València despide el mandato de La Nau I con un emotivo adiós al histórico secretario municipal

VALÈNCIA. Más de uno se acabó emocionado. El primero, el propio secretario general del Ayuntamiento, Pedro García Rabasa, que dijo adiós por jubilación a su labor tras 27 años de trabajo entre las paredes del consistorio. No fue la única despedida. Para múltiples ediles de diferentes bancadas también era el último pleno al que asistían. Al menos como concejales, y al menos por ahora. Emotivo y corto adiós con un pleno extraordinario y de trámite.

Todos los partidos integrantes de la corporación desde 2015 quisieron reconocer el trabajo y la trayectoria de García Rabasa en la sesión extraordinaria. El portavoz municipal del PP, Eusebio Monzó, le agradeció su intención de, siempre, "interpretar la ley para favorecer a la institución que representa". Pere Fuset, el homólogo de Compromís, destacó el sentido del humor del secretario y le dio las gracias por "convertir en fácil lo difícil". "Lealtad, independencia y buen criterio" fueron los términos utilizados por Fernando Giner, de Ciudadanos, para valorar su trabajo.

Halagos, halagos y halagos. La portavoz del PSPV, Sandra Gómez, por su parte, quiso resaltar su figura como "apoyo" para su grupo municipal, "tanto cuando se ha encontrado en la oposición como cuando ha formado parte del equipo de gobierno". Por ello le explicitó que tendrá "las puertas del Ayuntamiento siempre abiertas". María Oliver, portavoz de València en Comú, subrayó "la profesionalidad y prudencia del secretario general" y valoró la ayuda prestada por su parte.

Visiblemente emocionado, el secretario municipal destacó la "enorme fortuna" que ha supuesto para él "trabajar por y para el Ayuntamiento de València" y ha puesto sobre la mesa que durante su vida profesional se ha mantenido "sin significación política". Su sucesor será Hilario Llavador, al que le deseó "el mayor éxito del mundo" porque "eso será bueno para la ciudad".

El pleno se produjo tres días antes de que se constituyan las nuevas bancadas de regidores, salidas de las urnas el pasado 26M. Por ello, este también era un encuentro simbólico para todos aquellos concejales que no repetirán en sus plazas. De los portavoces, no volverá el popular Eusebio Monzó; tampoco el resto de su grupo, que será reemplazado por María José Català y siete regidores nuevos. 

València en Comú, la plataforma integrada por Podem, no se presentaba a estas elecciones. Pero tampoco Podem entró en el consistorio al no conseguir los votos suficientes. Para su portavoz, María Oliver, y los dos regidores que la acompañaban, este también fue la última sesión. Oliver, de hecho, se despidió en su intervención dejando claro que "la vida es otra cosa". Fuera de los majestuosos muros, hay vida.

En Compromís, por ejemplo, no repetirán la edil Consol Castillo ni Pilar Soriano. Por parte del PSPV, el edil Vicent Sarrià abandona el pleno para dirigirse al Congreso de los Diputados; y tampoco seguirán en los escaños Anaïs Menguzzato ni Maite Girau. En Ciudadanos, se tuvieron que despedir los concejales Manolo Camarasa y Chema Bravo. Y lo propio hizo María Dolores Jiménez, edil no adscrita desde el pasado otoño tras su abrupta salida de la formación naranja. A todos ellos, el alcalde en funciones, Ribó, les deseó mucha suerte.

Los candidatos electos en los pasados comicios recogieron este miércoles sus credenciales, que les servirán para ser reconocidos como nuevos regidores del Ayuntamiento. Este sábado tendrá lugar la constitución del pleno consistorial, donde el nuevo secretario municipal estrenará sus funciones y donde, no hay que olvidar, Joan Ribó será previsiblemente investido como alcalde para los próximos cuatro años. Mandato nuevo, regidores nuevos, secretario nuevo, pero mismo alcalde.