VALÈNCIA (EFE). El Ayuntamiento de València ha aprobado provisionalmente los presupuestos más altos de su historia, con 898,4 millones de euros, con los votos a favor del equipo de gobierno, Compromís y PSPV, y en contra de los partidos de la oposición, PP, Ciudadanos (Cs) y Vox.
Durante el pleno de este jueves, el alcalde de València, Joan Ribó, ha valorado que los presupuestos crecen un 5,8 % y están "focalizados en servicio a los ciudadanos e inversiones en barrios" y ha subrayado que han reducido la deuda y que son la ciudad "con menor presión fiscal".
Además, ha resaltado que han podido hacer unos presupuestos históricos por la reducción de la deuda, que ha pasado de 1.040 millones en 2012 a 374,8 a final de 2019, mejora de la gestión, la progresividad tributaria y un aumento significativo de las liquidaciones del Estado y de la aportación de la Generalitat.
Los partidos de la oposición han coincidido en criticar la subida de impuestos, la baja ejecución de las inversiones, el aumento de los sueldos o las subvenciones nominativas a dedo, además de pedir una mayor eficiencia en el gasto. Han asegurado que son una "estafa" y están "contaminados".
Ante las críticas de falta de inversiones, Ribó ha defendido que las inversiones de su gobierno casi "doblan" las que había en la ciudad con el PP, ya que entonces eran de 49 millones y ahora llegan a los 89.
El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, ha criticado al PP que hable de estafa y ha acusado a su portavoz, María José Catalá, de ser "bipolar" por hablar de aumento en muchas partidas, a la vez que reclama la bajada de impuestos y ha indicado que, al menos, Vox es "más coherente en su discurso" que PP y Cs porque dice de dónde recortar.
Catalá ha asegurado que los presupuestos son una "estafa" porque "no es cierto" que sean los más altos, porque no los ejecutan, ni los más sociales porque "a lo que menos dedican es a servicios sociales o empleo", ni siquiera los más ecologistas porque "una de las menores inversiones es para L'Albufera, 26.000 euros".
"No son los mejores presupuestos para València. No necesitamos subir impuestos sino incentivar consumos", ha pedido y ha sostenido que la subida de impuestos e incrementar el gasto de forma excesiva "es un escenario que no nos prepara para años venideros" en los que ha augurado que "habrá que apretarse el cinturón".
Catalá ha defendido hacer "una política eficiente en gasto", ha acusado a Compromís de ser una "estafa" como partido y ha indicado que no pensaba que el PSPV también lo fuera pero que entiende que al gobernar con los mismos socios en la Generalitat, tienen que "amilanarse y callarse".
Como en una "lección de Barrio Sésamo" (que Ribó ha calificado de "infantil") ha reprochado que saquen pecho de "amortizar deuda a base de cero inversiones" y que dedique "más dinero a cemento que a la Devesa, L'Albufera, formación, empleo y servicios sociales".
Según Catalá, son unos "manirrotos" y serán los ciudadanos los que paguen con impuestos "su nefasta política de gestión".
El portavoz del Cs, Fernando Giner, ha sostenido que los presupuestos están "contaminados por el reparto de poder", ha criticado que "no están enfocados a los ciudadanos" y tienen "inversiones marmota", las mismas que otros años y de las que apenas se ha ejecutado el 28 %.
Ha reprochado que se dedique "más a entidades catalanistas que a las playas" y ha dicho que espera que a los valencianos "no les cueste un duro la estafa de 4 millones en la EMT".
Vicente Montáñez (Vox) ha calificado las cuentas de "asalto económico" y ha criticado que son "los más altos de la historia porque llevan una importantísima subida de impuestos", que dificulta que los valencianos afronten la "evidente crisis", y que en vez de usarse en inversiones son para subir los salarios.
Ha asegurado que las cuentas "son un maquillaje de su gestión" y ha indicado que valorarían amortizar menos deuda si se invierte más.