VALÈNCIA. Un conflicto societario ha acabado en una denuncia de Antonio Aynat, consejero delegado del grupo valenciano Gedesco, contra Máximo Buch, empresario y exconseller de Economía del Gobierno de Alberto Fabra. El origen de la disputa ha sido la operación de adquisición, por parte de Gedesco, de Stator Management, un fondo de inversión de Buch dedicado a impulsar a empresas de cualquier sector en su fase de crecimiento (firmas consolidadas, no startups). Entre los inversores iniciales se encontraba, a título personal, Aynat.
De acuerdo con la denuncia interpuesta ante la Policía Nacional, el pasado 11 de noviembre Gedesco adquirió la condición de propietario del 100% de las participaciones sociales de Stator en virtud del ejercicio de un derecho de opción de compra. Una operación que, sin embargo, Buch se opone a reconocer. Según explica preguntado por este asunto, existía un procedimiento pactado con el consejero delegado del grupo valenciano que éste se saltó. Así, comenta que se incumplieron las condiciones de la transacción pese a que estaban firmadas y, por lo tanto, la operación no es válida.
Tal como figura en la denuncia, Aynat acudió el 14 de noviembre a las oficinas de Stator en Valencia para tomar posesión de las instalaciones, pero le fue negado el acceso por parte de un guardia de seguridad. Horas más tarde, los abogados de Gedesco, acompañados de un notario, volvieron a trasladarse al lugar para exigir lo mismo. Pero el seguridad tampoco les permitió pasar manifestando que tenía instrucciones de los propietarios de la sociedad. En ese momento, dice el denunciante, los allí presentes se percataron de que habían sido retiradas las placas y signos identificativos de Stator.
Tras ello, expresa Aynat, se pudo comprobar que la titularidad de los números de teléfono y dirección de correo electrónico corporativas de Stator había sido modificada, siendo su nuevo titular la mercantil Sauce Capital (perteneciente también a Buch).
Se pusieron entonces en contacto con la empresa encargada de los sistemas informáticos de Stator, que les comunicó que el alojamiento del servidor había sido migrado a Sauce días antes de la compra de la primera. Asegura la denuncia que, adicionalmente, establecieron comunicación con los trabajadores de Stator y les comentaron que habían recibido instrucciones de abandonar las instalaciones y coger vacaciones.
A raíz de todo ello, Aynat sostiene que la gestión y actividad de esa sociedad resulta imposible porque no pueden acceder a ningún correo electrónico, a ningún archivo físico o informático ni a las cuentas bancarias. Tampoco pueden establecer comunicaciones con los clientes ni emitir o pagar facturas.
En este sentido, el denunciante considera que los hechos pueden ser constitutivos de delitos como estafa, apropiación indebida, administración desleal y daños.
Buch: "No voy dejarme intimidar por estas amenazas"
Buch, quien asegura que es todo inexacto y falso, apunta a que se trata de una denuncia chantaje para perjudicarle y desprestigiarle. Además, indica que en ninguno de los casos Aynat tenía derecho a entrar en esas oficinas porque, en primer lugar, están a nombre de otra empresa que no es la supuestamente adquirida y, en segundo, porque aunque así fuera tampoco podría hacerlo.
El expresario y exconseller expresa que ahora se mantendrá a la espera de que le llamen a declarar si la denuncia es admitida a trámite y aportará toda la documentación que se le requiera. "No voy dejarme intimidar por estas amenazas", zanja.