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el sur del sur  / OPINIÓN

Un 1995, igual, parecido o diferente

FOTO ASOCIACIÓN DE LA PRENSA
28/05/2023 - 

Las elecciones que hoy vive a la Comunitat Valenciana pueden parecerse a las de 1995 (se celebraron también un 28M), cuando el PP accedió por primera vez al Gobierno de la Generalitat y a muchas alcaldías que hasta ese momento estaban en manos del PSPV. Esta noche sabremos si este 28M es como el 1995, si ha sido parecido o diferente. Pero su contexto político se parece mucho al de hace 28 años, con protagonistas y partidos diferentes, aunque no el económico. 

Por aquel entonces, el Gobierno valenciano estaba en manos del socialista Joan Lerma. Tenía mayoría en las Cortes (45 diputados) aunque se había apoyado con acuerdos puntuales de EUPV (tenía 6). Enfrente, estaba el PP de Eduardo Zaplana (el PP tenía entonces 31 diputados), que quería dar el vuelco, ya con Rita Barberá a la Alcaldía de València. Barberá gobernaba con Unión Valenciana (que tenía 7 diputados en las Cortes) y el propósito de esa cita electoral autonómica era que PP y UV sumaran para desbancar al PSPV. Lo dicho, el Parlamento lo componían cuatro fuerzas.

Aunque el fin del PP es el mismo, sumar con Vox, para desbancar al Botànic, está claro que el escenario es muy diferente. Hay un gobierno de izquierdas, formado por PSPV, Compromís y Unides Podem, que lleva 8 años al frente de la Generalitat, y en la oposición hay otros tres partidos, popular, Ciudadanos y Vox. 

Ni es el contexto autonómico igual, ni lo es ni lo era el nacional. Entonces, España estaba sumida en una crisis económica de caballo (tras los Juegos Olímpicos y la Expo de Sevilla), los casos de corrupción acechaban al PSOE y la figura de Felipe González comenzaba a acumular desgaste, pese a la victoria contrapronóstico de 1993. Quizás lo que más asemeja a la cita de este domingo y la de entonces, es que el PP planteaba las autonómicas como un paso previo para la toma de la Moncloa. Entonces, José María Aznar ya le comía los tobillos al PSOE y pese a la derrota del 1993, también lideraba las encuestas como ahora lo hace Alberto Núñez Feijóo.

¿Qué ha cambiado entonces? Hay dos elementos que diferencian ambas citas: la fragmentación política. La izquierda concurre con un nuevo escenario, con tres fuerzas con representación, en la que Compromís es el nuevo actor consolidado desde 1995. En la derecha, todo hace indicar que de tres actores se pasará a dos. Entonces, el CDS desapareció en 1991; y lo que en su día fue Unión Valenciana podría ser, en términos de representación, lo que es Vox, aunque con una implantación más proporcional por todo el territorio. Unión Valenciana, pese a que superaba el 5% de los votos, nunca obtuvo parlamentarios por Alicante.

En esa cita de 1995, el PP logró 42 escaños frente a los 32 del PSPV-PSOE. Esquerra Unida fue la tercera fuerza con 10 diputado frente a los 5 de UV. La suma de PP y UV dio mayoría absoluta (47 -la mayoría absoluta entonces estaba en 45)- y, por tanto, se produjo el cambio de gobierno. Y hubo gobierno de coalición: UV tuvo la presidencia de las Cortes y dos consellerias.

Ese cambio no solo se produjo en la Generalitat, sino en muchas ciudades. Alicante y Castellón pasaron a manos del PP, pero en las ciudades medias hubo más igualdad. Por ejemplo, el PSPV retuvo las más industriales, como Alcoy y Elche, y también Gandia y Torrent. En cambio, el PP ya asumió el poder en ciudades medias como Villena, Alzira, Xàtiva, Vila-real, la Vall d'Uixó Dénia, Elda (paso a manos del PSOE al año siguiente) o Sagunt.

Campaña de 1991.

Ahora, insisto, el escenario es muy diferente, aunque los objetivos de los dos bloques sean los mismos que en 1995: la izquierda retener el Consell; el PP asaltarlo. Todos ellos con acompañantes diferentes. Y también hay que apuntarlo con un mapa municipal muy diferente: entonces, el PSPV todavía retenía las tres diputaciones, pero las perdió en 1995. Ahora, el PP solo tiene Alicante; el PSPV, València y Castellón. Compromís tiene la Alcaldía de València; el PSPV, la de Castellón. El PP logró recuperar la Alcaldía de Alicante en 2018. Ahora bien, en el resto de la Comunitat Valenciana, el bloque de la izquierda gobierna en la mayoría de las ciudades medias, a excepción de Benidorm, Torrevieja, Almoradí, Ibi, Benicàssim, Onda, Peñíscola y Alfafar.

Con todo este panorama, este 28M se decide si hay cambio, o no en la mayoría de las instituciones. En el caso de la Generalitat, todos coinciden que sea del signo que sea el futuro gobierno, será muy ajustado y por la suma de los bloques. Lo mismo que en los ayuntamientos: en muy pocas ciudades habrá mayoría absolutas, más allá de aquellos alcaldes que están muy consolidados. Es decir, que si hay cambio en los ayuntamientos también será porque los bloques crecen o decrecen. 

Las cifras de la provincia de Alicante

Más allá del resultado y los posteriores pactos, en el ámbito autonómico, actualmente el centro derecha tiene unos 450.000 votos con representación (18 diputados) a las Cortes por Alicante, y la izquierda, 413.000 papeletas (17 escaños), aproximadamente. En esta cita electoral, el foco está puesto en saber qué suma el PP, sobre todo, de Ciudadanos y de Vox, y cómo se mantienen las marcas de Compromís y Unides Podem.

El PP cosechó en 2019 181.867 votos autonómicos en Alicante, su cifra más baja, que se remonta a 1987. Ciudadanos cosechó 173.468 papeletas, que son el principal objeto de deseo del PP. Vox, por su parte, reunió 102.239 sufragios. Faltaría saber qué cantidad de votos retiene Ciudadanos en esta cita. No hay que olvidar que esas elecciones de 2019 coincidieron con las generales.   

En la izquierda, esos 413.000 votos se distribuyen de la siguiente manera: 231.662 el PSPV; 99.488, Compromís, y 83.855, Unides Podemos. Aquí el foco está en saber la fidelidad del voto de Compromís y el desgaste de Unidas-Podemos y sus cifras para alcanzar el 5% necesario para estar en las Cortes Valencianas. 

De acuerdo con el archivo electoral, Esquerra Unida cuenta con una base de entre 45.000 y 50.000 votos fijos, que se han repetido en todas las consultas electorales, incluso la de 2015, que fue en solitario y quedó sin representación con más de 30.000 votos. Todo lo demás, hasta alcanzar los 83.855 de 2019 y los 98.792 de 2015 es lo que le ha aportado Podemos. Compromís ha calcado los resultados en 2015 y 2019, con una cifra cercana a los 100.000 papeletas. El PSPV se mueve en una horquilla entre los 243.000 votos de 2011 y los 231.662 de 2019.

Este domingo por la noche estaremos muy atentos a muchas cosas: quién es el más votado; quién o quienes pueden gobernar, los cambios en las alcaldías. Y sólo cuando apaguemos la luz de la mesilla podremos valorar si este 28M es como el de 1995, el año del cambio, o si es parecido o diferente. Desde luego, que todo lo que le rodea es diferente. Sólo es igual en el objetivo de los pretendientes.

 
 


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