VALÈNCIA. La capitalidad verde europea con la que se ha galardonado a la ciudad de València para el año 2024 supondrá un premio de 600.000 euros y un reconocimiento internacional a las políticas de sostenibilidad del Cap i Casal. Pero ser Capital Verde Europea es algo más que una enhorabuena de la Comisión Europea; implica el desarrollo de múltiples eventos en la ciudad durante ese año, además de otros elementos intangibles a tener en cuenta.
Así, como ha ocurrido con la capitalidad del diseño, la victoria de València supone que tendrá que llevar a cabo diferentes actividades en 2024. Por ejemplo, según explicó este viernes el vicealcalde y edil de Ecología Urbana, Sergi Campillo, la celebración en el Cap i Casal un evento de relevancia internacional, como es un foro de capitales europeas sobre sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
Además, habrá otras actividades en la ciudad. Una de las iniciativas contempla la celebración, a lo largo y ancho de la ciudad, en los diferentes barrios, una serie de lo que se conoce como workshops. Unos talleres donde los vecinos podrán elaborar estrategias de futuro en cuanto a diferentes ámbitos de la sostenibilidad sobre sus propios barrios.
Se trataría de un programa bajo el lema 'Mi barrio en transición', que contempla "hacer encuentros en los barrios de la ciudad para que los vecinos digan cómo quieren que sea su transición climática y cómo preparar el escenario para descarbonizar la ciudad". Una oportunidad, dijo el vicealcalde, para "llevar" y "arraigar" la Capitalidad Verde Europea en los barrios.
Con ello, la ciudad también se prepara para celebrar diferentes actividades de formación dirigidas a universidades y a los "muchos estudiantes Erasmus" que acoge la ciudad de València. El propósito con ello, el "intercambio de experiencias entre nuestros estudiantes y otros que vienen de Europa y que pueden llevar a sus ciudades de origen la experiencia de formación en políticas sostenibles" que puedan adquirir en la capital valenciana, según Campillo.
Lo cierto es que el programa está todavía por confeccionar y concretar atendiendo a las instrucciones de la Comisión Europea, pero el gobierno municipal prevé reunirse con sus representantes durante noviembre para tener clara la hoja de ruta de cara a 2024. Apenas queda un año y dos meses, por lo que Campillo consideró este jueves que "no queda mucho tiempo" para tener claro el programa.
El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, anunció este viernes además que pedirá fondos y colaboración de la Generalitat valenciana, del Gobierno central y de las empresas privadas para desarrollar desde el ámbito público-privado actividades e iniciativas en torno a la Capitalidad Verde. Tales como, por ejemplo, exposiciones relacionadas con la movilidad eléctrica.
Aunque además de todo ello, el edil de Ecología Urbana destacó un intangible que también supone la capitalidad: la "irreversibilidad" de las políticas 'verdes'. "El galardón implica un compromiso de la ciudad con la Comisión Europea: que haya el gobierno que haya, no se va a ir hacia atrás en las políticas de sostenibilidad; se podrán hacer unas cosas u otras pero dentro de ese marco, apoyado por casi todos los partidos -menos Vox-", explica Campillo.
En la recepción de este viernes celebrada en el Ayuntamiento, tanto alcalde como vicealcalde incidieron en que València es la primera ciudad mediterránea que logra ser Capital Verde. "No es lo mismo ser verde en Finlandia o en Alemania que serlo en una ciudad mediterránea", dijo el alcalde, para quien "el sur, el Mediterráneo europeo puede ser un referente de políticas verdes".
En el acto, la vicealcaldesa Sandra Gómez consideró que la ciudad "vive un momento dulce" en el que es Capital del Turismo Inteligentes, Capital Mundial del Diseño y ahora Capital Verde Europea", por lo que, dijo, "se ha posicionado a València en el mapa de las cosas buenas, en el mapa de las ciudades que se preocupan por que sus ciudadanos puedan avanzar y progresar y por tener calidad de vida".
Igualmente, los responsables municipales destacaron que no ha sido un proyecto "del gobierno" local -Compromís y PSPV- sino "de todo el Ayuntamiento, de toda la ciudad", y agradecieron la colaboración y el respaldo de PP y Cs, en la oposición, así como la labor de los gobiernos 'populares' anteriores en favor de la ciudad verde. Ribó agradeció también la lucha de los colectivos ciudadanos por el Saler, el nuevo cauce del Turia y el solar de Jesuitas como jardines.
El jurado de la Comisión Europea valoró una docena de indicadores para escoger la ciudad vencedora del galardón, al que también aspiraba Caligari (Italia):