VALÈNCIA (EFE). El sindicato UGT en la planta de Ford Almussafes afronta la próxima negociación del excedente de personal en la factoría derivado de la electrificación de los vehículos con la mirada puesta en los dos expedientes de regulación de empleo de los años 2020 y 2021 de salidas voluntarias y "sin despidos traumáticos".
La sección sindical de UGT en Ford ha celebrado este sábado una asamblea en la sede del sindicato en València para abordar la situación actual de la planta y el futuro de electrificación, a la que han asistido unos 600 trabajadores y otros 280 han seguido su retransmisión en línea.
En la asamblea, los participantes han dado su apoyo a la candidatura, en una votación a mano alzada, de cara a las próximas elecciones sindicales que se celebrarán el 21 de febrero, en las que repiten los actuales líderes sindicales Carlos Faubel -presidente del comité de empresa- y José Luis Parra -secretario general- como representantes de los dos colegios existentes en la planta.
Los responsables han expuesto a los trabajadores la situación valle hasta la llegada del coche eléctrico que va a vivir la factoría de Almussafes y en la que habrá un excedente de personal cuya negociación se acometerá este año.
Una situación que causa preocupación entre los empleados de la factoría, como ha quedado patente en las preguntas que han planteado a los representantes sindicales.
Según ha manifestado José Luis Parra a EFE, la negociación del excedente de personal llegará con la garantía de haber negociado por parte de UGT dos expedientes de despidos en los últimos tres años, por los que han salido de la planta un millar de trabajadores, todos de forma voluntaria y sin despidos forzosos.
Los acuerdos alcanzados para esos ERE han sido "lo suficientemente atractivos" para que los empleados hayan salido de forma voluntaria y no se hayan producido despidos traumáticos, ha señalado Parra.
En este sentido, ha recordado que en los últimos cuatro años la planta ha afrontado una situación novedosa en su historia, con la pandemia, el posterior arranque con los protocolos covid, los sucesivos ERTE y los dos ERE, así como el Acuerdo por la Electrificación con la dirección europea de Ford.
Parra ha expuesto que, dado que los modelos S-Max y Galaxy dejarán de fabricarse en abril, la negociación de las salidas no tardará mucho en llegar, más teniendo en cuenta la preocupación sobre la planta de motores -que cuenta con unos mil empleados- tras el anuncio de la compañía de que a partir de 2030 todo será eléctrico.
En su opinión, hay nerviosismo y tensión entre los trabajadores pero a la vez existe la confianza en un "equipo solvente" que ha sido capaz de "salir de circunstancias muy complicadas" y en un sindicato que está "para resolver problemas", ha afirmado.