Lleva años trabajando en las enfermedades producidas por parásitos del género Taenia
La parasitóloga María Teresa Galán-Puchades relaciona la imagen del planeta enano Plutón con el parásito Tenia, conocido como la solitaria. Aunque a priori parezca complicado relacionar dos ciencias tan dispares como lo son la Astronomía y la Parasitología, la profesora del área de Parasitología del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universitat de València, lo ha conseguido en una curiosa publicación aparecida recientemente en 'Science', titulada Planet Pluto vs. Taenia eggs.
La doctora Galán-Puchades lleva años trabajando en las enfermedades producidas por parásitos del género Taenia (conocidas como solitarias) en humanos, esto es, en taeniasis y cisticercosis, con especial énfasis en la especie Taenia asiatica, en colaboración principalmente con la Universidad de Granada, la Chungbuk National University de Corea del Sur y el Center for Disease Prevention and Control de Guangxi, China. Como fruto de esa colaboración internacional, Galán-Puchades lideró una publicación sobre los primeros datos de la ultraestructura de los huevos de Taenia asiatica mediante estudios de microscopía electrónica de transmisión y de barrido (TEM, SEM).
A su vez, la superficie del planeta Plutón, dada su peculiar estructura poligonal, está siendo motivo de numerosas publicaciones, muchas de ellas aparecidas en la revista Science. La doctora Galán-Puchades, apoyada por sus colaboradores, encontró una evidente similitud entre las imágenes facilitadas por la NASA de la estructura de la superficie de Plutón, un planeta situado a millones de Km de la Tierra con un diámetro de 2.732 Km, y las imágenes de barrido por ellos obtenidas de la estructura de la superficie del embrióforo (capa gruesa constituida por numerosos bloques que rodean al embrión del parásito) de los huevos de Taenia, que miden escasamente 30-40 micras.
En palabras de la profesora Galán-Puchades, con este artículo en Science la Parasitología hace un guiño a la Astronomía, ciencias que nunca parecieron pudieran estar próximas y, sin embargo, el huevo de Taenia podría perfectamente considerarse el pequeño Plutón del universo de los parásitos.