VALÈNCIA (EFE). Los trabajadores de Kamax, industria de Museros de tornillería para la automoción, han iniciado este miércoles una huelga indefinida que ha sido secundada por la práctica totalidad de la plantilla, con lo que toda la producción en el turno de la mañana está paralizada y no hay tráfico de carga y descarga.
El Comité de empresa, formado por STM-IV, UGT, CCOO, CSIF y un delegado independiente -este último se ha desmarcado de la huelga-, ha destacado el seguimiento de la convocatoria de paro, que ha comenzado con el turno de la mañana a las 5.30 horas, según fuentes del STM-IV, que preside este órgano.
Kamax ha informado de que esta tarde mantendrán una reunión con los representantes de los trabajadores, que reclaman la aplicación del acuerdo de 2004 en el actual Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, por incluir una serie de mejoras, y rechazan las condiciones de indemnización de 20 días por año planteadas para un ERE que propone 49 despidos.
El STM espera, ante la reunión de esta tarde, que la empresa "recapacite y presente una propuesta que demuestre respeto y ponga en valor a esta plantilla, que es la verdadera responsable de los éxitos y resultados de la empresa", según un comunicado de este sindicato.
El ERTE está previsto hasta el 30 de septiembre y los 250 trabajadores de plantilla trabajan en días alternos, en función de las necesidades.
Ante la convocatoria de huelga, la dirección de Kamax ha pedido seguir negociando ante la caída de ventas por la pandemia de la covid-19 y ha ofrecido complementar la percepción del desempleo durante el ERTE hasta cantidades perfectamente homologables con las empresas del entorno y situación.
Además se ofrecen indemnizaciones a los empleados que entrarían en el ERE (con independencia de que después se reincorporen si la actividad se recupera), igual o superiores a las previstas en la legislación vigente, según fuentes de la dirección.
La empresa argumenta también que la carga de trabajo estimada para el año próximo será del orden de un 35 % inferior a la previa a la pandemia. En términos de plantilla esto supone un excedente de 75 empleados.
La empresa propone también realizar prejubilaciones, reducir la plantilla con el compromiso de reingreso en la medida que la carga de trabajo se recupere y formalizar un ERTE complementario a las medidas anteriores.
La productora de tornillos destinó a reservas sus ganancias de 2015 tras haber repartido ese año 2 millones de dividendo