CASTELLÓ. La patronal estatal de exportadores de cítricos alerta del riesgo a que el Ministerio de Agricultura va a exponer al sector por el traslado que va a realizar de los laboratorios de detección de plagas a un único lugar, en Lugo. En opinión del Comité de Gestión de Cítricos (CGC) esto es un "grave error" y un "despropósito", según señala su directora, Inmaculada Sanfeliu. Y así se lo van a trasladar al propio ministro, Luis Planas, este jueves.
De hecho, en la reunión que la semana pasada celebraron en Berlín cuatro destacados empresarios citrícolas con el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, y en la que solicitaron que medien para integrar al CGC en el Institut Valencià d'Investigacions Agràries (Ivia), aquellos también pidieron a los responsables políticos ayuda para evitar el traslado de los centros de investigación. No en vano, esto supondrá el desmantelamiento progresivo y el cierre dentro de unos años de cuatro laboratorios de la Comunitat, dos ubicados en el propio Ivia y otros dos en el Instituto Agroforestal del Mediterráneo que alberga la Universitat Politècnica de València.
Y es que el lugar escogido -que se convertirá, de continuar con las intenciones del Ministerio, en un único Laboratorio Nacional de Referencia en Sanidad Vegetal- está actualmente orientado hacia "temas de seguridad alimentaria y referidos al sector lácteo, por lo que deberá reconvertirse", apunta Sanfeliu. Esto puede conllevar la pérdida de "un gran know how acumulado" de los centros valencianos y los otros dos madrileños que está previsto desmantelar, que trabajan "en zonas productoras", al contrario de lo que sucederá con el centro gallego.
Y es que los laboratorios valencianos, señalan desde la patronal citrícola, se dedican, por ejemplo, a analizar muestras de frutas y hortalizas sospechosas de hospedar la bacteria más mortífera de los cítricos -el HLB o dragón amarillo-, la del almendro y el olivo -Xylella fastidiosa- u hongos como la mancha negra, una de las enfermedades de las que más interceptaciones se producen cada año en los puertos de toda Europa y que todavía no está en España.
De hecho, desde el CGC señalan que la agrupación de los laboratorios en Lugo, donde no tienen la experiencia de los centros valencianos en la detección de estas plagas, puede suponer más facilidades a los exportadores citrícolas de terceros países para situar su fruta en Europa y en España.
En este sentido, la patronal estatal vincula la decisión con la intención de su homóloga sudafricana, la Citrus Growers Association, de remitir más fruta a través de puertos como el de Vigo una vez superadas las trabas que en su día existieron para la entrada de fruta debido, precisamente, a las trabas fitosanitarias, con interceptaciones confirmadas, precisamente, en los laboratorios valencianos.
"Exportadores de cítricos como los sudafricanos, que habían decidido dejar de operar con los puertos españoles por discrepancias con la Inspección Fitosanitaria española del puerto de Vigo en 2014 por la interceptación de naranjas asintomáticas sospechosas de padecer mancha negra acortarán a partir de ahora plazos al poder remitir las muestras a Lugo, con personal sin experiencia y mucho más próximo", explica Sanfeliu.
Entre los exportadores foráneos, la patronal española también cita a Argentina o Brasil, países que cada año remiten partidas de fruta con diversas enfermedades. Asimismo, el CGC recuerda que la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Estado (Aniade) presentó meses atrás una protesta formal contra el propio Ministerio de Agricultura y emprendió acciones legales por la designación de una veterinaria como coordinadora regional de Sanidad Vegetal de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, una candidata "sin el reconocimiento necesario para realizar controles fitosanitarios ni la trayectoria profesional en la materia", señalaron.
Por todo ello, el CGC pide a Planas que dé marcha atrás en sus intenciones, que fueron anunciadas el pasado 16 de enero sin comunicárselo antes a los laboratorios.
En este sentido, el senador de Compromís, Carles Mulet, ha preguntado este jueves al Gobierno por esta decisión. Para Mulet, las pretensiones de esta decisión, “disfrazada de una supuesta política de descentralización institucional”, son centralizar la sanidad vegetal en Lugo, lo que supone desmantelar dos secciones del IVIA y otras tantas de la Universitat Politècnica de València. “Queremos saber si la apuesta por la citricultura valenciana del actual gobierno va a ser desmantelar sus laboratorios”, ha indicado el senador de la coalición.
Para Mulet, “el ministro Luis Planas demuestra "no tener la más mínima sensibilidad por el sector citrícola" al atacar la I+D+I valenciana y la agricultura mediterránea para reubicarla en autonomías que son "especialmente mimadas por el Ministerio en cuanto a precios y atención a sus problemas”.