VALÈNCIA. (EP) El informe independiente de auditoría sobre las cuentas anuales de Feria Muestrario Internacional de Valencia advierte de "incertidumbre material" sobre "continuidad" de Feria Valencia con motivo del desequilibrio contable generado a raíz del proceso de subrogación de la deuda por parte de la Generalitat, todavía sin concluir.
Según se explica en el documento, la entidad ferial recibía hasta 2018 una subvención anual por parte del Gobierno valenciano con la que hacía frente al pago de la deuda que arrastra desde la ampliación del recinto, pero esta cantidad dejó de ingresarse al iniciarse el proceso de subrogación de la deuda y aunque la Generalitat la vaya pagando, estas cantidades computan a Feria Valencia como deudora en la cuenta acreedora creada por Hacienda al efecto.
"Esta situación ha supuesto la generación de resultados negativos en el ejercicio de 2019, hecho que, de continuar manteniéndose, es indicador de incertidumbre material que puede generar duda significativa sobre la continuidad de Feria Valencia, por su relevante impacto sobre sus fondos propios y patrimonio neto", advierte el auditor.
También ha supuesto la generación de un "muy relevante déficit" en el fondo de maniobra por importe de más de 171,6 millones de euros por la condición otorgada por la Generalitat de deuda vencida y exigible a corto plazo del saldo de la cuenta acreedora mantenida con ella mantenida.
En todo caso, el auditor señala que el Ayuntamiento y la Generalitat están "evaluando el procedimiento de formalización final del proceso de regularización económica, patrimonial y jurídica" de Feria Valencia, uno de los pasos pendientes para la reestructuración de la entidad.
Hace así alusión a las negociaciones entre la Conselleria de Hacienda y el Consistorio para avanzar en una permuta de terrenos, en la que los de feria --propiedad municipal-- pasen a manos de la Generalitat a cambio de que esta le ceda otros. No obstante, todavía no se ha alcanzado un acuerdo al respecto.
En todo caso, desde Hacienda han precisado a Europa Press que la formalización de la permuta "no elimina" automáticamente la cuenta acreedora en la que Feria Valencia figura como deudora, aunque "la operación patrimonial facilitaría mucho la reestructuración" de la entidad.
Asimismo, la autoría pone de manifiesto cómo las actividades de Feria Valencia se están viendo afectadas "muy notablemente" por la pandemia de la Covid-19, una situación que viene generando "tensiones relevantes en la liquidez" de la entidad y en su capacidad de asumir los compromisos con terceros proveedores para atender sus deudas vencidas, gestiones para la obtención de financiación y liquidez mediante otras vías que permitan restablecer el equilibrio operativo y de solvencia.
De hecho, el informe de gestión correspondiente al ejercicio de 2019, cerrado con 35 certámenes y 51 eventos, cifra los ingresos de explotación sin incluir las subvenciones de capital transferidas al resultado en 23,4 millones de euros. Los certámenes que más han aportado mayores ingresos han sido Cevisama (7,5 millones de euros), Hábitat (2,4 millones), Automóvil (1,3 millones) e Iberflora (1,1 millones).
El Ebitda (o resultado de explotación antes de amortización de inmovilizado, subvenciones de inmovilizado y otros resultados) ha sido positivo en más de 2,2 millones de euros, aunque un 38% inferior al de 2018, debido a la no celebración de ferias bienales como Fimma, Maderalia y Eurobrico.
Feria pagaba los préstamos de financiación con las subvenciones que recibía de la Generalitat consignadas en sus presupuestos, pero ha dejado de percibirlos porque esta se ha subrogado la titularidad de los préstamos. El efecto en la cuenta de 2019 es un menor ingreso de 3,2 millones de euros, apunta el informe de gestión.
Tras añadir al Ebitda la amortización neta de inmovilizado se obtiene una pérdida de más de 2,2 millones de euros. De no ser por este proceso, Feria Valencia hubiera finalizado el año con unos beneficios de un millón de euros.
En el ejercicio de 2020 estaba prevista la realización de 258.424 metros de certámentes propios y coorganizados y 235.727 metros de eventos. Sin embargo, la pandemia a obligado a aplazar ferias tan importantes como Fimma, Maderalia y Hábitat, entre otras, por "incertidumbre de la crisis sanitaria". Un hecho que ha supuesto "una caída de ingresos de 8 millones de euros" para Feria, apunta el informe.
De no cambiar la situación, en el último patronato de Feria Valencia se estimaba que el agujero en las cuentas de 2020 podría ir desde los 3 a los 11 millones de euros. Tres millones en el escenario más optimista, si se salva Cevisama en 2021 y hasta once millones en el peor de los casos, si a lo largo de todo 2021 no se pudieran celebrar actividades y no se pudieran mantener los ERTE.