VALÈNCIA (EFE). El Ayuntamiento de València ultima el diseño de un nuevo protocolo de actuación conjunta de los servicios municipales de Bomberos, Policía Local y Servicios Sociales para atender los intentos de suicidio, en el que se definen los objetivos, la sistemática y el mando en cada intervención.
El protocolo municipal detalla los tres ejes principales de la intervención: la seguridad de todo el personal de emergencia, la mediación para priorizar el desistimiento voluntario y el posterior acompañamiento de la persona hasta los servicios sanitarios.
En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra anualmente el 10 de septiembre, la concejala de Bienestar Social, Marta Torrado, ha destacado la importancia de "la mediación, que será siempre la primera opción".
La responsable municipal ha adelantado que van a "liderar una mesa de prevención del suicidio, donde están implicadas todas las concejalías del Ayuntamiento de València con competencias en esta materia"".
Los servicios municipales han aumentado en un 7 % las actuaciones referidas a tentativas de suicidio. A lo largo de 2023 se registraron 1.577 y en lo que llevamos de año la cifra es de 1.918.
De ahí la importancia de contar con un protocolo para coordinar a todos los departamentos implicados, han justificado las fuentes.
Lo fundamental al llegar al lugar es dejar los vehículos de emergencia fuera del alcance visual de la persona y no colocar el colchón de salvamento hasta que sea necesario.
En paralelo, el personal municipal recurrirá a las fuentes de información presentes (allegados, vecinos o familiares) para una primera evaluación del riesgo y se evitará la presencia de curiosos y se mantendrá la distancia prudencial para evitar el aumento de estrés.
La naturaleza de la propia tentativa suicida conlleva unos riesgos derivados que definirán la configuración del Puesto de Mando Avanzado (PMA) de la intervención, gracias al intercambio de información entre los responsables de todos los servicios o entidades intervinientes.
Una vez configurado el mando de la intervención, éste procederá a realizar la zonificación de seguridad previa en tres áreas: una zona caliente de acceso restringido donde se encuentra el mayor riesgo, una zona templada en el exterior a la zona caliente donde no hay riesgo inminente y una ona fría para apoyo logístico y donde se encuentran familiares, vecinos, allegados y ciudadanos comunes.
La intervención con la persona para anular la tentativa suicida será llevada a cabo por un integrante del servicio que haya asumido el mando de la intervención y siempre que la situación lo permita la mediación será la primera opción.
El protocolo municipal recoge con detalle la función del mediador o mediadora, que hará una primera evaluación, se acerca a la persona, se presenta y facilita la descarga emocional con una escucha activa y respetando los silencios, sin crear falsas expectativas y busca puntos de anclaje que le puedan hacer desistir de la conducta suicida.
Una vez neutralizada la tentativa suicida se realizará una primera intervención psicológica antes de su acompañamiento hasta los servicios sanitarios. Para ello se movilizará al servicio SAUS del Ayuntamiento de València.
Tal como destaca el protocolo municipal, "las acciones preventivas y desde todos los ámbitos de la sociedad son las que anulan con mayor efectividad las potenciales tentativas suicidas".