Según una encuesta de buenas prácticas en las empresas valencianas, realizada por Casa Caridad y AED, más del 90% de los ejecutivos cree que su empresa se gestiona con criterios éticos y declaran que les gustaría que su empresa revertiera los beneficios en investigación e integración social
VALÈNCIA. (EP). Más de la mitad de las empresas cuenta con un código ético o una guía de buenas prácticas, aunque ello no impide que el 73% de los directivos se enfrente a dilemas éticos en su gestión y los resuelvan "libremente", según se desprende de la encuesta sobre Buenas Prácticas en la Gestión que han realizado la Asociación Española de Directivos (AED) junto a Casa Caridad.
La presidenta de la AED en València, Amparo Bertomeu, ha presentado los datos y ha subrayado la labor "fundamental" que tienen los directivos para las buenas prácticas. Por su parte, Luis Miralles, presidente de Casa Caridad, ha destacado el papel protagonista que tienen que tener las empresas en la erradicación de las desigualdades.
La muestra, realizada a un centenar de ejecutivos, refleja que los problemas laborales son la principal preocupación ética de los directivos para el 41,2% de los encuestados, muy por encima del resto de áreas y actividades, como la asunción de riesgos financieros (14,5%), la gestión de proveedores (12,2%), la contratación con la administración pública (9,9%), la prevención de riesgos laborales (5,3%) o la gestión de clientes (3,8%).
Como se ve, la relación con los stakeholders o afectados por la actividad de la empresa es una de las primeras inquietudes de los ejecutivos. De hecho, la gestión de los recursos humanos, los proveedores y los clientes concentran más de la mitad de los dilemas éticos de los directivos.
No obstante, la resolución de estas disyuntivas sí depende principalmente de ellos. Así, el 78,4% afirma que responde libremente a los conflictos éticos con los que se encuentra, "sin estar condicionado por la empresa".
Para una amplia mayoría (94,7%), su empresa se gestiona con criterios éticos, de los que hace partícipe a todos los empleados (92,5%). Pese a ello, sí creen que hay posibilidades de mejora en ámbitos de comunicación al exterior e internamente, en acciones de voluntariado corporativo, RSC y en conciliación familiar y laboral.
Respecto a la implicación de sus empresas con el resto de la sociedad, las preferencias de los ejecutivos a la hora de revertir los beneficios son la investigación y la integración social, prácticamente a partes iguales. La mitad restante se reparte entre infancia, discapacidad y medio ambiente, aunque en las respuestas espontáneas de los participantes surgen cuestiones variadas como el apoyo al deporte base, la conciliación familiar o el fomento del emprendimiento.
Respecto al ámbito político y a la crisis de imagen que ha vivido la Comunitat, el 70% de los ejecutivos cree que está justificada, aunque la mayoría considera que no ha afectado a la imagen de las empresas. Para mejorar y revertir esa imagen proponen acciones en tres áreas: Comunicación (invertir en la imagen de marca y comunicar mejor los éxitos), Justicia (que sea ejemplarizante, actúe con rapidez y se respete la presunción de inocencia) y sobre todo, Valores (que se impulse la transparencia y la honestidad y gestión ética).
El 48,4% de los encuestados afirma que en su compañía disponen de un Plan de Responsabilidad Social Corporativa, que "comprende y afecta de forma trasversal a todos los departamentos de la empresa".