VALENCIA. La ‘falla’ creada por David Moreno y Miguel Arraiz se convertirá dentro de pocas semanas en embajadora de las fiestas locales, una creación inspirada en la Lonja y que llevará al desierto de Nevada, en Estados Unidos, una representación del savoir-faire de la terreta. Pero si bien el elemento físico será importante, también lo será espectáculo lumínico, que dará vida a ‘Renaixement’ cuando caiga el sol en un festival que, a diferencia de Valencia, no se da en un entorno urbano y, por ende, no cuenta con más iluminación que la propia de las piezas. En este caso será la empresa valenciana Radiante, antes Ledsvisuals, la encargada de dar movimiento a un cubo gigante que se convertirá casi en un templo de luz.
Sin embargo, diseñar un show de este tipo en el desierto no es tarea fácil pues se debe tener en cuenta las dificultosas condiciones climatológicas, que incluyen temperaturas extremas (una orquilla de entre 0 y 40 grados) y constantes tormentas de arena. Precisamente es este último elemento lo que imposibilita llevar los equipos necesarios para activar la iluminación, con lo que el espectáculo irá programado de casa y se activará con un controlador DMX que leerá las ordenes cada noche, un espectáculo que consistirá en repeticiones de una serie de aproximadamente 15 minutos. Tampoco podrá el equipo hacer uso de láser para la creación de una compleja exhibición que, en cualquier caso, quiere dar protagonismo a la propia pieza sin ocultarla a base de trucos.
De este modo, la composición resulta de centenares de tubos led de unos 70 centímetros integrados en los tubos que conforman la estructura de ‘Renaixement’, piezas de color blanco que iluminan la falla por sectores. En este contexto, el equipo formado por Manuel Conde, Francesc Ribes y Sergi Palau, ha confeccionado un espectáculo con un marcado carácter emocional y que, entre tanta explosión de color, casi invita a la introspección, un “punto espiritual” representado por el puro blanco que reinará en la pieza y la interactividad, pues el público podrá pasearse por la ‘Lonja’ creada por el arquitecto y el artista fallero, una capilla de arte efímero.
“No hay nada más puro que el blanco, tiene un punto espiritual. Además, ellos [Miguel Arraiz y David Moreno] han apostado por el dorado, con lo que ponemos en valor los colores que han elegido”, explican los diseñadores de Radiante. El diseño se compone de encendidos y apagados, algo más agresivo y sin fundidos, aunque dotará a la pieza de una cierta “solemnidad”. Al contrario que en el proyecto conjunto que llevaron a cabo 2015 para Nou Campanar, Renaixement tendrá cuerpo y luz pero no voz, no contará con ningún tipo de apoyo sonoro para potenciar la “intimidad” entre la obra y el visitante. De hecho, los creadores han demandado a la organización del Burning Man que sitúen la ‘falla’ en uno de los lugares más alejados del corazón del festival, para así disfrutar del “silencio absoluto”.
Aunque no se trata de una segunda parte, es imposible no hablar de Ekklesía, la falla creada por el binomio Moreno-Arraiz para Nou Campanar y para la que Radiante también diseñó el juego de luces. “Hay punto en común con Nou Campanar: será algo mágico y social. La función será diferente, en el desierto no se puede visualizar de la misma manera por la condiciones técnicas y meteorológicas, jugaremos más con las sombras mientras que en Ekklesía se potenciaban los pilares individualmente al ritmo de un coro de niños distorsionado […] En este caso resolvemos con otros materiales y técnicas”.
Este encargo "poco habitual" busca expresamente la "diferenciación" tanto con la falla de 2015 como con el resto de proyectos aunque, no cabe duda, ese fue el origen de esta aventura. "Cuando terminó el proceso de Ekklesía ya estábamos dándole vueltas a qué podíamos hacer juntos", explica Francesc Ribes, que destaca del Burning Man el "respeto excepcional" hacía la visión artística del otro y la necesidad de sus participantes de "romper barreras" como algunos de los grandes atractivos para viajar a un festival que, inciden, es referente también en el sector publicitario.
Ekklesía se presentaba como una nueva versión de la asamblea de Atenas, un punto de encuentro y reflexión que escondía algunas literales -en forma de tweets impresos en los tubos de cartón- y que también se convirtió en escenario de coloquios y charlas. En este caso, Renaixement es homenaje a la Lonja, construcción declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para este proyecto, Arraiz y Moreno han diseñado un pabellón de tubos de cartón envuelto con una coraza basada en las ventanas de la Lonja, espacio que cuenta con decenas de mascaras creadas a partir de antiguos moldes cedidos por el Gremio de Artistas Falleros.
La temática del Burning Man de este año es 'El taller de Da Vinci', situando el punto de conexión con Valencia en la familia Borgia. En este contexto se daba la construcción de la Lonja, uno de los pocos ejemplos de gótico civil europeo, y que, entre sus curiosidades, llama la atención por la presencia de esculturas grotescas y sexuales en sus muros. En este sentido, la intención de Miguel Arraiz, David Moreno y el equipo de Radiante ha sido la de generar una Lonja del siglo XXI, efímera pero igualmente impresionante. Luces, falla y acción.