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la guardia civil y el tsjcv han iniciado sendos procedimientos

Una investigación dirimirá la responsabilidad sobre la cancelación del Medusa

14/08/2022 - 

VALÈNCIA. Tres la tragedia, llega el momento de aclarar os hechos y decididr responsabilidades. ¿Se pudo evitar la muerte y las decenas de heridos tras el reventón térmico? La Guardia Civil empezó ya a primera hora de la mañana a hacer pruebas periciales y a comprobar que el montaje se hizo cumpliendo estrictamente todas las medidas de seguridad.

Cabe tener en cuenta dos factores importantes: si bien sí había previsión de rachas de viento, el reventón térmico es un fenómeno imprevisible y fortuito, que de manera explosiva y repentina puede generar rachas de viento de más 100 km/h. Ni AEMET ni la Generalitat (que este mismo viernes anunció una batería de medidas para esta ola de calor, como el cierre de los parques naturales) vió un riesgo extremo en la celebración del Medusa, aunque desde Emergencias confirman en que sí trasladaron la importancia del episodio meteorológico al festival.

Según agencias el alcalde de Cullera, Jordi Mayor, el Medusa contaba con “todos los permisos y garantías jurídicas y administrativas”, y a pesar de las alertas de la AEMET por la ola de calor y de viento, explica que el ayuntamiento había expedido “una autorización completamente ajustada a la ley” y explica que se reitera que haya una investigación sobre el caso. El pasado viernes Ximo Puig convocó una reunión para abordar la ola de calor, en la que la Agencia Estatal de Meteorología había trasladado previsiones de altas temperaturas y vientos huracanados más hacia el interior de la provincia.

El segundo factor es que la ley pide que las estructuras aguanten rachas de 90 km/h. ¿Qué significa esto? Que pueden haber estado escrupulosamente montadas pero no haber podido soportar este episodio extremo. De hecho, algunas estructuras como los arcos de las salidas de emergencias y algunos soportes publicitarios salen tambaleándose en algunos vídeos compartidos en redes sociales pero consiguen resisitir. Según el trabajador de una empresa del montaje del escenario principal, por ejemplo, este tiene en su base bidones de hasta 1.000 litros en cada parte de la estructura, para sostener su envergadura.

Otra fuente relacionada con el montaje del festival sostiene que el proceso fue ajustado a la normativa, pero que “los vientos de más de 90 km/h no podían preveerse”. En este sentido, señala que, lo que podría haber pasado en el escenario principal es que, “a diferencia de otras estructuras que el viento tumba, su tamaño es tal, que lo forman una serie de estructuras que se rompen, se cuartean entre ellas y podría haber sido lo que hubiera desprendido los elementos”.

El mismo fenómeno ambiental ocurrió en Torrevieja (con el recinto vacío) y, afectadas las estructuras principales de los dos escenarios principales, decidieron cancelar la cita. En el Rabolargatija, en Villena, no hubo afectación en los conciertos pero el viento afectó a una parte del camping que debieron reparar a primera hora de tarde. En Aranda del Duero, el festival Sonorama desalojó parte del camping y atrasó el inicio de los conciertos también hasta que pasara la alerta meteorológica "tras lo ocurrido en Cullera". En el festival SOM Castelló también prefirieron ser cautos y decidieron, junto a Leiva, la cancelación de su actuación ante las previsiones adversas de meteorología.

También ayer el titular del Juzgado de Primera Instancia de Instrucción Número 4 de Sueca, en funciones de guardia, procedió la pasada madrugada al levantamiento del cadáver de un joven participante en un festival de música en Cullera. Tras ello, el Juzgado ha abierto diligencias previas  “para investigar los hechos, solicitar los informes periciales correspondientes y acordar la práctica de las diligencias que considere oportunas”.

La investigación decidirá qué responsabilidades civiles y penales tiene cada una de las partes. Especialmente, si la empresa podría prever este episodio, y por tanto tenía la responsabilidad de la cancelación; o si ha sido una episodio meteorológico imprevisible que ha ocurrido fatalmente en Cullera. De ello dependerán también indemnizaciones, devolución de entradas, y toda la gestión del “después de”.

Si bien en redes sociales ya hay gente solicitando su dinero, todos los testimonios recogidos por este diario coinciden en tener aún “el miedo en el cuerpo”, mientras que Emergencias recuerda que “la investigación sigue en marcha” y no es momento de saber quién tiene que pagar aún nada.

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