VALENCIA. Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, manifestó públicamente este jueves que queda margen -y mucho- para más fusiones bancarias en España. Lo hizo dentro durante el XII Encuentro del Sector Bancario organizado por el IESE y EY. El número dos del regulador español hizo referencia a algunos retos que afronta la banca, entre ellos la revisión de la supervisión y la reforma del sector de las cooperativas de crédito, que “son pequeñas y no tienen esquemas de mutualización del riesgo”, por lo que “deberían acercarse a las mejores prácticas” de los países del entorno de España como Italia, Holanda, Alemania o Francia.
Un mensaje que llega tres años después de que el actual ministro de Economía, Luis de Guindos, anunciara "una actualización del régimen jurídico de las cooperativas de crédito". La ausencia de un Gobierno en firme durante diez meses ha frenado una reforma impuesta por Bruselas en el rescate bancario español, pese a que el titular de Economía manifestara entonces que "como último eslabón de la reforma de las entidades, les anunció que el Gobierno realizará en los próximos meses una actualización del régimen jurídico de las cooperativas de crédito".
El mensaje del 'número dos' del Banco de España, que deja el cargo a partir del próximo euro para presidir el Instituto de Estabilidad Financiera del Banco de Pagos Internacionales siendo sustituido por Javier Alonso, aviva el interés por acometer la reforma del sector cooperativista. Aunque la empresa no va a resultar fácil porque se trata de un sector que ha hecho los deberes durante la crisis -salvo casos aislados como la quiebra de la rural conquense de Mota del Cuervo- y, además, hablamos del último reducto bancario en pequeñas poblaciones.
"Llevamos tres años escuchando la misma cantinela de la reforma cooperativista cuando no hemos dado problemas, no hemos recibido ni un euro en ayudas y damos capilaridad al sistema financiero. ¿Quién le va a dar servicio a todos esos pequeños municipios que solo les queda una caja rural?", se preguntan fuentes cooperativistas consultadas por este diario. "Hay que preservar porque las rurales mantengamos nuestro espíritu, la cercanía con la gente, la vinculación... no se trata de fusionar por fusionar", añaden.
Y no les falta razón porque cada vez son más los pueblos que se han quedado sin servicio bancario tras la criba durante la crisis. Pero no es menos cierto que hablamos de cerca de 70 entidades repartidas por toda España donde casi la mitad están ubicadas en algún punto de la Comunitat Valenciana. Una veintena de ellas pertenecen al Grupo Cooperativo Cajamar; mientras el resto siguen 'solteras' pero bajo el paraguas de la Asociación Española de Cajas Rurales. Tal y como publicó este diario hace diez días, las cajas rurales de la Comunitat Valenciana redujeron un 7,2% su beneficio conjunto en los nueve primeros meses del año.
Desde Caixa Popular advierten un detalle a tener muy en cuenta "el tamaño de las entidades en ningún caso asegura su éxito, su rentabilidad y su solvencia". De ahí que no vean justificada una reestructuración del sector "que busque las fusiones para ganar tamaño". Hablamos de una entidad cuyo de modelo de banca cooperativa y social "es necesario porque es diferente. Ofrecemos un modelo de banca próxima a las personas, a su realidad y a su entorno dando cobertura a poblaciones donde los grandes bancos no se plantearía tener oficinas."
La banca de Caixa Popular es "colaborativa y participativa, con arraigo al territorio y en la que, por supuesto, los clientes son el eje de nuestra gestión y nosotros debemos prestarles soluciones financieras eficaces". Un modelo que les llevó a aumentar en casi un 10% el beneficio de enero a septiembre de este año superando los 4,1 millones de euros.
Lo cierto es que mientras en España todavía no ha comenzado el 'baile' de fusiones en el sector cooperativista, otros países del entorno ya lo han hecho. Y ahí están los casos de Holanda, que fusionó todas sus entidades en una sola entidad (Rabobank); Alemania, con el 'enlace' entre el DZ Bank y WGZ Bank, los dos principales bancos cooperativos; o incluso Italia. Países a los que el Ignacio Restoy se refirió este pasado jueves para advertir que las rurales españolas "deberían acercarse a las mejores prácticas" de esos países.