VALÈNCIA. Antonio Tirado, ex vicepresidente de Bancaja y Banco de Valencia, se sacudió este jueves cualquier responsabilidad en la crisis que derivó en la intervención, rescate y posterior venta del banco valenciano a Caixabank por un euro. Lo hizo durante su declaración en la Audiencia Nacional como investigado en la causa abierta por la denuncia contra el antiguo consejo de la entidad por un presunto delito de falsedad contable.
Tirado, que el pasado mes de septiembre ya declaró en la Audiencia Nacional por las operaciones de Bancaja en el Caribe –el conocido como caso Grand Coral–, atribuyó al exconsejero delegado de Banco de Valencia, Domingo Parra, la ocultación deliberada de la verdadera situación de la entidad meses antes de su caída.
Según fuentes conocedoras del contenido de la declaración, Tirado dijo ante el juez Santiago Pedraz que no estuvo informado de ninguna de las inspecciones realizadas por el Banco de España en los meses previos a la intervención de la entidad de la que era vicepresidente ni del resultado de las mismas.
Tirado, exalcade de Castellón por el PSOE, remarcó ante el juez que su nombramiento en la entidad financiera no respondía a ninguna cuota política. También aseguró que los consejeros del banco se enteraron en octubre, un mes antes de la intervención, de la verdadera situación. "Todos se quedaron consternados", explicó.
"El consejero delegado nos mintió", se excusó Tirado durante su declaración. Según dijo, era Domingo Parra quien llevaba las reuniones con el Banco de España pero no informó de ellas al consejo.
Pedro Muñoz, exvocal de Banco de Valencia en representación de Montepío Loreto, también declaró este jueves y sostuvo que no estaba informado de nada, que no sabia nada de las reuniones del consejero delegado con la Inspección del Banco de España y que al consejo no se le informó de las actuaciones de la inspección.
Muñoz aseguró que Domingo Parra era una personas "de prestigio" y, como tal, confiaba en él. A su juicio, la mayor responsabilidad en la caída del Banco de Valencia fue del Banco Financiero y de Ahorro (BFA), matriz de Bankia a la que Bancaja trasladó su participación en el banco valenciano pero que se negó a darle apoyo financiero.
El exconsejero también dijo que la caída del Banco de Valencia le provocó 30 millones de pérdidas a su empresa.
Mientras, Marita Boluda, compareció en la Audiencia Nacional y solo contestó a las preguntas del fiscal y a su abogado. Boluda recordó que era nieta del fundador y que, como tal siempre había estado ligada al banco valenciano. Aseguró que la desaparición de la entidad, cuyos problemas dijo desconocer, la dejó en un estado de shock en el que aún sigue.