Parte del equipo de Therminer.VALÈNCIA. Therminer, Mejor Startup Seed en la última edición de los VLC Startups Awards, galardones impulsados por el Ayuntamiento de València, a través de València Activa, ha diseñado un sistema de refrigeración líquida para procesadores informáticos que permite recuperar más del 90% de la energía consumida en forma de agua caliente lista para consumir. Instalando nuestros sistemas en un edificio, ya sea residencial o industrial, con el número de servidores adecuado, podemos energía térmica reciclada al mismo, sustituyendo los consumos de las caderas convencionales previas. “Therminer es mucho más que una startup. Para nosotros es la vía que hemos encontrado para aplicar eficiencia y sentido común, como solución a ese problema que detectamos. Podemos dedicarnos a lo que nos gusta y dar rienda suelta a nuevas ideas que transformen el mundo, a través de una tecnología que de otro modo no vería la luz”, afirma Gonzalo García, fundador junto con Aarón Molina, de Therminer.
Los objetivos que persiguen son claros: reducir el consumo energético en los centros de datos y aprovechar todo el calor generado para sustituir fuentes de producción de calor como calderas de gas o gasóleo en residencias e industria. Además, alimentando estos centros de datos con energía renovable consiguen que ambos procesos sean completamente neutrales en emisiones de carbono y desplazan a los combustibles fósiles, contribuyendo a la transición energética y a los objetivos de desarrollo sostenible.
Gonzalo García explica que existen centros de datos de todos los tamaños: pueden alojarse en un pequeño armario, en una habitación o en un edificio entero. Contienen procesadores informáticos y permiten que, por ejemplo, una aplicación móvil o un servicio en la nube funcionen tal y como los conocemos. “Esa nube existe de forma física, solo que no la tenemos instalada en nuestros ordenadores directamente, y al igual que un ordenador, desprende algo de calor; estos centros de datos son una potente fuente de producción de calor”.
De hecho, cuando hablamos de digitalización, hablamos de tomar mejores decisiones y hacer un uso más eficiente de los recursos que nos permitan ser más sostenibles. “Sin embargo, no conocemos el crecimiento de consumo energético que conlleva, sustentado por una creciente infraestructura de centros de datos, donde solo la inversión en España podría alcanzar los 6.000 millones de euros durante los próximos cuatro años. Así concebimos Therminer, con el reto de llevar la economía circular a los centros de datos, reutilizando todo ese calor residual y dándole una segunda vida. Podemos, por ejemplo, sustituir la calefacción de una vivienda por uno de nuestros sistemas”.
La idea surgió un invierno, hace poco más de dos años. Tras montar unos servidores en el garaje, se dieron cuenta del calor que hacía allí. “Descubrimos que no solo se generaba una gran cantidad de calor, sino que además se precisaba de más energía para mantenerlos refrigerados. Al mismo tiempo, subías a casa con frío, y calentar tu habitación exigía un fuerte consumo, especialmente durante los meses de invierno. Ahora, súmale la situación actual, dónde calderas de gas y gasóleo encarecen el acceso a la calefacción y el agua caliente. Así que fue una decisión de sentido común: tratar de utilizar lo que algunos consideran un desperdicio, para alimentar una necesidad, mientras reducimos el consumo en ambos procesos y utilizando una sola fuente de energía”, explica el socio fundador de Therminer.
Así, tras un primer estudio de viabilidad y preparación del plan de negocio inicial, se lanzaron al mercado. Empezaron Gonzalo y Aaron, "con un prototipo mucho más básico y cuyo rendimiento y funcionamiento hemos conseguido perfeccionar, adaptándonos a lo que el mercado necesita y resolviendo problemas a la gente”. Después realizaron varios pilotos, entre ellos una vivienda unifamiliar con placas solares, en la cual se realizó una instalación de 4,5 kW de potencia, usada en invierno para agua caliente y calefacción y en verano para agua caliente destinada principalmente al acondicionamiento de una piscina de más de 60 m3. Con este piloto, ya dejaron de emitir más de 5.000 Tm de CO2 a la atmosfera al año. “Ese fue el punto de partida que nos permitió seguir evolucionando hasta el punto en el que estamos. Sin embargo, creemos que todavía nos queda mucho recorrido y por ello seguiremos dedicándole más trabajo y dedicación, ahora acompañados por un equipo diverso y equilibrado que confiamos en seguir ampliando”.
Gonzalo García define estos dos años, “que han tenido mucho trabajo, con muy buenos momentos y con otros no tan buenos”, como de aprendizaje, ya que han tenido la oportunidad de conocer a grandes profesionales en varios programas por los que han pasado a nivel nacional, e incluso desplazarse a la Universidad de California en Berkeley, uno de los mayores focos de inversión y desarrollo de tecnologías a nivel mundial. También han sido dos años de crecimiento, por ejemplo, han explorado nuevas oportunidades de negocio en Brasil y en 2022 han cerrado el mayor proyecto industrial hasta la fecha, con 80kW térmicos instalados y 200 kW solares.
Además, el galardón de la última edición de los VLC Startups Awards ha supuesto no solo un reconocimiento al trabajo que vienen realizando estos dos años, “se ha convertido en una gran oportunidad de mostrar la tecnología que tenemos detrás y todo lo que podemos llegar a conseguir con ella”.
En ese sentido, Gonzalo García apunta que Valencia presenta una perfecta coyuntura, “ya que no solo ha sido reconocida como capital verde europea, demostrando los esfuerzos que se vienen realizando en materia de medio ambiente, sino que se encuentra entre las tres capitales europeas a la innovación. Las diferentes entidades dentro del ecosistema valenciano también están apostando por el talento local, y fruto de ello son los diferentes procesos lanzados para conseguir que las empresas innovadoras contribuyan y tengan voz para solucionar los retos que se presentan. Nosotros, ya nos hemos postulado como solución a estos retos, con una fuerte apuesta por soluciones circulares, sociales y sostenibles”.
Ahora miran a 2023 con mucho optimismo, “hemos empezado el 2023 muy fuertes con todos los proyectos que tenemos en el horizonte y están por venir”. Así por ejemplo, están trabajando en el terreno de las calefacciones residenciales, “donde creemos que podemos aportar mucho valor, especialmente en los momentos que estamos atravesando, donde los costes energéticos y la calefacción son una preocupación creciente. Por otra seguimos conectando y estudiando con potenciales usuarios de este calor reciclado, como podrían ser residencias de estudiantes, hoteles, piscinas climatizadas o gimnasios, además de los usos específicos que estamos detectando en la industria”.
A ello se suma que en materia de desarrollo, y como uno proyectos de innovación orientados a la Misión Climática València2030, “continuamos con una hoja de ruta clara, para generar calor de mayor calidad y mayor temperatura, a través del cual también se pueden abrir las puertas a nuevos mercados. Dentro de esta hoja de ruta se recogen también proyectos piloto con nuevas aplicaciones y adaptaciones a un mayor número de centros de datos, contribuyendo de manera activa a la descarbonización de las ciudades y alineados con los objetivos perseguidos por el pacto verde europeo”.
