VALÈNCIA. La reunión de la Comisión Interdepartamental contra la covid-19 celebrada este jueves recuperó su tradición de debate intenso que en las últimas semanas se había diluido por el acuerdo generalizado de las medidas a adoptar.
En esta ocasión, existieron discrepancias relevantes respecto a la relajación en las restricciones que el Gobierno valenciano debe adoptar de cara a las próximas semanas.
El principal punto de desacuerdo giró en la apertura en los interiores de bares y restaurantes. Hasta pocas horas antes de la reunión, parecía existir un pacto para continuar con el veto generalizado a las restricciones y, en especial, a los espacios cerrados: sin embargo, los representantes socialistas plantearon una apertura del 30% del interior de la hostelería.
Una propuesta sobre la que Unides Podem no planteó oposición pero que sí causó cierta contrariedad en Compromís. La coalición valencianista se ha mostrado en los últimos meses como la fuerza política más renuente al aperturismo frente a la pandemia, una postura que le ha costado no pocos enfrentamientos con el socio principal de gobierno, el PSPV-PSOE, liderado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
En las horas previas a la reunión, Compromís se había mostrado receptivo a abrir la mano con los recintos deportivos -gimnasios-, alargar el horario de las terrazas hasta las ocho de la tarde -con el 100% de apertura- y recuperar las actividades extraescolares de ocio. No obstante, ya flotaba en el ambiente la propuesta socialista de la apertura de interiores al 30% en la hostelería si se tomaban las otras medidas citadas. Una posibilidad ante la que la coalición valencianista prefería descartar cualquier relajación y mantener las mismas restricciones que rigen a día de hoy, más aún con las dificultades de control que existen para calibrar cuando un recinto está superando los límites establecidos.
Ya en la reunión, los socialistas pusieron sobre la mesa la citada propuesta. En este sentido, la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, terció para promover la apertura de ese 30% solo en los bares o restaurantes que carecieran de terraza, algo a lo que los socialistas se negaron, encontrando el apoyo del vicepresidente segundo del Consell y miembro destacado de Unides Podem, Rubén Martínez Dalmau.
En esta línea, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, se mostró contraria a la ampliación del horario de terrazas al considerar que ello fomentaría el 'tardeo', especialmente en una época en la que existen muchas personas que disponen de vacaciones. Una posición no compartida por Compromís, que considera más peligrosa la apertura de interiores que un incremento de tiempo y presencialidad en las terrazas. Sobre esto, fuentes presentes en la reunión señalaron que Barceló en la dificultad de explicar al sector hostelero el cierre total de interiores con una incidencia de 57 contagios por cada 100.000 habitantes, una de las más bajas de España. Finalmente, pese a la oposición manifestada, Compromís se plegó a la postura de la consellera de Sanidad al considerar que el mando del Ejecutivo recae en sus manos.
Por otro lado, un factor que ha pesado también en esta decisión impulsada por el PSPV es la recomendación propuesta por el Ministerio de Sanidad en el Consejo Interterritorial de este miércoles, en el que se apostaba por mantener las restricciones adoptadas hasta después de Semana Santa y, en todo caso, aumentarlas en caso de ascenso de los contagios, pero no relajarlas aunque los datos fueran buenos.
Es decir, desde Presidencia de la Generalitat se apostó este jueves por aprobar medidas de máximos que permanecerán durante el próximo mes con la esperanza de no tener que aprobar nuevas restricciones.