Puede parecer una eternidad, pero apenas ha pasado un año. Un año desde que los primeros mayores recibieran su vacuna, de aquella esperanza compartida por ver cómo se iniciaba el proceso de vacunación en España. Un año desde que empezamos a percibir algo más cerca aquello que llamábamos ‘la nueva normalidad’.
Doce meses batiendo récords en un proceso de vacunación ejemplar por la implicación de las sanitarias y los sanitarios, y de la ciudadanía. En apenas seis meses 17 millones de personas recibieron la pauta completa de vacunación. Un año después de que Batiste recibiera la primera dosis de la vacuna en la Comunitat, más de 4 millones de valencianas y valencianos han recibido la pauta completa de vacunación (80% de la población), más de 37,8 millones de españoles. Este es y será recordaddo como el éxito de 2021: el éxito de la vacunación en la Comunitat y en España. Un hito trascendental para cada uno de nosotros como individuos, y como parte de una sociedad a la que hemos querido proteger.
El 2020 nos puso a prueba individual y colectivamente. Respondimos de forma ejemplar como sociedad, y lo hemos vuelto a hacer este 2021. Porque el éxito de la vacunación es la muestra de un firme compromiso sanitario y social de las valencianas y valencianos, un compromiso con el cuidado de nuestra salud y de la de todos aquellos que nos rodean.
Leía el pasado fin de semana en este mismo medio que el último análisis del Programa Valenciano de Investigación de la vacuna covid-19 determina que la vacunación ha permitido reducir un 92% los fallecimientos. Meses de esfuerzo colectivo para frenar contagios y avanzar en la estrategia de vacunación que son, sin lugar a dudas, nuestro gran logro este año. Y no debemos olvidarlo, especialmente cuando afrontamos una sexta ola con las cifras de contagios situadas el pasado viernes en los 6.000 casos diarios en la Comunitat.
El año que finaliza en unas horas es el año de la vacunación, pero también de grandes avances sociales. Ha sido el año en el que nos hemos protegido individualmente para cuidarnos colectivamente. El año en el que bajo los gobiernos progresistas de España y la Comunitat nos hemos protegido legalmente para seguir avanzando socialmente. Avances legales que mejoran y dignifican nuestro proyecto colectivo como sociedad.
A lo largo de este año el Gobierno de España ha aprobado leyes de un profundo calado social. Somos referentes en la protección de la infancia gracias a la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, una norma que avanza en la consecución de derechos sociales para la ciudadanía más joven y nos convierte en una sociedad pionera en el buen trato a los menores. Se tramita en el Congreso la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, una ley que impulsará medidas para prevenir y sancionar las violencias sexuales.
Fundamental ha sido también este año de crisis sanitaria y económica la aprobación de la Ley de Ingreso Mínimo Vital. Se han conquistado nuevos derechos a través de la Ley de Regulación de la Eutanasia, porque el derecho a la vida va ligado a la dignidad humana y la libertad individual, y esta norma garantiza que un paciente pueda decidir cómo será el proceso final de su vida.
Ha sido un 2021 de avances sociales, y de avances como sociedad. Porque esto es lo que garantiza la Ley Cambio Climático y Transición Energética, un futuro sostenible para nuestra sociedad, un futuro con menos emisiones de gases de efecto invernadero y un aumento en la implementación de energías renovables. Y si fundamental para nuestro futuro es la Ley del Clima, vital para nuestro presente es la Ley de Vivienda que impulsa -entre otras muchas cuestiones- la vivienda protegida en régimen de alquiler a precio limitado.
Puede que recordemos este año que finaliza como el año en el que la ciencia y el sistema sanitario público nos permitieron seguir viviendo, el año en el que nuestro compromiso como sociedad convirtió un proceso de vacunación en un éxito de protección colectiva. Este será también el año en el que dimos un paso al frente como sociedad para proteger a la infancia, frenar las violencias sexuales y proteger a los más vulnerables. El año en el que dimos un impulso decidido a la protección de nuestro medio ambiente y garantizamos un futuro de emancipación a las jóvenes y los jóvenes. Este no ha sido el año que soñábamos, pero todas y todos hemos tratado de que fuera el mejor año posible. Y debemos seguir siendo responsables y cumpliendo las normas para frenar esta pandemia y que el 2022 sea el año de la recuperación.