carga moral sobre las cuales los españoles deberían tener la libertad de discrepar

22/05/2024 - 

Leo, entre otras noticias, que un informe de los productores mundiales de azúcar concluye que abordar clínicamente la diabetes sería molesto y costoso; también que el director ejecutivo de la compañía petrolífera más grande del mundo dice que las energías renovables y las tecnologías limpias son una "fantasía" y que no son económicamente competitivas. Por último leo que, en una sorprendente declaración conjunta de la asociación mundial de coyotes y zorros, es "una ilusión tratar de proteger a las gallinas y pollos", ya que la malla del gallinero es demasiado cara. Como podemos observar, cada grupo de interés intenta defender lo suyo de la mejor manera que puede o sabe.

Escribo esto ya que recientemente hemos podido saber que desde la Generalitat Valenciana, también desde otras comunidades, se han aprobado y planteado nuevas leyes de la Concordia para sustituir a la de Memoria democrática con el consiguiente alboroto por parte de todos los partidos políticos del tablero tanto regional como nacional. No es mi propósito defender la nueva Ley de Concordia, cosa que ha hecho muy bien Juan Alfredo Obarrio en un reciente y devastador artículo en Valencia Plaza, sino que pretendo profundizar algo más y tratar de averiguar sobre cómo se ha llegado a este punto casi sin despeinarnos.

Sabemos que los puntos de inflexión de una función son aquellos puntos en los que la gráfica de la función cambia de concavidad, es decir, pasa de cóncava a convexa o viceversa, podríamos decir que es el momento en que una función cambia de tendencia. En economía de Impacto vamos más allá y consideramos los impactos del punto de inflexión. Primero, analizamos los impactos humanos de los puntos de inflexión del sistema Tierra, luego los posibles acoplamientos con puntos de inflexión negativos en los sistemas humanos. Consideramos cómo gobernar los puntos de inflexión del sistema Tierra y sus riesgos asociados. Examinamos la gobernanza de la mitigación, la prevención y la estabilización y luego nos centramos en la gobernanza de los impactos, incluida la adaptación, la vulnerabilidad y las pérdidas y daños.

Por último, nos centramos en puntos de inflexión positivos en la tecnología, la economía y la sociedad. Esto nos proporciona un marco para comprender y actuar sobre los puntos de inflexión positivos. Y todo esto dentro de una definición más holística de la materialidad y el deber fiduciario para que las personas sean más conscientes de los umbrales de estrés del sistema, de modo que asignar valor a las externalidades sea un medio para cuantificar no solo las actividades positivas, sino también para posicionarse frente a umbrales que, si se superan, "amenazan los sistemas por completo".

Pero ocurre que, en ocasiones, esos puntos de inflexión son indetectables, casi imperceptibles o muy difíciles de rastrear, como nos pasó en España con la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica de J.L. Rodríguez Z. (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre) y con la Ley de Memoria Democrática de P. Sánchez (Ley 20/2022, de 19 de octubre). Estos dos momentos, cruciales, marcaron sendos puntos de inflexión que han superado los umbrales de limpieza democrática y por lo tanto amenazan todo nuestro sistema democrático. A partir de ese momento, los gobiernos socialistas de P. Sánchez han entendido que pueden hacer cualquier cosa ya que la sociedad española no va a reaccionar ante nuevas alteraciones del sistema constitucional.  En el primer punto de inflexión, J.L. Rodríguez acabó de un plumazo con la modélica Transición española introduciendo el factor de polarización y, en el segundo punto de inflexión P. Sánchez inició el camino de la revisión constitucional por la puerta de atrás, de la colonización de todos los resortes del Estado y de la anulación de los contrapesos al poder del Gobierno. Y esto no es opinión, está constatado.

Llegados a este punto me gustaría analizar tres consideraciones que tienen que ver con lo anterior:

La primera de ellas está relacionada con una Resolución del Parlamento Europeo, de 19 de septiembre de 2019, sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa (2019/2819(RSP)). Obsérvese que data del año 2019, tres años antes de la siniestra aprobación de la Ley de Memoria democrática de Sánchez. En esta resolución se insta a los estados miembros a que "garanticen el cumplimiento de las disposiciones de la Decisión Marco del Consejo" y en ella, resumo, se señalan las siguientes consideraciones, condenas y peticiones:

  • En su apartado F. considera que en muchos estados miembros las ideologías comunista y nazi están prohibidas por ley; 
  • en el G. que la integración europea ha sido una respuesta a la expansión de los regímenes comunistas totalitarios y antidemocráticos en la Europa Central y Oriental;  
  • en el I. que recordar a las víctimas de los regímenes totalitarios y reconocer y divulgar el legado común europeo de los crímenes cometidos por las dictaduras comunista, nazi y de otro tipo es de vital importancia para la unidad de Europa y de los europeos; 
  • en el apartado 3.  recuerda que los regímenes comunista y nazi cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad; condena en los términos más enérgicos los actos de agresión, los crímenes contra la humanidad y las violaciones masivas de los derechos humanos perpetrados por los regímenes comunista, nazi y otros regímenes totalitarios; 
  • en el 5. pide a todos los Estados miembros de la Unión que hagan una evaluación clara y basada en principios de los crímenes y los actos de agresión perpetrados por los regímenes comunistas totalitarios; 
  • en el 6. condena toda manifestación y propagación de ideologías totalitarias; 
  • 8. pide a todos los Estados miembros sensibilicen a la nueva generación con respecto a estas cuestiones incluyendo la historia y el análisis de las consecuencias de los regímenes totalitarios en los planes de estudios y los libros de texto de todas las escuelas de la Unión; 
  • 10. pide una cultura común de memoria histórica que rechace los crímenes de los regímenes fascistas y estalinistas, y de otros regímenes totalitarios y autoritarios del pasado, como medio para fomentar, en particular entre las generaciones más jóvenes, la resiliencia ante las amenazas modernas que se ciernen sobre la democracia; 
  • 15. sostiene que Rusia sigue siendo la mayor víctima del totalitarismo comunista y que su evolución hacia un Estado democrático seguirá obstaculizada mientras el Gobierno, la élite política y la propaganda política continúen encubriendo los crímenes comunistas y ensalzando el régimen totalitario soviético;
  • 16. muestra su profunda preocupación por los esfuerzos de los actuales dirigentes rusos por distorsionar los hechos históricos y ocultar los crímenes perpetrados por el régimen totalitario soviético; 
  • 19. condena el hecho de que las fuerzas políticas extremistas y xenófobas en Europa recurran cada vez más a la distorsión de los hechos históricos y utilicen símbolos y retóricas que evocan aspectos de la propaganda totalitaria, como el racismo, el antisemitismo y el odio hacia las minorías sexuales y de otro tipo.

Como vemos, nada que ver con el contenido y la parcialidad de la Ley de Memoria democrática de Sánchez, más bien todo lo contrario. Sánchez insiste en el revisionismo y en reescribir la Historia además de volver a enfrentar. Introduce un elemento preocupante, la polarización. 

Y ésta, la polarización, es la segunda consideración que me gustaría analizar. El filósofo Bart Brandsma sostiene que "la polarización es fundamentalmente diferente de un conflicto". Un conflicto es básicamente racional en cierto sentido, se saben cuáles son los intereses y quién tiene esos intereses. En la polarización, la racionalidad y los intereses acaban perdiendo y la retórica se centra en la identidad del oponente. Tus intereses sólo tienen un peso limitado, se discute negativamente esa identidad, eso es lo verdaderamente importante. 

Por tanto, la dinámica de la polarización consiste en que triunfa el pensamiento de "nosotros contra ellos". Podríamos pensar que mientras existan personas en el medio, no polarizadas, como intermediarios silenciosos, se podrá resistir contra el pensamiento "nosotros contra ellos" que nos quieren imponer, pero, estos intermediarios silenciosos son criticados porque no se pronuncian en un sentido u otro. Por ejemplo contra el racismo, decía Martin L. King que "al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos sino el silencio de nuestros amigos", es decir, se produce una presión de polarización sobre las personas no activas. Se sienten presionadas e infelices bajo la presión de elegir bando. No quieren esto en absoluto aunque estén involucrados con matices. Algunos son indiferentes. Y ¿quién aporta combustible?, además de los políticos interesados, pues los medios de comunicación. La mayoría de los medios de comunicación desempeñan un papel importante, aportan mucho combustible a la polarización; antes solo existían las noticias de las ocho de la mañana, actualmente tenemos combustible todo el día, radio, tv, prensa escrita y digital y sobre todo y especialmente las redes sociales. En definitiva, se trata de equilibrio entre que nos estamos haciendo unos a otros en este país y/o nos estamos haciendo lo suficiente unos a otros. Equilibrio entre polarización y despolarización.

La tercera consideración que me gustaría analizar es consecuencia del segundo punto de inflexión detectado con la aprobación de la Ley de Memoria democrática de P. Sánchez en el 2022 y es el incremento potencial, debido a la inacción de la mayoría y tras verse autorizado por la desafección de los "intermedios" o no polarizados y su cada vez más creciente impunidad frente a sus acciones. Hemos verificado el excesivo e incremental presidencialismo practicado por P. Sánchez, demostrando que esta presidencia moderna divide, no une, concentrando vastos poderes nuevos en el poder ejecutivo. 

Este presidencialismo ha desplegado sus poderes ampliados para imponer acuerdos forzosos sobre cuestiones muy controvertidas y de amplia carga moral sobre las cuales los españoles deberían tener la libertad de discrepar. Amparado en la llamada guerra cultural  todas las disputas en la vida política española que han involucrado valores morales profundamente arraigados han sido cercenadas a medida que el poder presidencial ha ido creciendo.

La llamo la Presidencia Administrativa Imperial de P. Sánchez ya que este presidente ha acumulado un poder significativo sobre la política regulatoria haciendo de la actividad regulatoria una extensión de la agenda política del presidente; nuestro diseño constitucional requería de un amplio consenso para cambios políticos de envergadura pero ahora el presidente puede adoptar tales cambios unilateralmente. Además, los cambios legales realizados por decreto presidencial (Decreto Ley) pueden permanecer mientras el presidente ocupe su cargo, incluso después. El presidente, ahora, disfruta de un amplio poder para  hacer lo que le plazca a menos que el Congreso pueda reunir una súper mayoría para detenerlo. Esto hace que todo el debate sobre polarización, factor muy importante, ha deformado nuestra estructura de gobierno nacional, generando una tendencia hacia un gobierno unipersonal que intensifica la furia partidista y la hace más peligrosa. Opino que deberíamos transitar en la dirección opuesta, limitando el daño que pueden causar los presidentes, reduciendo los riesgos y frenando su capacidad para hacer leyes de un plumazo. 

Volviendo a los dos puntos de inflexión antes descritos, y para ir terminando, podemos concluir que tanto Rodríguez como Sánchez han sido los tontos útiles y el partido Socialista el brazo ejecutor necesario utilizados instrumentalmente por pequeños partidos comunistas y separatistas que no suman más del 5% de representación social. Debido a su falta de ideas y debate ideológico el PSOE ha abrazado la ideología comunista y adoptado sus políticas. 

Recordemos que "una mentira puede viajar por medio mundo mientras la verdad todavía se está poniendo los zapatos".


P.D. Para terminar me hago unas preguntas sobre el reciente escándalo del buque carguero que iba a hacer escala en el puerto de Cartagena y que la presión de partidos comunistas como el de I. Errejón y Yolanda Díaz no le han permitido. ¿Cómo sabía Errejón el contenido de la carga del buque? ¿Qué país extranjero les había informado de la carga de armas y de la escala? ¿Idem. de la procedencia y destino final del buque? ¿Por qué pensaba Y. Díaz que el destino final era Israel? ¿Qué potencia extranjera interesada les informó de todos los detalles? ¿Por qué finalmente y una vez confirmado que el destino era otro país europeo han dejado sus presiones? Si transporta armas y escala para finalizar entrega en Israel, no me gusta, pero si su destino es otro país pues que descargue las armas sin problemas. ¿Desde cuando son algunos partidillos comunistas los jueces del libre comercio internacional? ¿Desde cuándo son algunos personajes intrascendentes los jueces para sentenciar en que puerto escala o no un buque de carga? ¿Cuánto tardarán en prohibir, bajo su criterio, que es bueno  o malo para el comercio internacional? ¿Qué potencia extranjera tiene conexiones con estos personajillos y sus partidillos políticos para que sean capaces de influir en la soberanía nacional?

Ricardo Romero especialista en estrategia de impacto y sostenibilidad