VALENCIA. El 1 (de octubre) abrió el Uno, exactamente seis metros cuadrados en el Mercado Central listos para comer. Esa es la filosofía de Rafa Valls y Mercedes Valle, ideólogos de uno de los puestos más innovadores del centro de abastecimiento del casco histórico de la ciudad de Valencia, algo que significa -de puertas hacia dentro de ese mundo que es el mercado- expectación y recelo. Valls y Valle son más o menos ajeno al conflicto, porque de la ilusión nutrida durante los últimos años de proyecto, ya es una realidad: el take away ya permite llevarse algunas de las partes más apetecibles del Central de la manera más sencilla.
Aunque no se enfocan a ningún tipo de alimentación, es cierto que los veganos y crudiveganos van a tener desde ya y en adelante un aliado en Uno. El espacio de comidas para llevar, que también se ha convertido en despacho de pan, está redefiniendo en estos momentos una carta sencilla que incluirá desayuno, almuerzo, menú y una suerte de menú ampliado, este último apto por cantidades para compartir entre dos personas. A ellos haremos referencia desde el enfoque de nuestra querida sección 12,90, esa por la cual cada semana salimos a comer bien con esa cifra -totalmente arbitraria- en el bolsillo. Como de su filosofía hablamos recientemente, no está mal por esta vez pulsar la impresión de sus gestores en estos primeros días de actividad.
Lo primero que ha sorprendido (o no) del Uno es haber encontrado algunos de los platos más deseados del local que le precede, el Mancini, cerrado ahora hace años pero en manos de Valls y por el que era tan popular en el centro de la ciudad: "hasta aquí ha llegado la mousse de limón, algunos de los bocadillos que hacíamos en frío o la ensalada de higos". Y, como deja ver alguna de las siguientes fotos, hasta las servilletas del Mancini servirán de enlace nostálgico hasta el Uno que bebe de aquel verde que Jaime Hayón ha integrado en un interiorismo exquisito, con el frontal cerámico de Vicente Gimeno.
En su menú, desde la sobrada repostería que atrae a buena parte de los turistas (cocas de llanda, torrijas, zumos naturales de manzana de Ricarda Brun y un etcétera sorprendentemente infinito), se acumulan soluciones para consumir con holgura nuestro presupuesto. De los bocadillos, pequeños y sabrosos (1,75€), sobresalen el de carpaccio de ternera, champiñones y parmesano o el de sobrasada, queso manchego y cebolla confitada. Valls advierte que los fans del bocadillo de pollo y pesto tendrán que aceptar la nueva realidad: "es cierto que hemos importado algunas cosas de Mancini, pero sólo aquellas que podemos hacer en frío". Las soluciones de fruta con yogur natural, las alternativas a The Coca Cola Company (los refrescos de La Gloria), el peculiar café de Fred o los gazpachos de mango, cereza y fresón bien paguen la pena por acercarse hasta este nuevo puesto, el número uno del Mercat Central situado en la puerta que da a La Lonja.
"Somos como una nave espacial en mitad del Central. Tenemos un bonito trabajo de comunicación por delante, aquí dentro para empezar, pero por suerte hay un público que agradece que lo hayamos montado, por muchas razones", añade Valls antes de que nos pongamos a seleccionar un menú de tantos a partir de estos escasos metros cuadrados de comida preparada en el centro de la ciudad. No es el primer take away de alto nivel al que hacemos referencia en la ciudad -tampoco será el último-, pero en este caso uno de sus dos propietarios destaca a Guía Hedonista que "el público que agradece" su presencia "porque también va buscando novedad, un producto diferente, de calidad".
Ese es el punto de conexión del Uno con el resto del Central: que te atiendan, que te cuenten, que acompañen tu compra y que, a diferencia de cualquier otra casa con comidas para llevar puedas descubrir que lo que vas a comer ha sido escogido por algún motivo. Puede ser el refresco de limón de la gloria, una crema, una sopa o una ensalada, además de los arroces que pronto aparecerán. La materia prima y algunos proveedores nos hicieron tomar nuestras primeras decisiones en favor del gazpacho de mango, la ensalada de higos, el bocadillo citado de carpaccio de ternera y la fruta con yogur natural. Una semana más, con el jefe bien contento, nos alejamos de los 12,90 euros hasta quedarnos en 8,50, incluida la botella de agua. El único pero de la selección es que el menú, tal y como era, casi podía compartirse. Damos por supuesto que el de 11,50 euros, más generoso en proporciones y actos, va a convertirse en un pícnic recomendable para irse al río en pareja. Queda dicho.
FICHA TÉCNICA
Nombre: Uno
Zona: Ciutat Vella
Precio: para el mediodía (cabe recordar que el Mercado Central sólo abre hasta las 15 horas), menú de 8,5 y 11,5 euros con bebida.
Dónde está: en el Mercado Central.