VALÈNCIA. Probablemente si les hablo de Josep Tello Andrés (València, 1932) muchos no se ubiquen. El escultor valenciano, fallecido en 2018, sin embargo, pasó toda una vida creando, una trayectoria que le llevó a ser nombrado hijo adoptivo de la localidad de Archidona, en Málaga, su segundo hogar. A pesar de que su extensa obra, gran parte de ella guardada en Massanassa, ha pasado “sorprendentemente desapercibida”, su familia quiere poner remedio con la confección de un documental que recupere la memoria de Efest, nombre con el que firmaba sus obras. “Su obra era muy valorada en Archidona, así que pensé: ¿Dónde he visto esto en València? Esto fue lo que me impulsó a querer llevar a cabo el documental. Conseguir que en València apreciemos un trabajo que es nuestro”, explica Gabriel Cobos, nieto del autor e impulsor del proyecto junto a Begoña Tello.
La pieza documental incluirá tanto testimonios e imágenes de archivo como una parte de animación, que será la que sirva de guía de todo el proyecto, una suerte de cuento que pasa por aquellos espacios que dieron forma a la sensibilidad artística del autor, rompiendo los límites entre imaginación y realidad. “Mi abuelo tenía una especia de musa, una facilidad para modelar que de alguna manera yo quería describir en el documental. Era difícil explicarlo teniendo tan poca imagen grabada, por eso decidimos traer a la vida a un personaje, la musa del arte, basado en uno de sus dibujos, una bailarina, que nos acompaña al principio de a historia y nos narra que fue la vida de Efest”, explica Cobos sobre una sección del documental que, a pesar de ser ficcionada, es vital para completar la historia de un creador desconocido para muchos. “Cuando él trabajaba entraba en un plano especial en el que la inspiración le hablaba directamente”.
La animación está siendo desarrollada de la mano del estudio ilustración, cómic y desarrollo visual Loopy Teller, ubicado en València, un trabajo que está actualmente en fase de desarrollo de cara a un estreno que, esperan, pueda realizarse a finales de este mismo mes de julio. Y es que, con el proceso de grabación finalizado, es ahora la hora de la postproducción de sonido y animación, los últimos toques de un proyecto que se puso en marcha hace dos años y que para esta última etapa ha lanzado una campaña de micromecenazgo a través de la plataforma Verkami con el objetivo de sumar apoyo económico. De esta forma, la campaña busca sumar a 'pequeños mecenas' a los que, dependiendo de su aportación, plantea recompensas como links de visionado privado, un cómic digital o salir en los créditos de la cinta, entre otros.
Nacido en el barrio de Ruzafa en 1932, cuenta su familia que su infancia estuvo marcada por una Guerra Civil que llevó el “hambre” a su casa, tiempos difíciles que, sin embargo, no impidieron que siguiera desarrollando su pasión por el dibujo y la escultura. Formado en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, fue profesor de dibujo durante 40 años, tiempo en el que nunca dejó de crear. “Desde que tengo recuerdo me crié con él, viéndole dibujar, esculpir y modelar. Para mi era algo normal. Lo vi desde que era niño. No fue hasta que empecé a ir al colegio y me mandaban tareas relacionadas con arte y yo vi que lo hacía mi abuelo era único”, explica Gabriel Cobos.
Ahora gran parte de su obra descansa en un depósito en Massanassa, a la espera de que pueda ser expuesto. “Soy el primero que quiere que todo esto esté en un lugar público donde se pueda ver”, relata su nieto en conversación con Culturplaza. Por lo pronto, continúan con un trabajo constante para completar la colección, como la reciente recuperación de uno de sus trabajos más grandes, cuatro paneles de madera bajo el título de ‘Las cuatro estaciones’ que estuvieron durante años guardados en un garaje.