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LA CIUDAD Y SUS VICIOS

Un guía turístico en Valencia: así es el nuevo latido de los cicerones urbanos

Ante el nuevo tirón turístico los guías de la ciutat reposicionan sus servicios, sus relaciones con los usuarios. Aquí sus historias

28/01/2017 - 

VALENCIA. Esteban Longares, de la cooperativa CaminArt, recorría los barrios de Marxalenes y Benicalap acompañado por un grupo de 30 personas. Pretendían completar una ruta turística por el patrimonio industrial y rural. Alquerías, Bombas Gens o La Ceramo. A su paso eran percibidos por los vecinos como exploradores adentrándose en la maleza machete en mano. Solo faltaban unas semanas paras las elecciones municipales y autonómicas y en la Avinguda de Burjassot una vecina les preguntó: “¿a qué mitin vais?”. Solo estaban sentando las bases de un nuevo hábito turístico por territorios habitualmente no abastados. Esteban Longares es guía turístico.

Marga Alcalá, en Poblats Marítims su fuerte a cargo de Paseando por los Poblados del Mar, recuerda los primeros días en su oficio y una dificultad letal al pronunciar algunas palabras de manera defectuosa. “Beach o bitch, playa o perra. La vierge o la verge, virgen o pene. Escuchas risas y te das cuenta que significa algo diferente de lo que tratabas decir…”. Marga Alcalá es guía de turismo.

Miquel Minguet es un depurado guardián de l’Horta con incursiones constantes en las interioridades de la ciutat. En una de ellas guiaba el tour ‘València on fire: sex & the city’. Y entre el grupo de usuarios una pareja de EEUU perteneciente a “una comunidad religiosa muy conservadora”. “Nunca se me olvidará la cara que pusieron al saber qué tour habían contratado. Tuvimos que hacer el tour clásico y de propina me llevé diez euros… y una estampita”. Miquel Minguet también es guía turístico.

Como Carla Carrión, siendo sherpa de turistas entre los campos bases de las Fallas. Circundado a la Virgen de los Desamparados en plena ofrenda lo visitantes, razonablemente, mostraron su sincero interés en saber cuándo se quemaba la figura de la Virgen. 

Alessandro Girardi, síntesis perfecta entre Italia y Valencia, tiene en la mente una ristra de comentarios dignos de un #GuíaTurísticoEnVivo. La mujer que en pleno tour por los acuarios mediterráneos del Ocanogràfic lanzó: “¿hemos pagado y venido hasta aquí para ver el pescado que vende mi marido en el mercado?”. O el grupo que tras tres horas de ruta por el centro histórico espetó: “pero… ¿cuándo vamos a ver la Valencia de verdad?”. Touché. Hay testimonios más plácidos: “tras terminar el tercer día de visita con una familia el hijo, de siete años, me abrazó y no quería soltarme: Alessandro, por favor, no te vayas”.

Los indicadores turísticos palpitan cambio.
¿Qué hay de los guías?

Miquel Minguet: “Tengo la sensación que cada vez te piden más personalización de las visitas guiadas, incluir gastronomía etc. El cliente no tiene bastante con la visita regular y te pide un extra. Nos gusta resaltar que enseñamos València como si abrieramos la puerta de nuestra casa, sabemos que no nos van a preguntar sobre el estilo arquitectónico de la basílica, sino a qué hora cenamos, cuánto desempleo hay o quien gobierna la ciudad. Las cosas cotidianas y los pequeños detalles interesan mucho”.

Marga Alcalá: “El guía turístico todavía es percibido en muchos casos como el acompañante de los grupos que llegan de fuera de tu ciudad… Poco a poco, el visitante o turista que consume turismo cultural u otro tipo de turismo, aprecia y se da cuenta de que el guía de turismo es un profesional que pone en valor el recorrido, los monumentos que se visitan o aquello para lo que se haya contratado, durante una duración específica, y adaptándose a las necesidades del cliente. El trabajo del guía turístico ha cambiado, porque los tiempos han cambiado. Puede que antes hubiera unos clientes más o menos fijos y pudieras organizar mejor el trabajo. Ahora, nos vemos obligados a la disponibilidad de tiempo casi absoluta si queremos trabajar de continuo”.

Miquel Minguet: “Creo que es importante articular un relato, no ceñirse a enseñar una serie de monumentos, sino relacionarlos con los diferentes periodos históricos del cap-i-casal, hacer que todo tenga sentido. Hasta las Ciutat de les Arts nos dice mucho de un momento muy concreto de nuestra historia reciente”.

Esteban Longares: “La mejor manera de mostrar la ciudad a los que vienen es integrar en una misma ruta los lugares y monumentos imprescindibles con aquellos entornos menos turísticos y más auténticos. Sobre todo, que la visita sea una experiencia, ya que es lo que la gente recordará después y contribuirá a tener una imagen positiva de Valencia. Para ello, hay que enseñarles también, por ejemplo, comercios tradicionales, patrimonio cultural de todo tipo, la arquitectura tan variada que tenemos, hacer que se fijen en el street art, que prueben nuestra gastronomía… enseñar la ciudad de forma global, desde todas las perspectivas, y no llevarlos sólo por los circuitos habituales como hacen a los cruceristas. Es importante qué tipo de información cuentas y transmitirla bien. Hay que ofrecer solo los datos justos y las descripciones básicas, ya que el conocimiento enciclopédico no genera interés, se olvida y, por el contrario, ofrecer información de interés, entender bien la época de la que se habla, explicar la historia social, anécdotas, cómo se construía y por qué motivo se hacía así, en definitiva, hablar del porqué de las cosas…”.

Carla Carrión: “Llevo casi diez años como guía oficial de turismo y sí que he notado que la gente quiere que además de explicarle la importancia de lo que está viendo, vivan una experiencia, es decir, puedan probar la gastronomía o ver algo local y auténtico”.

 Miquel Minguet junto a su grupoAlessandro Girardi: “Y ha cambiado que el 80 o 90% de clientes llega a través de internet. Los turistas compran su billete de avión, reservan su hotel o apartamento y contratan su guía de turismo local en internet. Si antes un guía en los días que no tenía clientes estaba en el sofá esperando a una posible llamada de una agencia, posiblemente leyendo un libro de historia del arte, hoy el ordenador, la tablet, el correo electrónico en el móvil y el whatsapp son instrumentos de trabajo fundamentales. Esto significa que los días y las horas en la cuales no estoy haciendo una visita guiada, estoy trabajando para mi visibilidad y reputación en internet”.

Y la percepción de los ‘guiados’ respecto a Valencia, ¿ha cambiado?

Miquel Minguet: “Dicen de Valencia que no se acaba nunca, y debe ser verdad. Valoran mucho el jardín del Turia, lo cómodo de moverse por la ciudad, la gastronomía, el centro histórico... y que no sea una ciudad cara ni masificada. Muchos vienen de Barcelona y la comparan en positivo, creo que es algo que se debería cuidar y no dejar a los derroteros del destino, llamémosles flujos turísticos”.

Alessandro Girardi: “Valencia ha cambiado mucho en los últimos 25 años, sí porque en realidad en el ’92 ya viví aquí durante seis meses como Erasmus. Ha cambiado la ciudad y su percepción muchas veces. Solo hace 15 años muchos turistas italianos, no solo no sabían situarla en el mapa, sino que no sabían ni que existiera. España era Andalucia, Madrid, Barcelona, las Baleares y las Canarias. Fue a partir de la Copa América en 2005 cuando en Italia descubrieron esta ciudad. También los éxitos europeos del equipo de fútbol y la Fórmula 1 hicieron visible la ciudad. Pero de aquellos tiempos parece que han quedado solo las deudas. Ahora muchos quedan sorprendidos por la riqueza de su centro histórico. Tienen mucho éxito las últimas restauraciones y aperturas: Museo de la Seda, Parroquia de San Nicolás y San Pedro, el nuevo Museo de la Catedral. Pero sobre todo Valencia se está conociendo como una ciudad ideal para tour en bicicleta. Por ejemplo muchos holandeses de cualquier edad usan la bicicleta en su casa y les encantan los bike tour y que sean por lo menos de 10 km. A muchos italianos pasados los 50 años les parece absurdo usar una bicicleta y tampoco quieren andar mucho, mejor poco trayecto y una parada para tomar unas tapas y otra para el café y al final de la visita lo más importante: ¿dónde podemos comer una buena paella cerca, pero muy cerca? Podría resumir que la tendencia es de todas formas hacia lo ecológico, lo natural y lo característico. La gente pide un turismo sostenible”.

Marga Alcalá: “En el caso del turista o visitante nacional sí ha cambiado la percepción sobre Valencia. En el caso del turista extranjero cambia cuando llegan, porque Valencia aún es una desconocida para muchos visitantes, por lo que les sorprende y gusta. Eso es bueno, ya que una vez conocida hará que repitan”.

Carla Carrión en un tour por el centroCarla Carrión: “La mayor parte de la gente espera mucho de Madrid y Barcelona, poco a poco se va dando a conocer Valencia y la gente queda encantada. Lo que más valoran en mi opinión es que les hagas sentir especial, que están descubriendo curiosidades y aspectos de la ciudad que por sí solos no conocerán”.

Esteban Longares: “El turismo cultural está en auge. Se nos conoce más fuera, cada vez vienen más visitantes porque es un destino turístico muy atractivo. En general, creo que la gente que nos visita se marcha satisfecha y habla bien de Valencia. Esa es la mejor promoción; el boca a boca es también muy importante en el sector turístico. Creo que se valora muy bien la combinación entre tradición y vanguardia, es decir, el poder recorrer desde las callejuelas antiguas del centro histórico con su arquitectura gótica, barroca o ecléctica, hasta la arquitectura contemporánea, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias”.

Abramos un último melón. ¿La normativa con respeto a los guías se cumple? 

Miquel Minguet: “Creo que es mejorable, no se entiende que por haber estudiado el Grado de turismo no tengas ninguna ventaja sobre si has estudiado Física, por poner un ejemplo. O que los estudiantes de formación profesional, con estudios específicos para ser guia de turismo necesiten la habilitación igual que el resto. Dicho esto, lo más importante es que la normativa no se cumple. Es muy fácil ver en València guías sin habilitación que no son guías locales, sino que acompañan a los grupos por diferentes ciudades, así que lo que van a explicar de la ciudad seguramente sea superficial y no la deje en el lugar que se merece. Esto es un problema para los guías, porque queremos que nuestro trabajo sea una profesión de la que vivir dignamente y para ello necesitamos trabajar más días, y también para la ciudad, porque al final la impresión que se va a llevar el turista en gran parte se la transmite el guia de turismo que haya contratado. Si la profesión se denigra de manera que esto sea algo que se ejerza para complementar otro sueldo o compatibilizar con los estudios, estamos perdidos… todos”.

Carla Carrión: “La normativa tiene que proteger aún más la profesión del guía de turismo y sobre todo, y es lo más importante, aplicarla. Hay muchos casos de intrusismo pero luego no hay mecanismos claros y eficaces para combatirlo. Es como si yo dijera que hay que hacer deporte dos veces a la semana y luego no lo hago. Una cosa es la teoría y otra la práctica, habría que concretar en acciones específicas para llevarla a cabo y que las propias autoridades y técnicos pertinentes conozcan la normativa porque aunque es obvio para nosotros, personas del sector no la conocen y son ellos los que tienen que hacerla cumplir”.

Marga Alcalá: “La normativa está recogida en la Ley 3/1995. Que se multara a quien no la cumple, sería una medida persuasiva para evitar el intrusismo. A mí me parecería que sería buena idea dar algún tipo de créditos a aquellos guías que justifiquen un trabajo, una formación, o gastos relacionados de la profesión, de forma continuada. Sería una medida de reconocimiento para quienes queremos vivir de profesión y lo tratamos mes tras mes. Desde Europa suenan campanas de liberalización de la profesión, así que, si queremos tener una calidad garantizada para las visitas guiadas, habrá que reforzar la normativa”:

Alessandro Girardi: “Otro problema legislativo es la interpretación de la directiva europea sobre la libertad de realizar tu profesión en toda Europa. Esto significa que si eres guía oficial en Italia puedes, si es ocasional, ejercer de guía también aquí. Hace falta por un lado una nueva ley de turismo que no deje huecos y por otro lado que así como hay inspectores de higiene, de trabajo, de hacienda, policías que controlan el tráfico, la obra, la seguridad ciudadana, hacen faltan inspectores que controlen el cumplimiento de la ley de guías de turismo”.

Una tarde cualquier en la huerta, con los tours Horta Viva, a cargo de Minguet, turistas de medio mundo catan vino entre campos. “Gente que un par de horas antes no se conocían se sienten tan a gusto que parece que sean todos uña y carne. Hasta un dia un cliente trajo consigo una guitarra y nos improvisó un concierto, fue genial”.

Quizá los buenos guías turísticos consigan justamente eso: hacer que los que vienen practiquen la cultura del estar a gusto.

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