Una celebración de lo trans a través de la danza

VALÈNCIA. “Esto no es un espectáculo, es una experiencia”. Estas palabras las desliza Carlos González casi al final de su conversación con Culturplaza, un acercamiento que marca profundamente el proceso de creación y resultado final de Sensual Texion, que se estrenará este miércoles en La Rambleta en el marco del festival de artes vivas 10 Sentidos. González está, junto a Seth Buckley, detrás de EYAS Dance Project, una joven compañía valenciana que se presenta como un espacio para la danza y, también, como iniciativa social, un proyecto centrado en la reflexión en torno a los relatos queer. Con Sensual Texion ponen ahora el foco en las narrativas trans, aunque desde un punto de vista muy concreto, huyendo de la idea de “conflicto”. 

“Queremos poner el foco en el empoderamiento, la sanación y la celebración. Para nosotros los cuerpos trans no están en conflicto, es la sociedad la que está en conflicto con ellos”. Con este punto de partida la compañía ha dado forma a una propuesta a la que ponen, entre otros, dos adjetivos: “transgresora e innovadora”. Con González y Buckley al frente de la dirección y coreografía, el proyecto crece con la interpretación de cuatro artistas trans de “diferentes backgrounds” creativos, un elenco que aporta acercamientos al vogue o los bailes urbanos. Son Merce Matus, Dylan Aranda, Raisha Cosima e Itxa Sai quienes dan forma a un proyecto en el que el número de intérpretes crece conforme se va acercando el público a los dos laterales de la pasarela que concentra la acción.

Y ahí es donde entra otro de los adjetivos que levantan un proyecto que, insistimos, no es un espectáculo sino una experiencia. En este caso, el nuevo concepto que se suma a la ecuación es “inmersivo”. “Hemos venido a cargárnoslo todo. Queremos romper con el papel del público pasivo, incluyéndolo como agente performativo. No es una obra a la que vayamos a contemplar, sino que es un viaje”. Este viaje parte de una celebración total de la diversidad de cuerpos a través del goce, la libertad y el “fuego interno”, un proyecto que entiende la danza más allá de la idea de “estilo”, como una “visión y aproximación al cuerpo”, un alegato por la libertad y el atrevimiento.

Esta celebración del colectivo trans que plantea EYAS Dance Project en el festival 10 Sentidos llega en un marco muy concreto que, claro, está bien presente en la mente de los impulsores de la pieza. En el ámbito nacional, encontramos la reciente aprobación de la conocida como ‘Ley Trans’, una norma que, entre otras cosas, despatologiza el proceso de cambio de sexo o prohíbe las terapias de conversión. También, en València, hace apenas unos días se publicaba la elección de la primera fallera mayor trans, Lía Sánchez. El plano informativo internacional, por su parte, está marcado en la actualidad por las numerosas leyes impulsadas por los sectores más conservadores en Estados Unidos contra el colectivo. 

“Esto ha sido el detonante para querer hacerlo este año. Sentimos que es el momento”, explica González. “Con la creación de esta obra queremos inspirar un futuro más libre e inclusivo, en el que tengan cabida todo tipo de cuerpos e identidad. Es una obra muy política porque apuesta por este elenco trans pero, también, porque acaba trascendiendo lo trans. Esta ha sido una decisión muy consciente, la de visibilizar otras narrativas”. Con todo, la compañía ha acabado diseñando una suerte de “hechizo” que se integra en un proyecto mayor que pone el foco en las ilusiones, lema con el que se presenta la presente edición de 10 Sentidos, una construcción que se levanta en el mundo de lo posible, que mira a un futuro en el que los claroscuros han dado paso a la luz total. Y lo hacen con sus normas, hasta crear la que será "una revolución sensual de alta frecuencia".