VALÈNCIA. No hubo llamada de reconciliación este lunes entre Compromís y PSPV en València para continuar las negociaciones de cara a un acuerdo de gobierno municipal, paralizadas desde la semana pasada y a poco más de siete días para el primer pleno del mandato. Así pues, el gobierno de coalición está en el aire, y hay cuestiones que dependen de alguna manera de que este pacto se fragüe o naufrague. Uno de ellos es el nombramiento de cargos de alta dirección.
La entrada de los socialistas en el ejecutivo podría cambiar la situación de algunos de los altos cargos nombrados por el Govern de La Nau, especialmente si entran a gestionar concejalías que dirigió Compromís el pasado mandato. Un gobierno en solitario de Compromís, por su parte, también tendría repercusiones. Así, hay una quincena de directivos cuya plaza está a lo que decida el ejecutivo.
Uno de ellos es el coordinador general de la Junta Central Fallera, Ramón Estellés, que depende directamente de la concejalía de Cultura Festiva, dirigida por el edil de Compromís Pere Fuset hasta las elecciones. Esta plaza se entiende como la mano derecha del concejal en cuestión, por lo que si éste cambia, no sería extraño que Estellés diera paso a otra persona como coordinador de la JCF.
Se pueden encontrar otras situaciones similares. El director gerente de la Fundación Deportiva Municipal, Jesús Casero, depende directamente de la concejalía de Deportes, hasta mayo encabezada por la socialista Maite Girau, pero cuya plaza podría estar en liza si el PSPV no entra en el ejecutivo municipal o si no acaba dirigiendo esta delegación. Algo similar puede ocurrir con la plaza de director de la fundación Turismo Valencia, ahora ocupada por Antonio Bernabé, adscrita a la delegación de Turismo que dirigía la portavoz socialista Sandra Gómez.
La gerencia de la empresa urbanística ligada al Ayuntamiento de València, Aumsa, y la de la Empresa Municipal de Tranportes (EMT) también depende del ejecutivo. José Antonio Martínez ocupa la primera desde 2013 con el gobierno del Partido Popular, y Josep Enric García, la segunda, impulsado por el edil de Compromís que se encargó en el Govern de La Nau de la delegación de Movilidad, Giuseppe Grezzi.
Otros cargos que dependen de quién lidere las distintas concejalías son la dirección de la Mostra de València, que ocupa Maria Rosa Roig; la gerencia del Palacio de Congresos, ahora de Sylvia Andrés; la dirección de la Universitat Popular, ahora de Gemma Flors; la dirección del organismo municipal de Parques y Jardines, de Juan Hermoso Villalba; y la dirección del Palau de la Música, que ahora ostenta Vicent Ros, entre otros.
Asímismo, en virtud del pacto de gobierno de coalición entre socialistas y Compromís, o de su inexistencia, cabe la posibilidad de que otras fundaciones municipales pudieran sufrir cambios en sus gerencias. Se trata en estos casos de Ricard Chicot, gerente de la Fundación de la Policía Local; de Francisco Javier González, gerente de la Fundación Valencia Activa; de Francisco Potenciano, gerente de la Fundación de Las Naves; y de Carlos Sánchez, el homólogo en el Observatorio Valenciano del Cambio Climático.
La gerencia de la Sociedad Plan Cabanyal-Canyamelar, ahora ocupada por Vicente Gallart, y la de la empresa municipal mixta Mercavalencia, ostentada por José Miguel Yubero, también dependen del ejecutivo municipal.
Además de todos ellos, la presencia o ausencia del PSPV en el gobierno municipal influirá en la elección de coordinadores municipales. El pasado mandato había media docena, de los que dos habían sido nombrados por los socialistas. Son el coordinador general de Desarrollo Económico, Julio Olmos, y el coordinador general de Desarrollo Urbano y Vivienda, Rafael Rubio.