BRUSELAS. “La UE actúa como inversor con los laboratorios para investigar y producir la vacuna”. Así de categórica se mostró la Comisión Europea a través de su portavoz, ante la confirmación por BioNTech-Pfizer del retraso en la entrega de las próximas dosis de vacuna. Los Estados miembros han comenzado a protestar por el incumplimiento, tanto del precontrato firmado por la presidenta, Ursula von der Leyen, como por los contratos bilaterales subsiguientes con cada país, que no van a poder completar el calendario de vacunación establecido con carácter general a nivel europeo.
Este laboratorio fue el primero en ser autorizado para la comercialización en Europa de la vacuna contra la covid-19. Esta semana comenzaron a producirse los retrasos en la entrega de las dosis comprometidas y, ante el requerimiento de la Comisión y de los Estados miembros, BioNTech-Pfizer confirmó que aún se demoraría una o dos semanas más. La empresa alegó retrasos en la producción por la ampliación de la fábrica y porque tenían que cumplir otros compromisos con países de fuera de la Unión Europea (UE).
La Comisión ha sido muy dura al respecto y ha recordado a Pfizer que la Unión Europea ha venido prefinanciando la investigación y producción de la vacuna con dinero público y con colaboraciones con los institutos europeos de investigación, para que se pudiera cumplir en plazo con el precontrato de distribución firmado en noviembre. Desde marzo de 2020 ha financiado proyectos y laboratorios para investigación de la vacuna y de los tratamientos contra el coronavirus. Por ello, afirmó el portavoz, “seguimos en contacto constante con Pfizer para que nos den la información sobre los atrasos en las distribuciones a los Estados miembros. Tenemos que estar seguros de que la vacunación no se interrumpe por el retraso de la distribución en dos o tres semanas”.
La Unión Europea estaba colaborando desde junio con este laboratorio con ayuda financiera. En junio, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y BioNTech celebraron un acuerdo de financiación de por valor de 100 millones de euros, para permitir a la empresa ampliar su capacidad de fabricación con el fin de suministrar rápidamente su vacuna en todo el mundo. La financiación está respaldada por el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas y por el instrumento InnovFin de riesgo compartido, respaldado por los fondos Horizonte2020. Sólo con este proyecto en concreto, la UE financió a Pfizer con 30 millones de euros y otros 70 millones adicionales con el Banco Europeo de Inversiones, dentro de su programa de Refuerzo del servicio financiero para enfermedades infecciosas InnovFin (IDFF).
Posteriormente, y ante el anuncio del avance de la investigación, el 11 de noviembre, la Comisión aprobó un contrato con BioNTech y Pfizer para la adquisición de hasta 300 millones de dosis. Este contrato se amplió a 100 millones de dosis adicionales el 15 de diciembre pasado. Y el 8 de enero de 2021, la Comisión propuso a los Estados miembros de la UE adquirir otros 200 millones de dosis de vacunas, con la opción de comprar 100 millones de dosis adicionales. En total, sumarían 600 millones de dosis y otros 100 millones posibles, lo que implica la distribución actual para Europa de este laboratorio.
Éste y otros precontratos con las farmacéuticas permitieron que la Comisión presentara el pasado 17 de junio una estrategia común europea de vacunación para acelerar el desarrollo, la fabricación y el despliegue de vacunas eficaces y seguras contra la covid-19. A cambio del derecho a comprar un número determinado de dosis de vacunas en un período concreto, la Comisión financiaba parte de los costes iniciales de los productores de vacunas a través de “compromisos anticipados de mercado”.
La financiación aportada se considera un pago a cuenta de las vacunas que los Estados miembros compren realmente. Dado que el coste elevado y el alto índice de fracaso hacen que la inversión en una vacuna contra la covid-19 sea una decisión de alto riesgo para los desarrolladores de vacunas, estos compromisos permitirán hacer inversiones que, de otro modo, podrían no producirse.
Por ejemplo, respecto a otros tratamientos, el Instrumento de Asistencia Urgente de la Comisión financia el contrato, por valor de 63 millones de euros, para dar tratamiento a un total de aproximadamente 30.000 pacientes con síntomas graves de covid-19. La Comisión también ha previsto un gasto suplementario de siete millones de euros para obtener más suministros de Veklury que ayuden a cubrir las necesidades a la espera de las entregas en virtud de la adquisición conjunta. El 13 de noviembre, la Comisión concedió una subvención de un millón de euros, financiada con cargo al Instrumento de Asistencia Urgente, para apoyar la realización de un ensayo clínico sobre las nuevas indicaciones terapéuticas del raloxifeno.
Para cumplir con la estrategia de vacunación acordada por la Comisión y los 27 Estados miembros de la UE, se requiere que no haya retrasos en la distribución de la vacuna. Entre los objetivos marcados por la Comisión a los gobiernos nacionales, está el “haber vacunado al 80 por ciento de los sanitarios, trabajadores sociales y mayores de 80 años a finales de marzo”. Además, el “70 por ciento de la población total” debe estar vacunada este verano.