MADRID, (EP). Investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres (BWH, por sus siglas en inglés) y la Escuela T. H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, han descubierto que una ingesta elevada de patatas y patatas fritas puede estar asociada con un mayor riesgo de presión arterial alta (hipertensión) de adultos. Su trabajo se detalla en un artículo publicado este martes en 'British Medical Journal'.
"En nuestro estudio, los participantes a los que observamos que no tenía presión arterial alta al inicio del estudio y que consumieron cuatro o más porciones a la semana de patatas (hervidas, al horno o en puré) más tarde tenían un mayor riesgo de desarrollar hipertensión en comparación con los que consumían una o menos de una porción al mes", resalta la autora Lea Borgi, médico en la División Renal del BWH.
"Además, encontramos que si un participante sustituía una porción de patatas hervidas, al horno o en puré diaria con vegetales sin almidón, esta práctica se asoció con un menor riesgo de hipertensión", agrega esta investigadora.
A través de tres estudios longitudinales de cohorte prospectivo en Estados Unidos, los investigadores siguieron a 62.175 mujeres en el 'Nurses 'Health Study', 88.475 mujeres en el 'Nurses' Health Study II' y 36.803 hombres en el 'Health Professionals Follow-up Study' que no tenían presión arterial alta al inicio del estudio.
En comparación con el consumo de menos de una porción al mes, los participantes que consumían cuatro o más porciones a la semana presentaban un mayor riesgo de hipertensión del 11 por ciento en el caso de patatas hervidas, al horno o en puré y del 17 por ciento para las patatas fritas. Los científicos no encontraron una asociación entre el consumo de las patatas chips y un mayor riesgo de desarrollar hipertensión.
Los investigadores reconocen posibles limitaciones de su estudio. "Tuvimos en cuenta todos los datos que estaban disponibles para nosotros e hicimos los ajustes estadísticos pertinentes. Sin embargo, como es un estudio observacional, siempre hay una posibilidad de que nuestros resultados pueden explicarse por algo que no hemos sido capaces de tener en cuenta en nuestro análisis", reconocen Borgi y sus colegas.
Aunque no se les preguntó específicamente en el estudio a los participantes qué tipo de patatas consumían, se consideró que las patatas blancas son las que se consumen más comúnmente.