La consecuencia "inmediata" es la reducción de la producción diaria de los modelos S-MAX y Galaxy a menos de 200 unidades diarias "en pleno periodo de lanzamiento", según el sindicato
VALENCIA. (EFE). La sección sindical de UGT en Ford en Almussafes ha alertado este jueves de que los últimos contratos realizados en la factoría, que deberían extenderse hasta finales del primer trimestre de 2016, no serán renovados porque la falta de piezas de un proveedor extranjero mermará la producción prevista de vehículos.
En un comunicado, el sindicato señala que tras las vacaciones de verano, la factoría valenciana estaba preparada para acometer una producción diaria de entre 2.000 y 2.100 vehículos y mantener en el tiempo una cifra de empleo cercana a los 10.000 trabajadores de plantilla.
"Así lo demuestran las últimas contrataciones realizadas durante el pasado verano para poder afrontar con éxito el lanzamiento de los dos últimos modelos que fabricamos -el S-MAX y la Galaxy-, que actualmente deberían estar produciéndose a un ritmo de 400 unidades diarias", señalan desde UGT-Ford.
Sin embargo, lamentan que la falta de capacidad de "un proveedor norteamericano" que produce piezas para la producción mundial de Ford "pone en peligro el volumen requerido de fabricación en varias fábricas de Ford, afectándonos en Valencia a los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy".
Según asegura el sindicato, esta nueva situación "va más allá de un mero problema puntual cuyo alcance es difícil de cuantificar y en el que se debe implicar la dirección mundial de la compañía en la búsqueda de una pronta solución".
La consecuencia "inmediata" de esta coyuntura es la reducción de la producción diaria de los modelos S-MAX y Galaxy a menos de 200 unidades diarias "provocando, en pleno periodo de lanzamiento, un importante problema de falta de suministro de ambos modelos a la red internacional de concesionarios de Ford".
"Su consiguiente impacto en el empleo de la fábrica" será la no renovación de los últimos contratos realizados cuya duración, como mínimo, debería haberse extendido hasta finales del primer trimestre de 2016, advierte la sección sindical.
Esta ve la situación "preocupante e inestable" y añade que, en el caso de continuar afectando a la producción durante los próximos meses, "la mejor solución posible" deberá pasar en su opinión por la utilización de los días de jornada industrial-vacaciones que aún permite el actual convenio, "pues nada nos hace pensar -señala- que se pueda normalizar en el corto plazo".
Desde el sindicato estarán "muy pendientes" de la repercusión que tendrá esta situación en el empleo y recuerdan a la dirección "el compromiso alcanzado con UGT en la Comisión Observatorio para el Empleo en cuanto a la fijeza de los compañeros que se incorporaron en 2013 y 2014, que no deben verse afectados".