Un año y medio para un Power Point

VALENCIA. Los Power Point siempre son agradecidos. Nos permiten poner colores, dar algunos datos y mostrar lo bien -o no tan bien- que hemos estudiado un problema. Pero un año y medio después de empezar la legislatura, los emprendedores de la Comunitat Valenciana no se merecen una carta de propuestas y una ejecución del presupuesto del 33% con algo que no es nuevo, a pesar de que Economía se escude en la ley 1/2015, que entró en vigor a comienzos del pasado año y que impide tramitar conjuntamente las bases y las órdenes, lo que según explican extiende los plazos.

Un Power Point, esto es lo que presentó el departamento de Rafael Climent al Consejo Valenciano del Emprendedor hace unas semanas después de un año y medio, pasos que dan más la sensación de corresponder al seguimiento de un proceso para obtener ayudas europeas que a una convicción propia de la Conselleria. Nadie les pone en duda que quieran cambiar el modelo, que quieran incluir a las empresas más tradicionales, que pretendan volcar el impulso a la parte social, pero también es posible que no merezca descuidar lo que ya se había avanzado en la ciudad de Valencia. 

Y eso es lo que siente parte de la comunidad emprendedora, esa parte más privada, y que no tiene que ver solo con las instituciones públicas, con los CEEI y las universidades. Esa que también se está jugando su dinero por ser emprendedores e inversores y no solo por obtener ganancias -ya se sabe que invertir en startups es un camino largo-, sino por hacer presión en esa transformación del sistema productivo. 

Blanca Marín, secretaria autonómica de Economía, señalaba en una entrevista a Valencia Plaza que su misión es "facilitar el acceso a los recursos públicos y privados que ya existen en materia de emprendimiento en las universidades, las aceleradoras o centros de empresa, y para ello se está trabajando en la elaboración de un mapa para identificar los recursos  y ponerlos accesibles para que ninguna iniciativa se quede en el cajón si tiene viabilidad". Pero resulta que gran parte de este trabajo ya lo han hecho empresas valencianas, como Startupxplore, cuyo CEO Javier Megias es uno de los más colaboradores en el sistema. ¿De verdad es necesario pararse tanto tiempo en esto?

"Siempre se puede hacer más, siempre se puede mejorar y avanzar más rápido. Pero sinceramente el trabajo de ordenación de recursos y coordinación de los mismos para generar sinergías se está haciendo. El reto a medio plazo es apoyar la consolidación de las iniciativas que ya se han puesto en marcha", seguía. Sin embargo, tanto tiempo coordinando va a suponer que Valencia pierda un tiempo esencial para no desengancharse del carro del emprendimiento, que ya ha tomado como bandera gracias a iniciativas como Lanzadera, Demium, Bbooster, Plug and Play, Big Ban Angels o AJEV. 

De hecho, uno de los reproches que más surgieron tras la presentación del informe es el no haber puesto en marcha ninguna de las medidas presentadas en año y medio. Y es que para realizar el informe también han tenido ayuda externa con la contratación de un consultor. 

"Es cierto que algunos participantes en el consejo nos plantearon que sería bueno poner en marcha ya iniciativas y aproveché para explicar que acabamos de crear la ventanilla única para facilitar la tramitación a proyectos de inversión desde 600.000 euros", continuaba Marín. Sí, es una iniciativa más de ventanilla única pero destinada a empresas que quieran invertir grandes presupuestos, no para alguien que a priori empieza con un producto mínimo viable. 

Otro de los temores del ecosistema emprendedor es que se dejen de apoyar todas las iniciativas para volcarse únicamente en las sociales. Se entiende que sea un factor que todos deban tener en cuenta, pero no que sea el único determinante para que se les preste un poco de atención. Que en este año solo se haya aprobado una línea nominal a Socialnest, incubadora de proyectos sociales, dice mucho de por donde se marca el camino. Socialnest es un gran programa, pero también hay muchos otros en la Comunitat que merecen ser mirados.  

No mucha más ayuda se presta desde el Ayuntamiento de Valencia, concretamente desde la Fundación Inndea, donde Rafael Monterde no se lo está poniendo nada fácil a las startups que no están destinadas a lo social. No obstante, las fuentes consultadas conceden el beneficio de la duda a la concejala de Emprendimiento, Sandra Gómez, quien llegó recientemente al cargo, y no ha tenido tiempo material para dar forma a las iniciativas. Valencia se ha convertido en un referente en emprendimiento y startups para muchas comunidades autónomas y países de la Unión Europea. ¿Por qué no darle un empujón a una comunidad que puede destacar por el uso de la tecnología?