València aspira al Campus Internacional de Chips

BRUSELAS. De la mano del Valencia Silicon Valley, la Universitat de València (UV) y la Universitat Politécnica de València (UPV) participarán en la convocatoria de Cátedras Chip, que organiza el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, para el denominado PERTE Chip (Plan Español de de Recuperación, Transformación y Resiliencia), con fondos Europeos NextGenerationEU. El objetivo es convertirse en el Campus Internacional de Chips que promueve el centro belga de microelectrónica IMEC, que acaba de firmar un convenio con la Vice Presidenta Nadia Calviño para abrir un “hub” de I+D en España. El Parlamento Europeo  aprobó el martes el plan para asegurar el suministro de chips en la Unión Europea (UE), con una inversión de 3.300 millones de euros para la  industria de semiconductores, uno de los sectores estratégicos más críticos a nivel global.

Esta semana se celebró una reunión por arte del comisionado de chips que reunió a 200 participantes online con la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, para presentar el borrador de Cátedras Chip a potenciales beneficiarios. El programa de cátedras const de dos subprogramas para la fijación universidad-empresa. Uno de ellos va dirigido a las universidades públicas, con subvenciones para I+D+i, difusión, formación e infraestructuras, y el otro para universidades privadas, que incluye sólo I+D+i. “Ello hace prever una  avalancha de solicitudes. El lado positivo es la atención que despierta el programa de Cátedras Chip. Pero también implica un cierto riesgo de falta de coordinación entre las iniciativas privadas y públicas que pueda traducirse en superposiciones o que se queden huecos sin cubrir”, explica Carlos G. Triviño, Secretario del Valencia Silicon Cluster. 

El programa de Cátedras Chip I+D+i está ligado al sector de la microelectrónica y los semiconductores, así como a la difusión de dichos resultados a través de actuaciones variadas como doctorados y post-doctorados industriales. Además, incluye la creación y/o expansión de programas de estudios universitarios en el ámbito de microelectrónica y semiconductores (grado, postgrado, títulos propios) siempre que no supongan beneficio económico para la entidad beneficiada, y proyectos de creación de infraestructuras de investigación que sirvan para evaluar los resultados de la investigación. El programa presentado tendrá una duración mínima de cuatro años se financiará al 100% los tres primeros años, previo doble compromiso: asegurar el sostenimiento de la cátedra al menos un año  adicional, valorándose su prolongación en el tiempo, y que una o varias entidades aporten al menos el 15% del presupuesto total.

De la mano del Silicon Cluster

“En Valencia Silicon Cluster nos preocupa que las iniciativas de la Cátedra Chip sean lo más complementarias entre ellas para que la Comunitat Valenciana pueda aspirar a medio plazo a ser sede del Campus Internacional de Semiconductores, añade Triviño. Se trata de una situación crítica porque el centro belga de semiconductores (IMEC) acaba de firmar el convenio con Nadia Calviño para abrir un segundo centro, cuya sede será España. “Lo más importante es que desde la Comunitat Valenciana se demuestre en esta segunda convocatoria de Cátedras que Valencia es la mejor opción para investigación y formación a través de la UV y UPV, dando un paso adelante para ser sede del Campus Internacional de Semiconductores, como principal territorio de referencia en materia de formación en este sector industrial”, explica el secretario de Valencia Silicon Cluster.

Precisamente ayer se reunía el Cluster de Valencia y en el orden del día se debatía cómo  generar una visión coordinada y sincronizada entre las incitativas a la Cátedra Chip para optar a proyectos que trasciendan el valor añadido de esta convocatoria. Se trata de un hito dentro de un recorrido que tienen un ambición estrategia, que es el Campus Internacional de Semiconductores, lanzada por el Cluster valenciano.

 La Cátedra Chip tiene una dotación de 80 millones, hasta un máximo de cinco millones, para toda España. Los beneficiarios son universidades en convenios con empresas, que generen una estructura de colaboración para optar a la cátedra. “El Cluster promoverá las mejores condiciones de coordinación entre las universidades valencianas y la industria”, afirma Triviño. En este sentido, hay que señalar que la presidenta del Valencia Silicon Valley, Maite Bacete, ha sido nombrada vicepresidenta Calviño miembro del Comité de Sabios para asesorar en la ejecución del PERTE Chip, comité formado solamente por diez personas en todo el Estado español. 

Sector crítico

La escasez de semiconductores en el mercado global ha despegado en la Unión Europea la necesidad de potenciar la industria y la investigación en este sector estratégico para la transformación digital y ecológica, claves de las prioridades de la actual legislatura de Úrsula von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. De hecho, el pleno del Parlamento Europeo aprobó el martes el plan para asegurar el suministro de chips en la UE. Las claves son impulsar la producción y la innovación, y un nuevo sistema de emergencia para casos de crisis.

La legislación, ya acordada entre el Parlamento y el Consejo, pretende crear un entorno favorable a la inversión en chips en Europa, mediante la aceleración de los procedimientos para obtener permisos y reconociendo su importancia a través de la concesión del “estatuto de la máxima importancia nacional posible”. Las pequeñas y medianas empresas también recibirán más apoyo, especialmente en el ámbito del diseño de chips, para potenciar la innovación.

La legislación apoyará proyectos que impulsen la seguridad del suministro de la UE mediante la atracción de inversiones y el desarrollo de la capacidad de producción. Durante las conversaciones con los representantes del Consejo, los eurodiputados lograron asegurar 3.300 millones de euros para investigación e innovación relacionadas con los chips. Se creará una red de centros de competencia para abordar la escasez de competencias de la UE y atraer nuevos talentos para la investigación, el diseño y la producción.

Mecanismo de crisis para abordar los problemas de suministro

La Comisión Europea se encargará de evaluar los riesgos para el suministro de semiconductores de la UE. Los indicadores de alerta temprana en los Estados miembros se utilizarán para activar una alerta de escasez a escala de la UE. Este mecanismo permitirá a la Comisión aplicar medidas de emergencia, como dar prioridad al suministro de productos especialmente afectados por una escasez o llevar a cabo compras comunes para los Estados miembros. Los eurodiputados introdujeron además una herramienta de cartografía que ayudará a identificar posibles cuellos de botella en el suministro. Estas medidas serán un último recurso en caso de crisis en el sector de los semiconductores.

El Parlamento también respaldó las disposiciones para reforzar la cooperación internacional con los socios estratégicos y los derechos de propiedad intelectual, a fin de garantizar ventajas competitivas y protección para el sector de la UE. El texto fue aprobado con 587 votos a favor, 10 en contra y 38 abstenciones. Ahora sólo queda pendiente la adopción por parte del Consejo para convertirse en ley.

Un estudio del Parlamento Europeo muestra que la cuota de Europa en la producción global de semiconductores está por debajo del 10%. El objetivo de la norma es aumentarla hasta el 20%. Otro  informe de 2022 destaca las debilidades reveladas por la pandemia en las cadenas globales de suministro, de las que la escasez sin precedentes de semiconductores es un ejemplo claro. También sirve de advertencia de lo que puede suceder en el futuro. Estos problemas de escasez provocaron, entre otras consecuencias, aumentos de costes para la industria y precios más elevados para los consumidores, y la ralentización de la recuperación en Europa.

Con la Ley Europea de Chips, los eurodiputados responden a las propuestas de los ciudadanos reflejadas en las conclusiones de la Conferencia para les Futuro de Europa. Esta ley aborda la expansión de la tecnología europea como una alternativa sólida a las contrapartes extranjeras. También responde a la necesidad de mejorar la seguridad del suministro y la fabricación en Europa. La Ley se hace eco de la necesidad de fortalecimiento de las cadenas de suministro de la UE a través de inversiones estratégicas y una mayor cooperación entre los Estados para gestionar los riesgos de la cadena de suministro. Con más de 43.000 millones de euros de inversiones públicas y privadas movilizadas, la Ley establece medidas para gestionar de forma proactiva y responder rápidamente a futuras interrupciones de la cadena de suministro.