València Defensa es un programa destinado a personas vinculadas a organizaciones o movimientos sociales que vean amenazada su vida o su integridad por el trabajo que realizan en defensa de los derechos humanos y el territorio. Este programa hace nuestra comunidad y nuestra ciudad un lugar mejor, más humano y más habitable. Un programa que manifiesta una vez más las preocupaciones y prioridades de las instituciones y organizaciones valencianas
El programa València Defensa posiciona esta tierra con el compromiso y la defensa de los derechos humanos. Es un programa que está dirigido a personas pertenecientes a comunidades, organizaciones populares y/o movimientos sociales y sindicales que se encuentren amenazadas en sus países de origen por su postura activa en la defensa de los derechos humanos. Se priorizan aquellos colectivos que se encuentren particularmente en riesgo en sus países de origen y en especial pueblos indígenas, afrodescendientes, comunidades campesinas, mujeres, personas LGTBI o periodistas.
El programa València Defensa da la oportunidad de dar a conocer distintas realidades y contextos, haciendo énfasis en las organizaciones, colectivos y comunidades y en las estrategias de trabajo. Por ello, las personas que participan en el programa y sus organizaciones, tienen una estrecha relación con las organizaciones que conforman la coordinadora del programa.
El programa pretende poner en valor la necesidad de articulación social, así como la defensa de los derechos humanos.
El tiempo de acogida es por un período de 6 meses, en los que se pretenden realizar acompañamiento psicosocial, acciones de incidencia y sensibilización que permitan establecer o intensificar las redes de solidaridad con las organizaciones o comunidades a las que pertenezcan las personas acogidas, de forma que su estancia en la Comunitat Valenciana sirva para fortalecer su lucha por la defensa de los derechos humanos.
Su procedencia es en su mayoría de América Latina por los lazos del programa con las organizaciones que conforman el programa y también por ser una de las regiones donde más agresiones y asesinatos sufren quienes defienden los derechos humanos. De hecho en esta segunda edición hay dos defensoras y dos defensores colombianos. Uno de ellos es Julián Gil.
Julián Gil es una de las personas que puede disfrutar de este programa después de una vida llena de detenciones y persecuciones por defender los derechos humanos de su entorno y de su país en Colombia. Pertenece desde 2009 a varios procesos articulados en la REDHER, en los que ha destacado por su representatividad en sectores juveniles .
La REDHER es una red de organizaciones colombianas e internacionales conformada en 1994. Desde el año 1999 está articulada con la Red Europea e Internacional, donde se agrupan organizaciones europeas y americanas.
Desde el año 2010 la mayor parte de las organizaciones de REDHER se articulan en el marco del Congreso de los Pueblos, que es un movimiento social y político en el que participan distintos sectores de la sociedad y procesos regionales como organizaciones indígenas, campesinas, urbanas, de mujeres, de jóvenes, estudiantiles, sindicatos, y afrodescendientes.
Las persecuciones hacia Julián comenzaron a detectarse en el año 2017. En enero de 2018 fue víctima de un seguimiento ilegal mientras se dirigía a la conmemoración del asesinato de Carlos Pedraza, defensor de derechos humanos integrante del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (el 19 de enero de 2015), caso que sigue en la impunidad, mientras su familia ha sido forzada al exilio al ser víctima de persecuciones. Fue detenido en junio 2018 en su lugar de trabajo de las oficinas del Congreso de los Pueblos en Bogotá en el marco de un montaje judicial. Su documentación fue falsificada y conllevó su privación de libertad desde 2018 a 2020. Paralelamente a la detención, el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villeras, lo anunció en los periódicos, difundiendo sus fotos, la detención de miembros del ELN y adjudicándole otros cargos que no se encuentran en el escrito de acusación. Iniciando una campaña de estigmatización y condena mediática.
En noviembre de 2020, tras 30 meses de injusta privación de libertad en una cárcel de alta seguridad, su defensa (asumida por la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos) pudo probar que fue víctima de un montaje judicial y por ello salió absuelto con absoluta certeza en todos los cargos en su contra.
El 14 de 2020 diciembre se dictó la sentencia en firme donde se le absuelve de todos los cargos, ya que no se encontró ningún elemento probatorio que acreditara el delito, así como el reconocimiento de las múltiples imprecisiones y contradicciones de la acusación.
Este tipo de perfiles como el de Julián, con una vida llena de persecuciones por defender los derechos humanos son el perfil de los beneficiarios de este tipo de programas que apoyan e impulsan las instituciones públicas y organizaciones valencianas. Un programa necesario hoy en día debido a las realidades que suceden en diferentes países.
Un programa necesario para proteger a las personas que defienden los derechos humanos. Y es que según la Declaración sobre los defensores de los derechos humanos de 1998, se reconoce a las defensoras y defensores de los derechos humanos como individuos o grupos que actúan para promover, proteger o luchar por la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales por medios pacíficos.
La semana que viene… más!