VALÈNCIA (EP). El Ayuntamiento de Valencia lanza la ordenanza del Sandbox Urbano para innovar con impacto positivo en los servicios públicos y solucionar los problemas de ciudad. La ordenanza se basa en un modelo de ventanilla única, ágil y facilitador, para la realización de pruebas reales. El objetivo es impulsar los proyectos del sector innovador y tecnológico de la ciudad, y dar a las empresas la posibilidad de probar sus productos en entornos reales para asegurar su éxito en el mercado
La concejala de Innovación, Tecnología, Agenda Digital e Inversiones, Paula Llobet, explica que “se trata de un instrumento pionero en Europa, uno de los más completos y avanzados. El Sandbox Urbano convierte a la ciudad de Valencia en un escenario de experimentación real y la consolida como ciudad líder en innovación. Somos los primeros en España en poner en marcha un Sandbox Urbano tan ambicioso”
El Sandbox Urbano de Valencia es un instrumento lanzado desde la estrategia Valencia Innovation Capital al servicio de empresas e investigadores. El Ayuntamiento de Valencia ha aprobado en la Junta de Gobierno Local una ordenanza pionera que regulará el Sandbox Urbano, poniendo a disposición del ecosistema innovador toda la ciudad, como escenario real para probar el desarrollo de nuevos productos y servicios con el fin de obtener éxito en el mercado. De esta manera, la ciudad se convierte en un espacio de experimentación y de desarrollo de innovación al servicio de empresas, startups, centros tecnológicos y equipos de investigación de las universidades
La ordenanza reguladora del Sandbox Urbano de Valencia establece como ámbito de aplicación una llamada a la acción a cualquier proyecto de innovación que requieran para su desarrollo la utilización de prototipos, ensayos experimentales, pruebas, plataformas, productos, programas, etc. Los proyectos pueden proceder de cualquier sector, actividad, tecnología o fuente del conocimiento, incluidas las humanidades.
Estos proyectos estarán dirigidos a la búsqueda de nuevas soluciones o funcionalidades que no existen actualmente en el mercado y que puedan evidenciar su potencial impacto positivo en los servicios municipales, y en el desarrollo económico, social y medioambiental de la ciudad.
“Tenemos muchos retos a los que hacer frente y desde el Sandbox les podemos dar solución”, asegura Paula Llobet. “El Sandbox es una clara apuesta por fomentar la cultura de prueba y experimentación. Podremos probar soluciones para desafíos medioambientales, de movilidad urbana, de eficiencia energética, de actividad turística, comercial y económica, de carácter sanitario, de cuidado de las personas, de regeneración urbana, de reciclaje de residuos, de digitalización, de modernización del sector público, de seguridad…. Las posibilidades son infinitas y las vamos a aprovechar al máximo”, añade la concejala de Innovación.
La concejala de Innovación detalla algunos proyectos concretos como, por ejemplo, el de un robot de limpieza de la arena de playa. Se han delimitado unas zonas de playa para probar este robot que funciona de una forma muy similar a los que se utilizan en los hogares pero adaptado a las características de las playas. Otro ejemplo, es adaptar las farolas de la ciudad para que, además de cumplir con su función de iluminar, puedan ser también cargadores de vehículos eléctricos. Otro proyecto, se desarrollará en instalaciones deportivas para que el ecosistema pueda probar nuevos productos y servicios que permitieran reducir los consumos energéticos mientras se mantienen o incluso se mejoran los niveles de calidad y confort de las mismas.
Estas iniciativas innovadoras tendrán lugar en un nuevo concepto creado, llamado Recurso Urbano de Sandbox, que pueden desarrollarse en espacios públicos (como plazas, mercados, vías, instalaciones deportivas), infraestructuras públicas (como alumbrado, datos, transporte público, alcantarillado) o incluso, eventos deportivos o festivos que ocurren en la ciudad de Valencia (como el maratón, una mascletà, la crida o la Nit del foc) y que generan unas condiciones irreproducibles por las empresas para probar sus productos.
Además, “en línea con la política del equipo de gobierno de María José Catalá que apuesta por ser una administración facilitadora, el Sandbox es un instrumento de fácil acceso y limitada burocracia que permite eliminar obstáculos y promover la eficiencia agilizando al máximo los procesos de tramitación para acceder a él. El Ayuntamiento se compromete a dar una respuesta y facilitar el acceso y desarrollo de las pruebas en menos de 3 meses”, destaca Llobet.
A través de esta herramienta, el Ayuntamiento de Valencia se convierte en socio de confianza y colaborador del sector privado y académico de la ciudad. La implementación de este Sandbox contribuye a fomentar un intercambio de conocimiento, experiencias y aprendizajes de gran valor en un ecosistema de innovación donde la colaboración público-privada es clave para el crecimiento de todos los agentes del ecosistema innovador. Se pondrá el foco especialmente en las startups, las microempresas, los autónomos, la investigación, los centros e institutos tecnológicos, así como el ecosistema de las empresas emergentes.
Entre las ventajas que ofrece el Sandbox Urbano de Valencia, las empresas que lo utilicen estarán exentas de la tasa de ocupación de dominio público en caso de necesitarlo.
“Valencia da un paso más es su consolidación como polo innovador de referencia del Mediterráneo”, subraya la concejala de Innovación. “El Sandbox Urbano de Valencia se alinea con la Nueva Agenda Europea de Innovación para el fomento de la puesta en marcha de espacios controlados de pruebas y experimentación para el desarrollo de innovación. Recientemente el Ayuntamiento de València ha sido escogido por la Red Europea de Living Labs (ENoLL) para formar parte del principal movimiento de ciudades a nivel europeo que están impulsando iniciativas de experimentación. Valencia es una las primeras experiencias en España que, desde el impulso del gobierno local, convierte a toda la ciudad en un Sandbox para el desarrollo de innovación. Todos estos pasos que estamos dando, son pruebas evidentes de nuestro fuerte compromiso con la innovación para impulsar el crecimiento económico”, afirma Paula Llobet.
Esta norma pionera se enmarca en la estrategia Valencia Innovation Capital, un proyecto de gobernanza participativa que integra universidades, centros de investigación, institutos tecnológicos, empresas, corporates, pymes, autónomos, startups, spin off y los vecinos, con el fin conectar todo el talento con los problemas de la ciudad para darles soluciones transformadoras.