VALÈNCIA. (EP) El escritor Manuel Ríos San Martín regresa a las librerías con El olor del miedo (Planeta), un "peculiar" thriller que huye de estereotipos que arranca con el "asesinato" de un elefante en el zoo de València.
"El lector necesita que lo sorprendan", afirma a Europa Press el autor, que se inspira para recrear esta historia en el Bioparc de València, el espacio "perfecto para lo que necesitaba la obra: un asesino en serie pero de animales".
Aunque en la novela no se menciona que sea este recinto, para cualquiera que lo haya visitado se puede deducir que está situada allí, ya que "no es un zoológico al uso como los que veíamos de niños: los hábitats están muy cuidados, son impresionantes, no hay vallas", subraya.
Se trata del espacio "fundamental" en la novela y, de hecho, una de las protagonistas es una veterinaria del parque. En este sentido, Ríos San Martín ha expresado su intención de que la investigación "no solo la llevase la policía, que es lo habitual, sino que también investigase por su cuenta una persona que estuviese muy vinculada con la víctima, en este caso una elefanta albina que era el símbolo del zoológico porque eso hace que la trama sea más emocional".
Para crear esta historia, la dirección del parque le permitió convivir con los cuidadores durante tres días en los que pudo ver las dinámicas del zoo, cómo se cuida la alimentación de los animales o cómo se les hacen pruebas médicas. "Toda una trastienda complicada que habitualmente el público no conoce", recalca el escritor, que ha resaltado "el cariño que tiene el personal a los animales y cómo cuidan de ellos".
El olor del miedo plantea algunas preguntas para que cada lector reflexione. "Si hay algo que puedo aportar al debate de si nos parecemos a los animales, si ellos aman como nosotros, algo muy presente en redes sociales, es una frase de Juan Luis Arsuaga que dice que ellos no se parecen a nosotros, sino nosotros a ellos, eso me cambio totalmente la perspectiva".
"Hay algo primitivo en su comportamiento que es la base del nuestro. Ver cómo juegan los leones entre sí, los chimpancés o los delfines nos recuerda inevitablemente a nuestros juegos. Tuvimos un antepasado común que ya jugaba y eso fue importante en la unión del grupo, por ejemplo. Por eso la Evolución lo fijó. Nosotros amamos y jugamos como ellos, pero lo hemos sofisticado debido a nuestra inteligencia. Y también lo hemos complicado, claro está. ¡Y así surgen los restaurantes románticos o los campeonatos de fútbol!", exclama.
Agrega que, en realidad, cualquier animal que no vive en un ecosistema equilibrado se convierte en peligroso y hace notar que la humana es "la única especie que se pone límites a sí misma, lo cual es meritorio". "No tenemos a ninguna especie que nos pare los pies salvo nosotros mismos", incide.
Preguntado por cómo consigue escapar de los clichés en un género que vive una etapa de enorme popularidad, apuesta por la creación de personajes. "Por ejemplo, --dice-- es importante para no repetir estereotipos. Hay mucha novela negra que arranca con chica muerta o desaparecida en lugar emblemático. Yo mismo he escrito alguna así y pueden estar muy bien, pero creo que el lector necesita que lo sorprendan".
"Por eso El olor del miedo arranca con el 'asesinato' de un elefante en un zoológico y la investigación posterior, algo que creo que nadie había contado antes. Y lo mismo pasa con los personajes, el perfil de policía alcohólico y amargado se ha visto demasiadas veces y creo que no concuerda con los policías reales. Yo he conocido a unos cuantos y son gente normal, con problemas cotidianos. El reto es hacer de ellos unos héroes momentáneos a causa de una investigación compleja".
Por último, Ríos Sanmartín tiene palabras de alabanza para València, "una ciudad preciosa con un estupendo festival de novela negra y muchos lectores del género".