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concierto especial en el deleste

The Smiths, RTVV y un periplo mexicano: 20 años de La Habitación Roja

Periodistas y músicos repasan, a través de veinte anécdotas, la trayectoria de uno de los grupos valencianos con mayor proyección

20/10/2015 - 

VALENCIA. La Habitación Roja cumplen 20 años y para celebrarlo ofrecerán un concierto especial este viernes en el festival Deleste. La banda integrada en la actualidad por Jorge Martí (voz y guitarra), Pau Roca (guitarra), Marc Greenwood (bajo), Jose Marco (batería) y Jordi Sapena (guitarra y teclados) vive uno de sus mejores momentos. Su décimo disco se publicará en 2016 y mientras llega esa fecha cuentan con una nutrida agenda de conciertos. “Lo más bonito de la historia del grupo es que el presente siempre ha sido el mejor momento”, afirma Martí, “incluso en las etapas en las que había otros asuntos que lo distorsionaban”.

El cantante de La Habitación Roja considera que “el hecho de haber cumplido 20 años no nos pone por encima del bien y del mal, pero sí nos da la oportunidad de aprovechar la situación y disfrutar de este privilegio”. “Mientras haya canciones y público seguiremos existiendo”, afirma Martí, “lo que hacemos es muy artesano. Me veo tocando dentro de otros 20 años, aunque seguramente sin dar los saltos que doy ahora”. Con motivo del aniversario de la banda, repasamos su trayectoria a través de veinte anécdotas de la mano de distintas personas vinculadas de una manera u otra al grupo. Un repertorio de vivencias y curiosidades que auguran que lo mejor de La Habitación Roja todavía está por llegar.

1. Lo que han unido The Smiths que no lo separe nadie. Los inicios de La Habitación Roja se remontan a los sótanos del cine de verano de L'Eliana. A unos locales ubicados allí acudían Jorge Martí y Jose Marco a tocar, rodeados de grupos que pretendían imitar a Reincidentes o a Soziedad Alkoholika. “No había grupos de pop, no es como ahora”, recuerda Martí. “Un día oí que alguien tocaba This Charming Man y flipé mucho”. El que versionaba la canción de The Smiths con su guitarra no era otro que Pau Roca, al que Martí entregó una cinta con las primeras canciones de La Habitación Roja, grabadas en directo. “Le dije que íbamos a montar un grupo y que me llamara, pero nunca lo hizo. Poco después me lo encontré por Valencia y le di una maqueta, que fue lo que le convenció para unirse a nosotros”. No es el único vínculo que afloró gracias a la banda de Manchester. Poco tiempo después, tras un concierto en el malogrado Arena Auditorium, Jorge Pérez (Tórtel) entablaría conversación por primera vez con uno de los miembros de La Habitación Roja. “No recuerdo quién de ellos era, pero empecé a hablarle porque llevaba una camiseta de The Smiths. Mi carrera musical se vincula mucho a La Habitación Roja y algunos de ellos son ahora mis mejores amigos”.

2. Collage para el Circuit Rock. El concierto en el Arena fue fruto de su participación en el certamen Circuit Rock de 1995, cuando todavía eran un cuarteto. La organización del concurso requería una foto a los grupos participantes, pero como La Habitación Roja se acababan de constituir todavía no tenían ninguna en la que saliera la formación al completo. Como solución, enviaron un collage con cuatro fotos pegadas, una de cada integrante. La de Roca, por ejemplo, se la había hecho su madre en Altea. Durante el concurso, el actual responsable de la promotora Tranquilo Música Juan Enrique León les dijo: “no vais a ganar, pero lo habéis hecho muy bien”. Se equivocaba, ya que resultaron vencedores junto a las bandas Ciudadano López y Alternative Scream.

 3. Enfrentamientos políticos. Poco después del Circuit Rock se celebró una comida a la que asistieron, además de los músicos, algunos de los impulsores del certamen como el entonces director del IVAJ Chimo Lanuza, de Unió Valenciana, o Jesús Wolstein, quien más tarde sería director general de Ràdio Nou y director de comunicación del Valencia CF. La Habitación Roja se la tenían jurada a Wolstein. “Nos ninguneó, siempre nos hacía tocar los primeros porque consideraba que éramos demasiado contestatarios”, recuerda Martí, que durante el transcurso de la comida le cantó las cuarenta. “Ponían dinero para el Circuit Rock pero luego no se preocupaban por la música. La cosa llego a un nivel bastante alto de tensión”, explica el cantante.

Siguiendo en esta linea, el grupo nunca ha rehuido los temas polémicos. “Siempre nos hemos significado cuando algo no nos ha gustado. Nos hemos metido mucho con Rita Barberá, hemos desarrollado prácticamente toda nuestra carrera bajo el mandato del PP, mostrando nuestra oposición”, afirma Martí. Tanto es así que cuando en 2013 Santiago Auserón protestó por la cancelación de un concierto de su proyecto Juan Perro en la Feria de Julio, alegando que se debía a razones políticas, el Ayuntamiento de Valencia respondió con un comunicado en el que defendía la pluralidad del cartel poniendo como ejemplo la actuación de La Habitación Roja, que según el consistorio había hecho campaña por la candidata socialista Carmen Alborch. “No es verdad, simplemente acudí a una presentación suya a titulo personal”, explica Martí, “estamos de acuerdo con algunas de las cosas que ha hecho Compromís y nos gusta Joan Ribó, pero no somos de nadie”.

4. De L'Eliana a La Rioja. En 1997 el grupo actuó en el festival Ballantines Urban High que se celebró en el Puig, en el que compartían cartel con grupos como Prodigy, Skunk Anansie o unos Dover en estado de gracia tras el éxito de Devil Came to Me. “Nuestro técnico decía que aquella mesa de mezclas era demasiado para nosotros, no la entendía, y llevábamos cables para los instrumentos de tres metros que no llegaban al escenario”, recuerda Martí. Para colmo, cuando accedieron al camerino se dieron cuenta de que los habían rebautizado. Un rótulo en la puerta rezaba “Los Habitación Rioja”.

5.“Pareixem els Beatles”. La presentación del primer disco de La Habitación Roja, y por ende el abandono de su etapa maquetera, se produjo en la sala Roxy de Valencia. Sin saber muy bien qué esperar, el grupo se encontró frente a unas 400 personas que conocían sus letras y se entregaron a su música desde el primer acorde. En mitad de la actuación, el entonces bajista del grupo Juanjo Espinosa le comentó a Martí emocionado: “Pareixem els Beatles, no se'ns escolta!”.

6. En pie contra la homofobia. Otro de los conciertos de La Habitación Roja en la sala Roxy se produjo en el contexto de una fiesta que celebraba un canal de televisión musical en la que también participaban, entre otros, el ya por entonces grupo de culto Gigatrón. Martí recuerda que la sala estaba repleta de heavies. En el momento de su actuación, una parte significativa del público empezó a lanzarles cosas y a increparles al grito de “maricones”. Roca, comprometido con la causa LGTB, hizo un discurso en contra de la homofobia y la intolerancia. Pero Martí, cansado de los abucheos, decidió salir por la tangente y espetó: “¿Sabéis qué os digo? Que soy gay y estoy orgulloso de ello”. Un tiempo después, una estudiante erasmus de Noruega escuchó en la cafetería de la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València una conversación sobre la homosexualidad del cantante de La Habitación Roja. No dijo nada a pesar de ser la entonces novia y actual mujer de Martí. “Los noruegos son muy discretos”, bromea el cantante.

7. Un mal comienzo. Sergio Vinadé formó parte del mítico grupo El Niño Gusano y en la actualidad toca en Tachenko, bandas que siempre han mantenido una relación estrecha con La Habitación Roja. De hecho, Vinadé formó junto a Pau Roca y otros músicos en 2006 el proyecto Fantasma #3. Pero antes de eso, el de Zaragoza había trabajado como road manager para el grupo valenciano, una colaboración que empezó de una manera un tanto agitada. “El primer día que curraba con ellos, tuvimos un pequeño accidente con el coche saliendo de Valencia de camino a La Coruña. A pesar de ello, confiaron en mí y seguí trabajando”, recuerda Vinadé.

8. Turismo sanitario. No fue el único disgusto que les trajo Galicia. En una gira que les llevó a Vigo, el grupo aprovechó el tiempo libre para hacer un poco de turismo y comerse unas ostras en el conocido Mercado de la Piedra. Resultado: una colosal indigestión. “Empezamos a ponernos malos uno tras otro, todos menos nuestro batería. Durante el concierto de esa noche paramos varias veces para poder ir al baño, estábamos con diarrea y fiebre”, recuerda Martí. Al finalizar la actuación, volvieron a la pensión donde se alojaban, pero en mitad de la noche no tuvieron otra que acudir al hospital, donde permanecieron ingresados en camillas y con goteros durante 6 o 7 horas, toda una estampa. Al día siguiente, el trayecto Galicia-Valencia, que hicieron de un tirón, fue uno de los peores viajes que recuerdan.

9. RTVV: la sintonía que nunca fue. Al periodista Paco Ballester, ex-trabajador de Radio Televisió Valenciana, era fácil verlo por las instalaciones de la televisión pública con camisetas de La Habitación Roja. “Por aquel entonces, para cada programa nuevo que perpetrábamos proponía como sintonía James Stewart. Nunca hicieron ni puñetero caso a mi propuesta, pero sigo pensando que sería una sintonía cojonuda”, relata Ballester. Una mancha más en el historial del ente.


10. Largas colas bajo el sol de agosto. Pedro Vizcaíno, director de Grabaciones en el Mar, el sello en el que debutaron La Habitación Roja, destaca que ha conocido “a muy pocos grupos tan decididos a luchar y a vivir de la música. Se sobreponían a cualquier tipo de dificultad”. Vizcaino recuerda, como muestra del tesón de la banda, una firma de discos durante el FIB de 2001, donde presentaban el EP Ciudad dormitorio: “estuvieron firmando casi tres horas, con mucho calor. No se quejaron en casi ningún momento. Vendimos más de 400 discos y, aunque era otra época, eso no lo conseguían todos los grupos”.

11. Tiembla el suelo de La Habitación. Precisamente durante esas fechas la formación atravesaba uno de sus peores baches. “Estuvimos a punto de dejarlo después del tercer disco”, admite Martí, que explica que el grupo sentía una gran frustración por las altas expectativas que habían generado. El periodista Eduardo Guillot, colaborador de esta casa, recuerda que “en 2003, alguien que por aquel entonces estaba muy próximo a La Habitación Roja llegó a asegurarme que no grabarían más discos. Que 4, el que estaba a punto de salir, probablemente sería el último. Sus razones tendría para decir algo así, pero han pasado doce años y no solo continúan en activo, sino que se han superado con cada nueva grabación, aumentando tanto su público como su prestigio crítico”.

12. Codeándose con los más grandes. El fichaje de La Habitación Roja por el sello Mushroom Pillow, además de enterrar las crisis internas, les permitió desplazarse a EEUU para trabajar con el reputado productor Steve Albini en su álbum de 2005, Nuevos tiempos. Albini, que pronto les cogió confianza, les contaba anécdotas de grupos como Pixies o Nirvana. En ese mismo estudio habían grabado recientemente, entre otras muchas bandas, The Breeders o Iggy Pop, de quién Jorge Martí se hizo con una letra original con la condición de no venderla en eBay. La Habitación Roja grabaron su material sobre unas cintas que llevaban escrito el nombre de Billy Corgan, ya que Albini se las había comprado al líder de The Smashing Pumpkins.

13. Una foto inoportuna. En una de sus estancias en EEUU, Albini les invitó a un concierto benéfico que organizaba su mujer al que asistieron unas 200 personas. Actuaba Jeff Tweedy, que durante su show expresó lo mucho que le molestaba que el público se dedicara a hacer fotos y vídeos con sus móviles en vez de disfrutar de la música en directo. Justo después de pronunciar esas palabras, Jose Marco hizo una foto con flash que no le sentó nada bien al líder de Wilco. Pero el batería de La Habitación Roja tenía una buena excusa: no entendía ni papa de inglés.

14. Valencianos perdidos en México. El fichaje de Mushroom Pillow permitió a La Habitación Roja también hacer giras internacionales, pero su primera estancia en México resultó bastante accidentada. Cuando el promotor de uno de los conciertos que realizaron en ese país los llevaba en coche, les paró la policía y el conductor dio positivo en un control de alcoholemia. Ni corto ni perezoso, el chófer ebrio le pidió al grupo el dinero que habían ganado con la actuación de esa noche con la excusa de sobornar a los agentes. Resignados, no tuvieron otra que aceptar y seguir con la gira por su propia cuenta.

15. De Monterrey a Durango en un autobús de linea. Debido a este incidente, parte de los desplazamientos posteriores los realizaron en un autobús de linea. Marisa Moya, en aquel momento jefa de producción de Artica (parte de Mushroom Pillow), les acompañaba durante el viaje. “Fuimos unos campeones”, afirma, “estuvimos 12 horas como mínimo cargados con todos los instrumentos en aquel autobús que de vez en cuando paraba y se subía a él gente vendiendo tortitas. El día anterior había habido un tiroteo en esa zona y estábamos algo asustados”.

16. La metamorfosis de Martí. Quique Medina, director de comunicación de La Rambleta, conoce tan bien al grupo que se plantea escribir un libro sobre ellos. De hecho, hace poco estuvo tres semanas conviviendo con ellos durante una gira, lo que le permitió acercarse más a los miembros de la banda. “Me tocaba dormir con Jorge Martí. De él me llama la atención que durante los días de concierto está muy concentrado y muy serio, a veces hasta un poco irascible. Luego, cuando sale al escenario, se transforma en uno de los mejores frontman del país, con mucha energía y adrenalina. Y después de la actuación sale el Jorge que conoces, el de siempre, relajado y dicharachero”.

17. El ying y el yang. Medina considera que las diferentes personalidades de los miembros del grupo crean un equilibro difícil de romper. De acuerdo con las descripciones del periodista, Greenwood es “un hombre que parece muy frío y sin embargo es cariñoso y tiene un humor muy peculiar”. Marco es “el alma de la fiesta, la naturalidad, la alegría, una persona sencilla”. Sapena es el miembro menos veterano, pero para Medina “parece que lleve toda la vida y es imprescindible, un pilar fundamental por su humor y su sencillez”. Medina define a Roca como “un ser exquisito, muy atento, cuidadoso y perfeccionista”. Para el periodista, Roca y Martí tienen un carácter muy diferente, más reservado el primero y hablador el segundo, pero se complementan a la perfección.

18. 5+1+1. Medina apunta también que hay dos figuras muy importantes para el grupo, aunque no formen parte de su núcleo. Por un lado, su road manager Víctor García, que “es uno más, les cuida mucho y hace el trabajo de dos o tres personas”. Por otro, Luis Martínez, su técnico de sonido, que a pesar de acompañarlos desde hace solo un año “ha revolucionado el sonido del grupo y se ha convertido en una persona con mucho peso en las decisiones, ya que ha encajado muy bien en su filosofía”.

19. Concierto sorpresa en la piscina. La pasada edición del festival Contempopránea, que se celebra en Extremadura, rendía homenaje a La Habitación Roja y todos los grupos del cartel hicieron en directo una versión de la banda valenciana. La organización había preparado también un concierto suyo sorpresa. Pero además, por iniciativa del grupo, ofrecieron una segunda actuación en la piscina del recinto al día siguiente. Agustín Fuentes, director del festival, admira esta propuesta: “la mayoría de grupos vienen a lo que vienen. Fue muy cercano y familiar, el público les sugería canciones e hicieron varias versiones. No me imagino a otros grupos de su nivel haciendo algo así. Lo que se valora es que la banda mantenga esa actitud de cercanía”.


20. Common People. Si en algo han coincidido todas las fuentes consultadas, es en destacar la humildad y la sencillez de los componentes de La Habitación Roja, algo no tan habitual cuando se alcanzan unas cuotas de éxito tan elevadas. Así, por ejemplo, el periodista Rafa Rodríguez (Verlanga), remarca la naturalidad con la que la banda interactuaba con el público en una firma de discos reciente: “cuando uno se ha cruzado con algún que otro mentecato que se cree el rey del rock porque toca en un grupo, se agradece comprobar que músicos que podrían haber perdido el norte por el alcance de su carrera, se comportan como gente normal con los pies en el suelo”. No hay duda de que el carácter sencillo y accesible del grupo ha sido, junto al trabajo y la constancia, una de las causas de su éxito y sin duda garantizará su pervivencia por muchos años más.

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