VALÈNCIA. Las noticias que trascienden, de un tiempo a esta parte, es que, a pesar de que el vinilo vuelve a reinar como el formato físico preferido para los compradores de música, las tiendas de discos no dejan de cerrar. Son lugares que abrieron en la época del boom, las últimas décadas del siglo XX, y que ahora se perciben como fortines contra el avance del tiempo e internet. Pero hay en València un rincón que poco tiene que ver con esa imagen dibujada. Se trata de Discos Oldies, la tienda de discos más antigua de España, que a su vez ha rejuvenecido en su traspaso a una nueva gestión, que celebra su primer aniversario con un mini-festival este sábado en la sala 16 Toneladas.
Fue en diciembre de 2021 cuando trascendió la noticia: tras el pánico inicial por perder la tienda por la jubilación de Carmen, Pepe, Isabel y Vicente; Mario, Chema, Andreu y Pere habían reunido el dinero del traspaso y se harían cargo del proyecto. El reto era complicado: mantener la parroquia de Discos Oldies que habían construido durante cuatro décadas y encontrarle un futuro a la misma con nuevo público.
Ha pasado un año y las expectativas se han cumplido con crecer. De hecho, se han multiplicado: “Nos esperábamos que nos fuera guay, éramos optimistas, pero llevamos tres meses triplicando las expectativas que teníamos. La acogida y la venta de discos ha ido en aumento mes a mes, pero además estamos contentos por lo que se ha ido generando a lo largo de este año en la tienda”, explica Mario Ballester.
“Lo que se ha generado” es una agenda paralela que, sin embargo, retroalimenta a la propia tienda: presentaciones de discos, presencia en ferias y conciertos, o venta de entradas físicas. “La idea clave es la de la comunidad. Y eso es algo beneficioso para la música, que no es solo vender discos. La tienda también tenía que servir para que la gente venga a conocer a los artistas que le gustan, y se tiene que reivindicar como un punto de encuentro entre los grupos y los fans”, añade.
En este sentido, este fin de semana harán visible su milagro: una de esas tiendas de discos que parece que solo tienen como destino cerrar llenará la sala 16 Toneladas con más de 250 entradas vendidas, con el patrocinio de Vibra Mahou, y con un cartel que resume algunos de los nombres más destacados de las distintas escenas musicales de la ciudad: Amy, Concepción, Calivvula, Futuro Terror, Margarita Quebrada, Blu Boi, Mueveloreina y una sesión B2B de Finalversion3 y Lucía Gea. “El criterio para hacer el cartel estaba claro: era importante para nosotros que fuera representativos de la música que se hace en la Comunitat Valenciana, pero grupos que tienen su renombre más allá de ella. Queremos celebrar una escena que tienen tantos estilos diferentes”, desgrana Ballester.
Este mini-festival, que es la doble constatación del éxito de una red y una escena musical que parece sostenerse en el tiempo (por la tienda y por el cartel), tendrá continuidad. No solo es una fiesta, sino la primera edición de algo: “nace de la idea de celebrar nuestro primer aniversario, pero queríamos sacar la marca fuera de la propia tienda, y en vez de estar nosotros vendiendo discos en los conciertos, montarlos nosotros mismos. Pepe [gerente del 16 Toneladas] nos ha abierto su casa y la idea es que este festival tenga continuidad”.
¿Cómo se puede dar la vuelta a la facturación de una tienda de discos tras cuatro décadas y en un contexto económico adverso? “Incorporamos mucha nueva música, de diferentes países y culturas. Nos hemos dado cuenta de que lo arriesgado funciona, y que la gente confía en nuestra marca y en nuestra identidad. Desde el principio queríamos desmarcarnos con una propuesta más alternativa, pero manteniendo la segunda mano y comprando colecciones”, responde Ballester.
“Apostar por el vinilo, por mucho que los datos diga que está en auge, es un reto enorme. Además, nosotros queríamos apoyar especialmente a los artistas y a los sellos independientes locales”, añade. La venta de entradas, además, ha descubierto la tienda a mucha nueva clientela: “constantemente viene gente que no conocía la tienda, a pesar de llevar abierta 43 años”.
Pero, ¿se ha quedado la clientela del anterior Oldies por el camino? “Muy poca gente se ha quedado por el camino. La gente que compradora de discos sigue viniendo constantemente. Para nosotros es importante mantener la esencia y la historia de la tienda”.