Valencia en Fallas es orden y caos, es local y global, es cálida y gélida, es fiesta y molestia, es pasodoble y discomóvil, diurna y nocturna, religiosa y pagana, taurina y popular, acogedora e inhóspita, efímera y eterna. Es el Mediterráneo en estado puro: diversión, música, gastronomía, cultura y religiosidad
Si hay algo evidente es que la ciudad de Valencia, desde el pasado 28 de febrero, comenzó, como viene siendo habitual en las últimas décadas, lo que me gusta denominar como ‘vorágine fallera’. Si hasta ahora ha habido de todo, hasta mascletà bajo la lluvia, desde hoy y hasta el próximo día 20, el caos se apodera de la ciudad, uno encuentra vallas donde vaya, calles que desembocan en carpas y monumentos en lugares que ni sabías que existían. La capilaridad y riqueza social y cultural de las fiestas josefinas abarca toda la ciudad.
El título de este Tintero a muchos les recordará a la canción que durante varios lustros amenizaba el pre y post mascletà desde el balcón del Ayuntamiento, con la inconfundible voz de Vicente Ramírez glosando las bondades de nuestra ciudad cada mes de marzo:
Valencia en fallas,
es una fiesta incomparable,
Valencia en fallas,
tiene un encanto inolvidable,
Valencia en fallas,
es lo mejor del mundo entero
por su alegría, arte y salero,
cuando te vayas no olvidarás jamás,
Valencia en fallas.
La nueva corporación municipal como es lógico ha introducido cambios, algunos visibles, otros audibles y me imagino que muchos invisibles o imperceptibles para el ciudadano de a pie. Compromís ha decidido coger el toro por los cuernos y si hay que estar en la festa i el carrer, lo estarán; sobre ello escribió el otro día un interesante artículo Salvador Enguix, delegado de La Vanguardia en la Comunitat, donde explicaba como el concejal Pere Fuset criticaba la indiferencia hacia las fiestas de la ‘gauche divine’ local, especie que abunda en nuestra ciudad, por cierto.
Pero no se preocupen que no vamos a hablar sólo de Fallas, porque los días previos a la Semana Grande de los valencianos, el primero de todos, nuestro alcalde Joan Ribó dijo que si era investigado por el viaje que realizó a Galicia junto a un grupo de asesores y demás corte, dejaría de ser alcalde de Valencia, así como lo leen. Tenemos al gobierno de la nación en funciones por culpa de los sillones y ahora nos quedaríamos huérfanos de nuestro alcalde. Aunque si así sucediera su breve mandato sería recordado por lo valencianos con entusiasmo y gratitud, pues la ciudad alcanzó la parida en los semáforos.
Las aguas siguen revueltas en las filas populares, el antaño repeinado Marcos Benavent sigue tirando de la manta y ahora ha colocado en el punto de mira al actual presidente provincial del PP, Vicente Betoret. Éste asegura estar muy tranquilo. Imagino que igual de tranquilo que un entrenador de futbol cuando oye decir al presidente del club que cuenta con la confianza de la directiva. Probablemente aún nos queda mucho por conocer sobre los casos que están siendo investigados, por el bien de todos esperemos que el fuego purificador de las fallas llegue a la clase política y renazcan de sus cenizas.
Y para rematar la faena, espero y deseo que el respeto a la libertad se imponga y la concentración a favor de la tauromaquia que este domingo día 13 tiene lugar en Valencia –coincidiendo con el inicio de la primera gran feria taurina, la de Fallas– sea un auténtico éxito de participación y civismo. Corren malos tiempos para la lidia, pero parece que los taurinos han decidido coger el toro por los cuernos y defender con argumentos y sensatez un espectáculo enraizado en la cultura española como bien recuerda el lema de este año #culturadebou, con una magnífica carteleria y como pueden comprobar a diario en nuestro léxico. Aprovecho para felicitar el gran trabajo que está realizando el diputado de asuntos taurinos y alcalde de Faura, el socialista Toni Gaspar. Disfruten de estos días de Fallas cuando Valencia se muestra con todo su esplendor y para salir por la Puerta Grande, esperemos que desde la UNESCO tengan a bien considerar a nuestras fiestas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.