VALÈNCIA. Ayer se presentó la batería de propuestas que quedaba por conocer del Año Berlanga, la del Ayuntamiento de València, que hace poco más de un mes estrenaba comisionada, la cineasta y gestora cultural Teresa Cebrián. Cuenta ella misma que presentó el proyecto justo antes de que se presentara la agenda Berlanga de la Generalitat Valenciana, en la que algunas actividades como ciclos o publicaciones ya estaban pensadas, así que el trabajo ha sido saber decidir qué es inédito y qué puede complementar, desde el Ayuntamiento, a lo ya propuesto.
El gran evento del curso (el Año Berlanga acabará en junio de 2022) será unas jornadas profesionales que servirán al audiovisual valenciano para su internacionalización y mejora en marketing. Se trata de una iniciativa personal de la propia Teresa Cebrián, que cree que “es lo que le falta a València”, tras florecer en los últimos años eventos de pitch o iniciativas como Promercat. La profesionalización ha dado un paso hacia adelante, pero el gran lastre sigue siendo proyectarse más allá del territorio.
Cebrián tiene experiencia en mercados y ferias internacionales y tiene la firme opinión de que el audiovisual valenciano aún no ha aprendido a aprovechar la oportunidad de este tipo de eventos. Por eso propone esa iniciativa “inédita en València”, a la que se invitarán a agentes de ventas, programadores de festivales, distribuidoras internacionales, expertos en marketing y un buen puñado de profesionales para que conozcan las propuestas valencianas. En este sentido, Pep Llopis, presidenta de la Acadèmia Valenciana del Audiovisual, opina que “es bueno que no solo conozcan València como plató, sino que también conozcan el potencial creativo” de su audiovisual, del que remarca que este año “a pesar de todas las dificultades, hay una muy buena cosecha”.
El evento se celebrará en primavera, después de los Goya, aunque no han trascendido aún ni localización ni días concretos.
El programa arranca el próximo 6 de octubre, Día del Cine Español, que se celebra por primera vez este año, coincidiendo con la fecha de finalización del rodaje de Esa pareja feliz, de Luis García Berlanga. Ese día se colocará una placa homenaje en la casa donde el director pasó buena parte de su infancia y juventud, en la calle Barcelonina 1, donde se ubicaba el Hotel Londres. La siguiente acción en el calendario será el 2 de diciembre, cuando se realizará un homenaje a la actriz valenciana Lola Gaos, que participó en varios trabajos de Berlanga y de cuyo nacimiento se cumplen cien años. También en diciembre, en los días previos a Navidad, diversos espacios abiertos de la ciudad acogerán animaciones teatralizadas de la película Plácido, ambientada en Nochebuena.
Asimismo, durante el último trimestre del año tendrán lugar talleres de ilustración de carteles de cine para niños, charlas y proyecciones sobre la figura de Berlanga en centros de personas mayores y conversatorios con expertos. También se han organizado concursos de microrrelatos y de cortometrajes, se han iniciado las gestiones para denominar Paseo Berlanga al tramo que comprende el final del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe hacia el acceso al Hemisfèric y se va a visibilizar mediante señalética en el suelo la Ruta Berlanga, que incorpora dos puntos falleros gracias a la colaboración con la Falla Na Jordana.
Tras los Goya, seguirán las iniciativas, como la ya adelanta por este diario muestra de micropiezas de animación y videojuegos, el evento nombardo unos párrafos atrás, animaciones teatralizadas de Bienvenido, Mister Marshall en barrios, y conciertos de bandas.
Los actos de la comisión del Año Berlanga del Ayuntamiento complementan un todo que depende de varias instituciones que no brillan por su coordinación. Cabe resaltar que la iniciativa de celebrar los Goya en València fue del Ayuntamiento, y fue la Academia quien propuso hacer coincidir este hito con la primera celebración de un año-homenaje a un cineasta, Luis García Berlanga. A partir de la declaración de Barroso durante la ceremonia de los Goya de 2020, fueron otras instituciones las que se fueron uniendo.
La Generalitat, a partir de una declaración de Les Corts, acabó tomando la delantera a pesar de no ser per se impulsora de nada, y en 2021, ya con los Goya mirando a Málaga por la situación epidemiológica, nombró a Rosana Pastor como comisionada, que presentó la batería de actividades de un buen puñado de administraciones públicas antes de verano. Prácticamente todas las iniciativas culturales presentaron algo que hacer, aunque el Ayuntamiento aún no tenía cerrada su agenda.
Fue en mayo cuando el consistorio lanzó el concurso para tomar las riendas de su propia iniciativa, y con el nombramiento de Teresa Cebrián se crea la paradoja de haber tres comisionados paralelos que trabajan conjuntamente desde la distancia de sus despachos, sumando a Sol Carnicero como delegada de la Academia, la verdadera impulsora del Año Berlanga.
Esto ha provocado situaciones pintorescas, como que la agenda de la Generalitat no haya previsto las iniciativas impulsadas por La Mostra de València o que ayer coincidiera (por problemas de agenda) la presentación del Ayuntamiento con un acto de homenaje a Berlanga impulsado por el Consell Valencià de Cultura.