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la compañía, que nació en la upv, ya factura 10 millones de euros

V2C, la tecnológica valenciana pionera en cargadores eléctricos que ha conquistado a Mutua Madrileña

26/12/2023 - 

VALÈNCIA. La resiliencia tiene premio y así lo vive la tecnológica valenciana V2C, liderada por Víctor Sanchis, compañía que recientemente ha cerrado una ronda de cuatro millones de euros liderada por Mutua Madrileña. Con sede en Xirivella, hace ya una década que los fundadores de la compañía decidieron lanzarse al desarrollo de tecnología de recarga para vehículos eléctricos. Ingenieros industriales de la Universitat Politècnica de València (UPV), querían poner en marcha su propio negocio y, en 2012, llegaban los primeros modelos de coches eléctricos a España.

"El objetivo era desarrollar una tecnología de recarga que era muy residual en esos años y pensábamos que, en el futuro, podía ser un buen negocio. Entonces, lanzamos la empresa con el objetivo de sacar una tecnología fabricada en València, que pudiera crear industria, empleo, que pudiéramos hacer innovación, y ese fue el objetivo de la empresa", recuerda Sanchis, quien ahora dirige una compañía que factura diez millones de euros y tiene 90 trabajadores.

La empresa, pionera en el desarrollo y fabricación de cargadores para vehículos eléctricos, ha diseñado varios modelos de producto entre los que se encuentra Trydan, el que fuera el primer e-Charger del mercado con triple conectividad a través de placas solares, dispositivos inteligentes o asistentes virtuales como Alexa. Según explica Sanchis, los fundadores escogieron la movilidad eléctrica porque querían hacer innovación, desarrollar tecnología e ingeniería y era incipiente. "Éramos poquitos, trabajábamos tres personas y se preveía que el coche eléctrico era el futuro", recuerda. 

A día de hoy, la compañía tiene productos de recarga tanto para garajes privados como para puntos públicos. "Cuando empezamos hace once años con Lug Energy no había coche eléctrico, no había mercado. Empezaban a venir los primeros fabricantes. En ese momento, Renault y Nissan. Estuvimos estudiando el mercado y vimos que iba a ser el futuro", recuerda. Por aquel momento había algo de moto eléctrica, pero poco coche. "Es un sector que siempre es el eterno esperado. Se espera que haya un boom pero es algo progresivo. Es un crecimiento moderado, la gente va cambiando poco a poco, van sacando mejores coches y va habiendo más interés", reconoce. 

Y es que la prohibición de nuevos coches con motor de combustión por parte de la Unión Europea en 2035 ha lanzado a todos los grandes fabricantes automovilísticos a centrar el mercado en torno a los coches eléctricos. Asimismo, Europa también ha adoptado la medida de contar con un punto de recarga cada 60 kilómetros, lo que augura un futuro prometedor para el desarrollo de la tecnología.

La necesidad de un punto de recarga en casa

Para Sanchis empezaron por lo más fácil, que era el cliente privado. "Éramos usuarios de moto eléctrica y pensamos que necesitábamos un punto de recarga en casa. Es la más mayoritaria, la más difícil porque es la que más competencia tiene, pero también la más interesante de hacer. También es la más diferencial y en la que más se puede innovar", reconoce. A partir de ahí, decidieron definir su valor añadido respecto al resto de sus competidores con un producto innovador y con la tecnología más avanzada gracias a la conexión con la fotovoltaica y tecnología abierta para que la gente desarrolle aplicaciones propias.

"También realizamos buenos diseños y bonitos y con precios contenidos para estar dentro del mercado, sobre todo en España y Portugal, donde el precio es muy importante", reconoce el de CEO. de V2C. Además, buscan ser fáciles de manejar para el instalador, su principal partner junto a la cadena de distribución. "Algunas marcas hay que hacer un máster para ponerlo en marcha. En nuestro caso, es todo muy conectado, sencillo y a través del móvil", recalca. 

En todo caso, entre todos sus avances considera que la conexión con la fotovoltaica es clave. "Muchas veces el primer paso es poner fotovoltaica y luego coche eléctrico y toda esta integración es importante. Que puedas cargar con los excedentes solares, por ejemplo", reconoce. Sus desarrollos también pueden conectar con los principales sistemas de domótica. 

Delegaciones en Portugal, Italia y Francia

Cuando la compañía se puso en marcha, Sanchis y sus socios tenían claro que era importante desarrollar la empresa en Valencia. "Habíamos terminado la carrera, pero teníamos claro que queríamos tecnología, innovación y que se desarrollara aquí", reconoce. Desde su fábrica en Xirivella, hacen el ensamblaje del producto, con unas piezas que en su mayoría son de proveedores locales y nacionales, aunque algunas vienen de fuera. Ahora, han alquilado una nave anexa para abordar sus planes de desarrollo de nuevos productos.  

Como se apuntaba, la compañía tiene actualmente el producto Trydan, que permite afrontar la recarga en garajes privados. También el Pole Pro, para vía pública. "Lo hemos relanzado y esperamos que funcione muy bien, aunque sacaremos otros productos de cara al año que viene", señala. Unos desarrollos que la compañía vende a la distribución con el fin de crecer más rápido. Un plan que ya acometen en el mercado español y portugués, aunque han abierto delegaciones en Italia y Francia, además de tener acuerdos con partners en Marruecos, Holanda, Rumanía, Finlandia o Israel.

Mientras, entre sus estrategias para llegar al público se han marcado Youtube como un canal para darse a conocer en colaboración con influencers del área. "Nuestro producto está destinado al público más tecnológico, que más sabe y ese público creemos que atrae al público de abajo. Hemos hecho una comunidad, y te dan feedback de lo que a la gente le gusta y lo que no", recalca.

Una compañía rentable 

Si algo tiene claro Sanchis, es que siempre han partido de ser una empresa rentable. "Nacimos en 2012, donde todas las empresas quebraban por deuda. Queríamos una empresa que fuera rentable desde el principio. El primer año facturamos 50.000 euros, éramos tres personas, y este año cerraremos con casi 10 millones", explica. Según detalla, todos los años han duplicado la facturación excepto en pandemia, donde se mantuvo. El objetivo es facturar 20 y 30 millones en los próximos años dos años, respectivamente. "Siempre pensando en que la empresa sea rentable y siempre muy justos de deuda", recalca.

De hecho, asegura que decidieron optar por buscar inversión para crecer sin llegar prácticamente a utilizarla. "Éramos pequeñitos en la UPV, pero la empresa empieza a crecer. En su momento no éramos suficientemente rentables con el coche eléctrico, compramos alguna empresa que quebró y hubo un momento en el que nos dimos cuenta de que hay una ola de puntos de recarga, que parece que la estamos perdiendo", reconoce. 

Decidieron que era el momento de cogerla. "Éramos 17 trabajadores en ese punto. En 2020 cerramos el primer millón de inversión. La verdad es que no tocamos el dinero, pero empezamos a crecer a nivel de negocio, producto, mercado y trabajadores. Y nos dimos cuenta de que empezamos a funcionar mejor e hicimos una segunda ronda, porque había mucho player en el mercado, queríamos tener acuerdos con entidades y por eso hicimos la siguiente ronda", explica. El próximo año, esperan llegar a los 125 trabajadores.

En este sentido, confiaron en Mútua Madrileña por ser la principal aseguradora de España. "Pensamos que en el día de mañana habrá en todo garaje un punto de recarga y que, dentro de 10 años, lo más probable es que, si vas a un concesionario, te compres un coche eléctrico. Estamos convencidos de que los garajes se electrificarán y pensamos que Mutua puede apoyar esto", explica. 

¿Hacia dónde va la innovación?

Para Sanchis, van a ser varios puntos los clave para el proceso de innovación de los próximos años en el mercado de recarga de vehículos eléctricos. Por una parte, la carga vinculada que se realiza desde casa, donde primará el hogar conectado y la bidireccionalidad. "Que tú puedas cargar y descargar tu coche y conectar a la fotovoltaica", insiste. Por otro lado, apunta a un segundo segmento, que es la carga de oportunidad y que sería la que se encuentra en el trabajo o lugares cercanos. "Entendemos que la carga de oportunidad va a ir a más y en Europa vemos que no todo el mundo tiene un garaje", señala. "Si todos queremos tener coche eléctrico, esto va a tender a la interoperabilidad de facilidad de conexión con puntos de recarga en calle. Que deben ser robustos, que carguen bien y sean fiables", apunta.

Por último, el tercer punto es la carga rápida. "No será tan mayoritaria como las gasolineras y creemos que será más escueta, pero habrá carga rápida cerca de las ciudades y las vías interurbanas para que gente que viaje y no tenga oportunidad de cargar en casa pueda hacerlo una vez a la semana", explica. "La carga rápida será cara y se comparará a combustible". 

Además, señala que habrá un mercado importante para camiones y autobuses. "Cuando empezamos no sabíamos si el camión y el autobús iba a ser eléctrico. Ahora, cada vez se ve más claro. No han llegado los camiones de hidrógeno, los autobuses, y habrá tecnología de algún tipo de gas. Luego, lo siguiente más limpio es que los camiones y los autobuses sean electrificados. De hecho, ya hay algunos autobuses a nivel de València". recuerda. En este sentido, espera que de aquí a diez años haya una explosión de estos cargadores. 

"Son parecidos, pero son diferentes, principalmente por el espacio. Y luego porque tiene que ser carga mucho más rápida. Ahora estamos cargando en casa a menos de 7,3kW. En empresa entre 11 y 22. Carga rápida a 40 kW y flotas electrificadas, a partir de 150kW. Con los camiones habrá que llevarlo a un 1 MW de carga", apunta.

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