VALÈNCIA. Los vecinos de la Dehesa del Saler lo dijeron hace dos años y su mensaje, aunque pareciera inicialmente lo contrario, no ha caído en saco roto. El Concejal del Ayuntamiento de València de la Devesa-Albufera, Sergi Campillo, aseguró este lunes a Valencia Plaza que la propuesta vecinal de convertir el Hotel Sidi Saler en un centro de mayores “no es una propuesta descabellada”, si bien la competencia en la franja marítimo-terrestre donde se halla el edificio es del gobierno central, recordó.
Con estas palabras, Campillo no cerró la puerta a hacer realidad la idea vecinal, una novedad en una estrategia en la que parecía no haber otra alternativa que la del derribo. "Yo respeto la opinión de los vecinos, y no me parece una propuesta descabellada, ni mucho menos", explicó, aunque también matizó que "hay zonas más adecuadas para tener ese tipo de infraestructuras". Por tanto, recordó, la primera opción para el edil es la demolición.
Cuando el gobierno estatal recibió la petición de los dos propietarios para reabrir el hotel, pidió al consistorio informes preceptivos, pero no vinculantes, según recordó Campillo. En ellos, el servicio municipal encargado de la Devesa-Albufera dijo que el hotel "es una estructura grande y asentada en pleno cordón dunar".
En sus informes también aludieron a que, precisamente, la restauración del cordón dunar había costado muchos millones tanto al Estado, como a la Generalitat y el Ayuntamiento. Y una de las pocas zonas que no se había podido restaurar había sido la que ocupa el hotel por estar este inmueble allí.
Campillo insistió en que desde el Ayuntamiento son "absolutamente respetuosos con los derechos de los propietarios y [de los dueños] de las concesiones y cualquiera sabe que hemos estado ahí con los vecinos de la Casbah". Así citó como ejemplo cuando el Ayuntamiento asumió la restauración de la zona afectada por el temporal de enero de 2017, cuando era "competencia del Estado", recordó.
El concejal de la Devesa-Albufera del Ayuntamiento de València, Sergi Campillo. Foto: KIKE TABERNER
El Concejal de Devesa-Albufera pues, planteó la demolición como primera opción. "Lo lógico sería que el Estado dijera: 'Vamos a aprovechar que está cerrado y vamos a restaurar la zona'". En ese sentido, recordó además que el edificio se encuentra fuera de ordenación sustantiva, aunque esto no significa que tenga que ser derribado de inmediato.
"Lleva muchos años cerrado"
"Es un hotel que lleva muchos años cerrado y que no impacta contra la estructura económica de los Pueblos del Sur", arguyó, para añadir que "la tendencia es recuperar aquellos espacios naturales que fueron agredidos urbanísticamente en su momento y que ahora mismo han dejado de tener uso".
Sin embargo, cuando se le planteó la propuesta de los vecinos de reconvertirlo en centro para mayores, Campillo no se mostró tan tajante. "Respeto la opinión de los vecinos y no me parece una propuesta descabellada, ni mucho menos", admitió, para acto seguido incidir en que cree que aún así hay otros lugares más adecuados para ese tipo de infraestructuras.
La propuesta vecinal pasa, como solución al atolladero en el que se encuentra el inmueble, por la reconversión del hotel para usos sociales, "como podría ser un centro para la tercera edad, del que tan necesitados están los Pueblos del Sur y que generaría muchos puestos de trabajo”, aseguraron en su día un comunicado de prensa. Dicho centro debería funcionar “por supuesto” respetando el entorno en que se encuentra, dijeron los vecinos, e “integrándolo de una manera sostenible con el medioambiente”.
Con todo, Campillo recordó que quién debería decidir esto es el Gobierno central. "Sin querer entrar en polémicas, y respetando las opiniones de los vecinos y vecinas, no es competencia municipal. Yo doy mi opinión personal y mi opinión como concejal de Devesa-Albufera de lo que sería razonable de cara al futuro. Ahora bien, desde luego el gobierno municipal va a aplicar estrictamente la legalidad vigente, urbanística y medioambiental, y por lo tanto es el Estado quien tiene la responsabilidad", concluyó.
Foto: KIKE TABERNER
